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nuevatribuna.es | 07.01.2011

La subida del precio de los alimentos se esconde detrás de los conflictos desatados en las principales ciudades de Argelia y Túnez, en el norte de África. Las protestas, sin embargo, –azuzadas por la falta de expectativas y el paro en la región- apenas lograrán contener una tendencia al alza que está relacionada con los movimientos especulativos de capital en los mercados de futuros de todo el mundo.

En buena parte del mundo, los alimentos básicos han duplicado su precio durante los últimos meses. Sin embargo, la subida podría ser aún mayor. Según alerta la organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el techo de las subidas podría estar aún lejos. “Hay una tendencia preocupante al alza. Los precios de los cereales subieron un 39 por ciento el último año”, advierte Ekaterina Krivonos, miembro de la organización. En 2010, los alimentos subieron un 25 por ciento en el mundo. Actualmente, el máximo alcanzado es muy similar al que se produjo en 2008, cuando el alza mereció el nombre de ‘crisis alimentaria’. Hoy, “hay mayores reservas”, pero también incertidumbre sobre la producción futura y los precios, añade.

Según la FAO, los precios de los alimentos se duplicaron entre 2000 y 2010. En el caso de los cereales, llegaron incluso a triplicarse. Los expertos culpan de la subida a la especulación que tiene lugar en los mercados de futuros de todo el mundo, donde se negocia el precio de las cosechas antes de que se produzcan. Este sistema –nacido en principio como un seguro para los agricultores- ha devenido en un nuevo rincón donde la economía financiera campa a sus anchas. Por culpa de su presión, el índice sobre el precio de los alimentos que elabora la FAO se ha colocado en 215 puntos, un nivel superior incluso al registrado en junio de 2008, cuando se colocó en 213,5 puntos.

En el caso del azúcar, el precio se ha duplicado en los dos últimos años. La carne ha subido un 20 por ciento en los últimos doce meses. Otros productos básicos -como los cereales, el aceite y los alimentos frescos- también han sufrido alzas considerables. De momento, sólo el arroz se salva; su precio permanece estable.

Aun así, lo peor podría estar por llegar. “Aún hay espacio para que los precios suban mucho más”, asegura el economista de la FAO, Abdolreza Abbassian. “Si, por ejemplo, el tiempo seco en Argentina se convierte una sequía y si empezamos a ver problemas por las heladas en el hemisferio norte con la cosecha de trigo”, los precios volverán a subir. Un factor el climático fundamental a la hora de explicar, por ejemplo, el encarecimiento del trigo –un 22 por ciento- que se debe a las malas cosechas el pasado año en Rusia.

En Argelia, un kilo de azúcar cuesta 1,5 euros, unos 150 dinares (la moneda local). En los últimos meses, otros productos como la harina y el aceite también han visto duplicarse su precio en las tiendas del país norteafricano. La carestía ha llevado al ministro de Comercio argelino, Mustafa Benbada, a afirmar que “el Estado seguirá subvencionando los productos” de primera necesidad. Todo por intentar frenar la protesta que se concentró esta semana en las calles de Argel y de Orán. En esta última ciudad, los manifestantes se enfrentaron a pedradas con la policía. Algunos llegaron incluso más lejos. Cercaron un almacén y, tras reventar sus puertas, saquearon su interior. El botín, obtenido el miércoles –noche de Reyes en España – consistió en los sacos de harina que se hallaban apilados en su interior.

La subida de precio de los alimentos incendia el Magreb