El Gobierno anunció la pasada semana una nueva Oferta de Empleo Público para la Administración General del Estado que asciende a 20.280 plazas en total, de las que 2.150 corresponderán a la Agencia Tributaria (AEAT). Con ella, el Ejecutivo pretende reponer la pérdida de efectivos que se produjo durante los años de crisis con el objetivo de reforzar la lucha contra el fraude. Un objetivo que queda muy bien sobre el papel, pero que no se corresponde con la realidad.
Esta oferta de empleo bianual –ya que se producirá entre este año y el próximo- no va a solucionar el déficit de personal que tiene la AEAT, como ya hemos advertido los Técnicos de Hacienda. ¿Por qué? En primer lugar, porque durante 2010 y 2016 se perdieron casi 3.000 puestos que no se han repuesto. Por otro lado, 688 personas accederán a una plaza mediante promoción interna, es decir, que ya son efectivos de la AEAT, solo que con la oferta de empleo podrán ascender en su carrera profesional.
Pero además, entre 2017 y 2019 causarán baja unos 2.000 efectivos de la AEAT por jubilación o excedencia, de modo que la oferta de empleo no va a cerrar ese hueco de personal que se abrió durante la crisis. Por lo tanto, la AEAT y su funcionamiento seguirán igual que hasta ahora y España, a la cola en cuanto a lucha contra el fraude en Europa.
Porque actualmente España cuenta solo con un empleado de la AEAT para casi 2.000 contribuyentes, mientras que en países como Alemania hay un funcionario para 740 ciudadanos. Por lo tanto, hay una diferencia abismal a la hora de ser efectivos y ágiles para luchar contra la economía sumergida y el fraude fiscal. Por ello, desde Gestha ya hemos solicitado a los grupos parlamentarios que alcancen un pacto con el objetivo de llegar a duplicar el número de efectivos en la AEAT, empezando por esta legislatura, en la que se debería incrementar la plantilla en 5.000 nuevos trabajadores.
Aunque esta oferta de empleo reconoce el relevante papel de los Técnicos en la lucha contra el fraude al ofrecer el mayor número de plazas entre los colectivos del grupo A no es suficiente para reducir la elevada economía sumergida del país, que asciende al 24,6% del PIB, y luchar contra el fraude con garantías.
Además, no solo hablamos de las plazas, sino también de una reorganización completa de la propia Agencia Tributaria que permita que los procesos de atribución de responsabilidades sean más horizontales, optimizando los actuales recursos, así como un mayor control parlamentario que evite las injerencias políticas. El objetivo es crear una Agencia Tributaria acorde a las necesidades del país y a los tiempos actuales, pues actuando de la misma forma que hace 20 años difícilmente se solucionará uno de nuestros grandes problemas endémicos, el fraude.
Contesta Carlos Cruzado
Presidente de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA)