viernes. 29.03.2024
500

Pese a haberse demostrado su utilización como instrumento para el blanqueo y la fuga de capitales, así como en operaciones ligadas a la corrupción, el narcotráfico y el terrorismo, los billetes de 500 eurosse podrán seguir usando sin límite temporal, por mucho que se hayan dejado de producir

El pasado 27 de enero los bancos centrales de la eurozona, salvo el alemán y el austriaco, dejaron de emitir billetes de 500 euros, los popularmente conocidos como “binladen” porque todo el mundo hablaba de ellos, pero nadie los veía. Aunque nada más lejos de la realidad. Al menos en España, donde llegaron a concentrarse uno de cada cuatro billetes morados.

Sin embargo, de los datos provisionales publicados por el Banco de España se desprende que el número de billetes de 500 euros en circulación se situó el pasado mes de diciembre en 30,97 millones de unidades, -equivalente a 15.4867 millones de euros-, ahondando en su nivel más bajo desde marzo de 2003. De esta manera, los “binladen” han caído en 481.018 respecto a noviembre y en 7,46 millones desde diciembre de 2017, cuando circulaban 38,43 millones.

No obstante, y pese a haberse demostrado su utilización como instrumento para el blanqueo y la fuga de capitales, así como en operaciones ligadas a la corrupción, el narcotráfico y el terrorismo, los billetes de 500 euros se podrán seguir usando sin límite temporal, por mucho que se hayan dejado de producir desde la pasada semana.

La decisión de suspender definitivamente la emisión de nuevos billetes de 500 euros, retirando los que vayan llegando a los distintos bancos centrales, se puede considerar un primer paso, aunque insuficiente, para su eliminación. Máxime teniendo en cuenta que el BCE tendría que haber empezado a retirar estos billetes con anterioridad; después de que las agencias tributarias y las policías europeas evidenciaran, hace ya bastantes años, que los billetes de 500 euros eran empleados en actividades ilícitas.

De hecho, lo ideal hubiese sido conceder un plazo de tiempo razonable para cambiar estos billetes, procediendo a su completa eliminación a todos los efectos.

El “boom” que experimentó la utilización de estos billetes no se explicaría sin la burbuja del ladrillo

Es irrefutable el desplome que ha sufrido la circulación de estos billetes durante los últimos años, como consecuencia fundamentalmente del estallido de la crisis inmobiliaria, cuya impronta empezó a notarse en el verano de 2007, tras haber llegado en enero de ese mismo año a circular 114 millones de ellos en España, o lo que es lo mismo, el 27% del total de los emitidos en la zona euro. Y es que el “boom” que experimentó la utilización de estos billetes no se explicaría sin la burbuja del ladrillo, a pesar de que la mirada de las autoridades monetarias y supervisoras parecieron dirigirse hacia otro lado.

Pero en el cada vez mayor desuso de los “binladen”, sobre todo a partir de 2012, también ha tenido mucho que ver la orden que aprobó el modelo para declarar la amnistía de 2012, al permitir que el dinero en efectivo se acogiera a la amnistía fiscal con tal que se ingresara en una cuenta bancaria; y la entrada en vigor, el 19 de noviembre de ese mismo año, de la limitación de pago en efectivo de las operaciones, en las que alguna de las partes intervinientes sea empresario o profesional, por un importe igual o superior a 2.500 euros.

Así pues, el derrumbe de la construcción, junto a la amnistía fiscal de 2012 y a la implantación del límite de 2.500 euros para pagos en efectivo contribuyeron a reducir el uso de estos billetes en España, que habría que retirar por completo para cercar todas las actividades ilícitas en torno a su utilización, que tantas sospechas continúa generando.

gestha200

Carlos Cruzado

Presidente de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA)

¿Por qué habría que retirar por completo los billetes de 500 euros?