jueves. 25.04.2024
Fernando Henrique Cardoso | Ex presidente Brasil
Fernando Henrique Cardoso | Ex presidente Brasil

@jgonzalezok / El pasado 23 de mayo João Doria, que había abandonado la gobernación del estado de São Paulo tres semanas antes para dedicarse de lleno a su campaña para la presidencia de la República, anunció que se retiraba de la disputa. Había sido elegido en elecciones internas de su partido, el PSDB (Partido de la Socialdemocracia Brasileña) el pasado mes de noviembre, pero tenía muy malos resultados en las encuestas, con un índice de rechazo por encima del 50 %. Además tuvo serias diferencias con la cúpula de su propio partido. Situación que hacía inviable continuar en carrera.  

Empresario de éxito, había llegado a la gobernación del estado más importante de Brasil en la ola del bolsonarismo. Su propaganda electoral se basó en un juego de palabras, Bolsodoria, aunque pronto se despegó, se destacó por enfrentar con decisión la política negacionista del presidente durante la pandemia y ambos se tornarían férreos enemigos

Todavía sería posible que el PSDB presente otro candidato en las elecciones de octubre, pero lo más probable es que acabe pactando con el MDB y coloque uno de sus nombres como candidato a vicepresidente de la senadora Simone Tebet, el único nombre que destaca en la llamada tercera vía, frente a Lula y Bolsonaro. Como dato significativo hay que señalar que el partido había surgido como una disidencia interna del antiguo PMDB -ahora perdió la P-, que se iba escorando hacia la derecha; ahora es el propio PSDB el que se corrió hacia la derecha.

Sería la primera vez, desde que fue fundado en 1988, que el PSDB no tenga candidato propio a la presidencia.

Tras la redemocratización del país, en 1985, el partido ganó dos elecciones presidenciales, con Fernando Henrique Cardoso (1 de enero de 1995 a 1 de enero de 2003), y fue el único partido que logró vencer sin tener que acudir a una segunda vuelta electoral.

Su época de apogeo coincide con el liderazgo de Cardoso que, con una sólida producción intelectual previa, también logró un resonante éxito político como presidente. En su haber figura el Plan Real, lanzado durante el gobierno de Itamar Franco, siendo Fernando Henrique -como todo el mundo lo llama en Brasil- el ministro de Hacienda. Se trató de un plan de estabilización que acabó con el flagelo de la hiperinflación. A su iniciativa correspondió también la Ley de Responsabilidad Fiscal. Y los primeros planes sociales, que heredaría y mejoraría el gobierno de Lula.

Cuando Fernando Henrique consiguió su reelección, en 1998, el PSDB consiguió además 99 diputados y 16 senadores; desde entonces perdió un 75 % de sus parlamentarios y hoy tiene solo 28 congresistas. Coincidiendo con el fin del ciclo de Cardoso, -la ley electoral permite solo una elección consecutiva-, fue el momento de Lula y el PT, encontrando al PSDB como principal fuerza opositora. Pero, poco a poco, el partido se fue deshidratando, fragmentando y diluyendo. Sobre todo a partir de las elecciones del 2018, cuando no pudo pasar a la segunda vuelta electoral.

El politólogo Carlos Melo dijo recientemente al diario O Globo: “Después del gobierno de Fernando Henrique, el partido se dedicó mucho más a hacer críticas a los gobiernos del PT que a elaborar su propio programa, a reafirmar su socialdemocracia. Y fue perdiendo carácter, fragmentándose en varias corrientes. Y perdió su identidad. Ahí se transformó en un partido bastante común. La política es cruel, cuando no tienes una marca, sucumbes”.

El partido no tiene líderes de talla y peso político. Fernando Henrique Cardoso, aunque conserva una envidiable lucidez y hasta vigor físico, cumple 91 años este 18 de junio y no interviene más que esporádicamente en la interna del partido. El último candidato presidencial, en las elecciones del 2018, Geraldo Alkmin, que entones quedó cuarto (cosechó solo el 4,76 % de los votos), hoy es el candidato a vicepresidente de Lula. Y Aécio Neves, nieto del mítico Tancredo Neves, primer presidente de la recuperada democracia que no llegó a asumir al fallecer antes de tomar posesión, perdió en el 2014 frente a Dilma Rousseff. Tuvo un resultado aceptable -logró el 48,36 % de los votos en la segunda vuelta- pero su estrella política se apagó cuando, tres años después, fue grabado pidiendo soborno a un empresario. Hoy está más cerca de Bolsonaro.

El actual gobierno de Jair Bolsonaro fue letal para el PSDB y Aécio Neves no es el único que se bolsonarizó.

El histórico de votación de sus diputados y senadores los muestra cada vez más alineados con el presidente. Y no solo en temas económicos, también en cuestiones ideológicas, lo que resulta aún más asombroso. Cuando hace unos días se votó en el Congreso la propuesta a favor de permitir el llamado homeschooling -enseñanza domiciliar-, 13 de sus 17 diputados votaron a favor y los otros cuatro se abstuvieron. Se plegaron a los argumentos del gobierno: considera el bolsonarismo que los alumnos se enfrentan a profesores dogmáticos que los van a adoctrinar con el pensamiento de izquierda.

Sérgio Praça, politólogo de la Fundación Getúlio Vargas, tiene una explicación para esta deriva del partido, que en su momento fue un faro para la centro izquierda regional. Le dijo al diario O Globo que los líderes nacionales, como Fernando Henrique Cardoso, José Serra o Mário Covas, estuvieron a la izquierda de la mayoría de los políticos del partido en su base, que eran más conservadores en diversos temas.  

El bastión del PSDB, hasta ahora, fue el estado de São Paulo, el más importante desde el punto de vista económico, con el 31,2 % del PIB de Brasil y casi el 22 % de la población total del país.

De ahí salieron los sucesivos candidatos a la presidencia del PSDB. Ahora podría perder incluso en la carrera por la gobernación, con Fernando Haddad, del PT, liderando las encuestas. Rodrigo García, el actual gobernador -era el vice de Doria-, figura en cuarto lugar, con un 5 % de intención de voto.

El PSDB “se acabó”, dijo estos días el ex presidente Lula, que figura como favorito en las encuestas. Puede, en efecto, ser el fin de los tucanos -tucanes en español-, como se conoce en Brasil a los miembros del partido. Hace ya 34 años que el ave de pico enorme fue elegido como símbolo del partido atendiendo a tres razones: el tucán de pecho amarillo recordaba el color con que se identificó la campaña a favor de las elecciones directas, en el fin de la dictadura militar; el ave es uno de los símbolos del movimiento ecológico y de la defensa del medio ambiente; y es un pájaro brasileño. El partido, como tantas cosas en la naturaleza exuberante de Brasil, también está en peligro de extinción.

JAVIER M. GONZÁLEZ (Río de Janeiro)

Fulgor y muerte del PSDB partido de la socialdemocracia en Brasil