viernes. 29.03.2024
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La licitación de ingeniería en carreteras por parte del Ministerio de Fomento se redujo hasta un 81% con respecto a la anterior legislatura, es decir, prácticamente cinco veces menos. En concreto, entre 2012 y 2015, la Dirección General de Carreteras (dependiente de este Ministerio) apenas licitó 87 millones de euros, frente a los 460 millones del período precedente, según la patronal de ingeniería FIDEX, que agrupa a diez de las empresas más importantes e internacionalizadas del sector de la ingeniería en España.

Esta caída de las licitaciones viene agravada tras la anulación de 31 contratos de ingeniería por parte de Fomento por valor de 32,2 millones de euros, lo que dejó en apenas 2 millones de euros el volumen a repartirse durante 2015 por las ingenierías privadas.

En concreto, esta anulación por parte de Fomento atañe a contratos sacados a concurso entre el 26 de octubre de 2015 y el 4 de enero de 2016, a consecuencia de un recurso de la asociación andaluza de empresas de conservación de carreteras CEACOP, al rechazar la fórmula de valoración económica de las ofertas. Según explica el director general de FIDEX, Fernando Argüello, “la alegación de CEACOP fue que en estas licitaciones, aunque se valoraba con más puntos a quien ofertase un precio más barato, cuando estas bajas eran demasiado agresivas las diferencias de puntuación eran algo menores. En definitiva, lo que reclaman es, sorprendentemente, que los contratos de Carreteras se adjudiquen por subasta, puntuando mejor al más barato y con grandes diferencias sobre los demás”.

Evolución de la licitación de ingeniería de la Dirección General de Carreteras 2004-2015

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Fuente: Fidex. Cifras en millones de euros

La caída en inversión, generalizada

Las cifras de la Dirección General de Carreteras no hacen sino constatar la dinámica descendente de inversión pública en ingeniería por parte del ministerio de Fomento, que durante la pasada legislatura sacó a concurso licitaciones (incluyendo también ferrocarril, alta velocidad, etc.) por valor de 385 millones de euros, lejos de los 1.712 millones de los cuatro años anteriores (un 77,5% menos).

Además, esta cifra se redujo prácticamente a la mitad debido a las bajas económicas de las ofertas adjudicadas. Según Argüello, “con estas cifras de licitación no es posible mantener un sector de ingeniería con 5.000 empresas y 200.000 empleos. En este mismo cuatrienio, Fomento encargó a la empresa pública Ineco (una sola empresa y 2.400 trabajadores) trabajos de ingeniería por aproximadamente el doble de esta cantidad y sin baja económica”.

Y, al mismo tiempo, la ingeniería civil en España no sólo tiene un frente abierto en el Ministerio de Fomento, sino que sufre además los recortes en inversión del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, donde la licitación de proyectos de ingeniería se redujo en casi un 70% en los últimos diez años. En este caso, la contracción del mercado para la ingeniería en la última década pasó de un total de 234,9 millones de euros licitados en 2006 a los 75,8 millones en 2015, es decir, menos de la tercera parte.

Y además, los recortes

Al mismo tiempo, la situación para la ingeniería civil española al menos a corto plazo no es muy halagüeña, dado que el Ministerio de Hacienda ha anunciado recortes por valor de 2.000 millones de euros para cumplir los objetivos de déficit, de los que 1.000 millones corresponden a infraestructuras ferroviarias y carreteras.

Este anuncio choca frontalmente con una de las reclamaciones de FIDEX al futuro gobierno saliente de las urnas el próximo mes de junio, consistente en un aumento hasta el 2-2,5% del PIB de la inversión pública en infraestructuras. Aquí se incluye no solo la construcción de aquellas infraestructuras imprescindibles pendientes, sino también un plan de mínimos en conservación con especial atención a las carreteras.

Según Argüello, “a los recortes hay que añadir la subasta que la Administración, encabezada por ADIF, sigue haciendo con la ingeniería, otorgando un peso a la oferta económica tres o cuatro veces superior al peso de la calidad. Cada vez se licita menos y más barato, y el problema ya no es solo que no se creen nuevas infraestructuras, sino que las ya existentes se deterioran, y si no se conservan adecuadamente habrá que reconstruirlas, una labor un 70% más cara que conservar adecuadamente”.

Fomento redujo la licitación de ingeniería en carreteras un 81% la pasada legislatura