viernes. 26.04.2024
europa

Por David Buxens Escorihuela

Empieza el otoño y en el panorama político se avecinan cambios y retos que pueden transformar las sociedades de cara a los objetivos marcados por los gobiernos mundiales para el 2030. Otoño siempre ha sido época de cambios de paradigma y revoluciones y no parece que sea esta vez cuando suceda la excepción que algunos elementos conservadores desean.

Venimos de una época convulsa con el ascenso de varios líderes ultraconservadores y nacional-populistas de los cuales el único que resiste es Jair Bolsonaro en Brasil si descontamos los casos polaco y húngaro en la Europa del Este.

Con las urnas alemanas acabadas de cerrar y el recuento en su fase de ebullición, el partido todavía gobernante, la CDU, es consciente de que sin el tirón de su líder indiscutida, Ángela Merkel, tiene muy complicado continuar al frente del Bundestag y los primeros resultados dan por recuperado a un SPD, al que la Gran Coalición con la CDU castigó severamente al no sentir las clases populares la intención de los socialistas de revertir o plantarse ante los recortes marcados y defendidos por Merkel en Europa. También está por ver si el estancamiento de AfD, la ultraderecha alemana que la CDU negó que existiera cuando en realidad se llegó a pactos puntuales con dicha fuerza política, puede resultar relevante, al igual que el hecho de que el único partido inexistente en el país germano sea el Comunista, más allá de su “heredero” tradicional, Die Linke constituyendo a mi juicio una clara anomalía democrática, un anacronismo en época actual y un error político de calado, ya que el comunismo, al igual que cualquier otra teoría política tiene capacidad de evolucionar, y si no me creen miren lo que ha pasado en el último medio siglo con el socialismo.

En cualquier caso, se presenta una elección decisiva y trascendente en una Alemania a la que de ordinario miramos con envidia al ser una exitosa República Federal. Hay caras nuevas, renovación de enfoques políticos salvo en AfD y los candidatos se han dirigido a un público joven que reclama nuevas soluciones a problemas bastante antiguos. Hay que dominar el lenguaje y saber usar sabiamente las redes sociales. En mi opinión, creo que sería positivo que el SPD alcance la Cancillería en coalición con los Verdes y consultando en todo caso con la CDU en algunas cuestiones de calado. Europa vuelve a necesitar de una Alemania robusta, expansiva e igualitaria.

Sin perder de vista lo que acontezca en Alemania, decir que venimos de victoria socialista en Finlandia (con escaso margen frente a la ultraderecha), Noruega (mismo caso que en el anterior país y victorias más holgadas en Suecia y Dinamarca, situación que no se veía desde justo antes de la I Guerra Mundial. Dicha expansión del socialismo en Europa viene precedida por la caída del trumpismo en Estados Unidos y en general un estancamiento de las medidas neoliberales que defendían a ultranza los campeones europeos del dumping fiscal Países Bajos cuyo Primer Ministro, Rutter, tuvo que dimitir por escándalos internos en su partido y por la negación de ayudas a colectivos vulnerables en el país oranje. En el caso de Finlandia la caída del Partido Demócrata del Primer Ministro Olli Rhen dio paso a la tesitura de o socialismo o caos ultra.

Como sabe el lector, el mundo político actual está regido por bloques e influencia y una Europa abierta, expansiva y que defienda a ultranza el Estado de Bienestar y la Justicia Social hará grandes avances para competir con unos Estados Unidos paralizados tras el desastre de la Era Trump, una China cada vez más agresiva en los mercados económicos, una Federación Rusa con un Putin que no duda en buscar la confrontación y el caos en beneficio propio, un Reino Unido aislado y debilitado voluntariamente o unos países emergentes en los que destaca la intención de India de desbancar a China como potencia hegemónica mundial.

Como puede apreciar el lector, se avecinan tiempos apasionantes y tumultuosos que pueden tener una continuidad en las elecciones generales francesas de 2022 en las que los socialistas galos parece que salen a ganar con el tándem Anne Hidalgo-Segolène Royal. Difícil lo va a poner con total seguridad el partido del Primer Ministro Emmanuel Macron y la rabia de la saga Le Pen. Existe una enorme posibilidad de que los socialistas o gobiernos de corte socialista sean los que dicten las políticas de reconstrucción post pandemia.

En cuanto a la agenda nacional, decir que comienza en Octubre el Congreso Federal del PSOE con el objetivo de elegir una nueva Ejecutiva socialista que marque el paso de cara a las Elecciones Generales a dos años vista, tampoco hay que olvidar el Congreso Nacional del PSC en el que Salvador Illa presumiblemente tomará el relevo de Miquel Iceta y elegirá nueva ejecutiva. Después de esto, elecciones municipales donde los socialistas se juegan cuatro años de ilusionar y estar cercanos a la calle, elecciones europeas en 2024 y ya veremos cuándo serán las elecciones a la Generalitat de Catalunya, urge.

Decía Søren Kierkegaard “Un fantasma recorre Europa” yo respondo que una ola de esperanza e ilusión recorre Europa. Veremos.

Una ola de esperanza recorre Europa