viernes. 29.03.2024

El Juzgado de Instrucción número 7 de Barcelona ha acordado retirar a Clesa del consejo de administración de Cacaolat, después de que lo solicitaran los administradores concursales alegando que el consejo de la empresa había hecho una "dejación total de sus funciones" en sus esfuerzos por evitar el cierre de la compañía, según refleja el auto.

En el auto, se expone que los intereses de Clesa, accionista principal de la compañía de batidos catalana y propiedad de la familia Ruiz Mateos, son contrapuestos a los intereses de la empresa, ya que sabiendo de la existencia de un proceso de venta, ha iniciado una venta de acciones incompatible, según avanza este jueves La Vanguardia.

El juez Raúl N. García Orejudo ha considerado que se ha producido un "conflicto de intereses", después de que Clesa pidiera que el concurso de Cacaolat se acumule al suyo y se lleve desde Madrid y decidiera tratar de vender las acciones de la empresa catalana, entorpeciendo el proceso de venta de los activos productivos de Cacaolat que se ha puesto en marcha en Barcelona, con el apoyo de los trabajadores y de la Generalitat.

Clesa pidió a principios de julio al juzgado mercantil 6 de Madrid, que tramita su propio concurso de acreedores, que pidiese al juzgado barcelonés que parase la venta de Cacaolat.

El juzgado madrileño así lo hizo y, ante el rechazo del juzgado de Barcelona, ha pedido al Tribunal Supremo que determine cuál es el competente.

LOS TRABAJADORES, SATISFECHOS

Los trabajadores de Cacaolat ven un filón de esperanza en la decisión del juez de Barcelona de apartar a Clesa de la gestión de la compañía de batidos, argumentando que "no paraliza la venta, sino que la facilita", ha afirmado el secretario general de la Federación Agroalimentaria de CCOO, Miguel Ángel Domínguez.

La venta urgente es imprescindible, según los administradores concursales, para evitar el cierre de la empresa, que a finales de julio había agotado ya su tesorería.

Cacaolat presentó el pasado 17 de marzo concurso voluntario de acreedores y el juez de lo mercantil de Barcelona lo admitió manteniendo tanto la gestión como la administración de la compañía.

Según la administración, la compañía cerró 2010 con unos activos de más de 205 millones de euros, un activo circulante de 26 millones y un pasivo de 25, según datos de 30 de noviembre del año pasado.

Cacaolat posee centros productivos en Barcelona y Zaragoza, además de una delegación comercial en Tarragona y una red de distribución que abastece Cataluña, Aragón y Baleares.

El juez aparta a los Ruiz Mateos del consejo de administración de Cacaolat