viernes. 29.03.2024
Javier Pueyo, adjunto a la secretaría de juventud de Comisiones Obreras.
Javier Pueyo, adjunto a la secretaría de juventud de Comisiones Obreras.

A sus 26 años, Javier Pueyo lleva más de cuatro años ligado a la causa sindical. La pasada semana, este joven sindicalista presentó, junto a Toxo, líder de CCOO, una campaña dirigida a los jóvenes. Con estudios en comunicación y Filosofía, experiencia en prensa digital y adjunto a la secretaría de Juventud del sindicato, Pueyo cree que ha llegado el momento de organizar la protesta que, desde hace meses, con el advenimiento del 15-M, los jóvenes protagonizan en calles y plazas.

Van a lanzar ustedes una campaña desde ‘Jóvenes de Comisiones Obreras’ cuyo lema es ‘La resignación no es una opción. Lucha’. ¿Se ha resignado la juventud española?

Está resignada probablemente la sociedad española. Aunque no hay motivo para ello, ya que hay alternativas. Alternativas a las medidas que nos están imponiendo los mercados, el Gobierno y la Unión Europea. Hay alternativas y hay que rebelarse. Decir ‘no’ a estas imposiciones.  Movilizarse y gritar fuerte que no queremos una salida a la crisis como la que nos están tratando de imponer. No queremos que se reduzcan derechos, ni que se desmantele el Estado del Bienestar.

¿Cómo observan desde ‘Jóvenes de CCOO’ la irrupción de un movimiento como el 15-M?

Creemos que el 15-M nace precisamente de la necesidad de rebelarse contra esa resignación. Hay mucha gente que no está dispuesta a aceptar imposiciones. Por eso salieron –salimos- a la calle y, en Madrid, se organizó la protesta desde la Puerta del Sol. Pero el 15-M no es un movimiento ajeno a los sindicatos. En él hemos participado muchos sindicalistas –no solo jóvenes- en asambleas, comisiones y manifestaciones. Sin embargo, llegado este momento, creemos que hay que pasar de las protestas más o menos desarticuladas o espontáneas, a la acción social organizada. Y, para dar ese paso, es conveniente contar con organizaciones que llevan mucho tiempo luchando por las mismas o muy parecidas cosas.

Sin embargo, algunos ‘indignados’ han mostrado cierta alergia a todo aquello que ‘huela’ a institucional, sin excluir a los sindicatos. ¿Cómo esperan romper esa tendencia?

El movimiento del 15-M es muy heterogéneo. Si hay alguien que no quiera contar con otras organizaciones, desde Comisiones Obreras lo respetamos aunque también lo lamentamos. Sin embargo, ese rechazo proviene en ocasiones de algunos grupos muy minoritarios, que no representan al conjunto de los ciudadanos que participan en el movimiento. Más allá de eso, la convergencia entre quienes compartimos reivindicaciones es sana, lógica y necesaria, y creemos que debe profundizarse a través de amplias alianzas sociales. Y no me refiero únicamente al 15-M.

Quieren que los jóvenes abandonen la lucha desorganizada y se unan a ustedes. ¿Por qué debería un joven apuntarse a un sindicato?

Si está estudiando, cualquier persona joven va a tener que introducirse en el mundo laboral. Si ya está trabajando, lo normal es que aspire a tener una relación laboral digna. Tanto en un caso, como en el otro, esa persona deberá defender sus derechos si no quiere que la empresa o los Gobiernos de turno se los arrebaten. Esa persona puede luchar por sus derechos en solitario y lo más probable entonces es que los pierda, debido a la desigualdad con que se enfrenta al empresario. O puede luchar de la mano del resto de los trabajadores, que se organizan en sindicatos, como Comisiones Obreras, un sindicato de clase donde se lucha por el conjunto de los derechos de los trabajadores y donde no solo va a encontrar defensa ante un problema concreto sino también por el conjunto de sus derechos no solo en la empresa sino también en la sociedad.

Lanzan una campaña llamando a los jóvenes a la movilización ¿Cómo medirán su éxito o su fracaso?

Depende de lo capaces que seamos de hacer llegar la necesidad de movilizarse a las personas jóvenes. No importa si están trabajando. O si están buscando un empleo. O en el paro. Lo importante es que conozcan que hay motivos para salir a la calle. Para exigir un futuro. Un futuro que, al menos, no sea peor que el presente o el pasado. Llevaremos esa labor de concienciación a las aulas de institutos e universidades, a los centros de trabajo, a la calle. Y de su éxito dependerá posteriormente la movilización. Queremos que no se resignen. Que luchen y se den cuenta de que no tenemos porqué asumir todas las medidas que se quieren imponer. Nosotros construimos la historia. La historia la construye la mayoría social. Nosotros somos la mayoría social. De nosotros, por tanto, depende el presente y también el futuro del país. 

Javier Pueyo: “El 15-M nace de la necesidad de rebelarse contra la resignación”