viernes. 19.04.2024
GOBIERNO
El portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este viernes.

Los Técnicos del Ministerio de Hacienda advierten de que la prórroga de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) aprobada este viernes por el Consejo de Ministros traerá consigo nuevas subidas de impuestos el próximo año, a la vista de los datos de la ejecución presupuestaria de la Administración General del Estado (AGE) en los once primeros meses de 2016, que evidencian un claro desfase entre lo presupuestado por el gobierno y lo realmente recaudado. 

En concreto, existe una desviación de 12.238 millones de euros debido, por un lado, al aumento en 3.448 millones de los ingresos tributarios que el Ejecutivo estimó en los presupuestos de este año y, por otro, a la merma, a noviembre de 2016, de 8.750 millones de derechos reconocidos por tributos para sufragar los gastos del Estado. Esta delicada situación del Tesoro Público fue la razón para que el Gobierno en funciones adelantara a julio el cierre del presupuesto de 2016 para reducir el gasto público y evitar que se disparara el déficit.

Cuadro 1. El desfase de ingresos tributarios en los PGE de 2016 

cuadro gestha

Fuente: Gestha a partir de datos de la ejecución presupuestario

En un análisis pormenorizado, los Técnicos explican que el gobierno estimó en 1.006 millones el aumento de la recaudación derivada de los impuestos directos y las cotizaciones sociales, pero lo cierto es que hasta noviembre estos ingresos se redujeron en 3.377 millones. Asimismo, preveía que los ingresos en concepto de impuestos indirectos caerían en 680 millones, pérdida que finalmente casi se triplicó, situándose en 1.900 millones.

El impuesto que arroja una mayor desviación es el IRPF, para el que Gobierno estimó que se reduciría únicamente en 605 millones por la segunda fase de la reforma fiscal, sin embargo, la realidad es que hasta noviembre se han recaudado 3.020 millones menos que en el mismo período de 2015, una pérdida cuatro veces superior a lo presupuestado. En este ranking, le sigue el IVA, que el Gobierno presupuestó que se reduciría en 1.195 millones en 2016, y la pérdida hasta noviembre es de 2.293 millones, casi el doble de lo previsto.

Hay que recordar que en 2016 se derogó el pago mínimo a cuenta en el Impuesto de Sociedades, que provocó un desplome recaudatorio, obligando al Gobierno a recuperarlo para el segundo pago a cuenta, gracias al cual se han recaudado 7.637 millones. Así, se ha logrado que este tributo haya remontado la pérdida diferencial de 3.510 millones que registraba hasta el mes de septiembre de 2016, respecto al mismo periodo de 2015, a una pérdida de solo 506 millones hasta noviembre, pues en 2015 se aplicaba un pago mínimo a cuenta en el Impuesto de Sociedades similar al aprobado a finales de septiembre de este año.

Por último, el Ejecutivo presupuestó que la recaudación por tasas, precios públicos y otros ingresos aumentaría en 3.488 millones en 2016, una cifra muy alejada de la realidad, pues a cierre del mes de noviembre estos se habían reducido en 3.473 millones. Estas partidas arrojan en su conjunto un desfase de 8.750 millones menos en los once primeros meses de 2016, con un descenso de la recaudación del 7,1%, a pesar de que el gobierno preveía que ésta aumentará en el conjunto del año un 5%, por lo que, para cumplir con esas estimaciones debería recaudarse en este último mes 12.238 millones más que lo recaudado en diciembre de 2015, algo que se antoja una misión imposible.

De este modo, la prórroga presupuestaria aprobada hoy arrastrará una desviación de ingresos que volverá a comprometer el objetivo de déficit del próximo año, que está fijado en el 3,1% del PIB; objetivo que ya se incumplió en 2015 por, entre otras causas, la reforma fiscal adelantada por el gobierno, llevando al déficit público de aquel año al 5,1% del PIB, cuando el techo estaba establecido en el 4,2%.

Las últimas medidas fiscales, la antesala de nuevas subidas de impuestos

A la vista de estos datos, Gestha cree que las subidas impositivas aprobadas por el gobierno en los últimos meses continuarán en 2017 como vía de cumplir con las exigencias impuestas por Bruselas. Primero fue la recuperación del pago mínimo adelantado del Impuesto de Sociedades el pasado mes de septiembre, que permitirá sumar este año 8.300 millones a las arcas públicas, y hace tan solo unas semanas un paquete de medidas con aumentos impositivos para recaudar 4.800 millones más en tabaco, alcohol y nuevos límites de una serie de deducciones y compensaciones fiscales en el Impuesto de Sociedades, aumentando el lapso temporal para aplicarlas.

Según Gestha, todas estas medidas se aprueban de forma apresurada, en ocasiones revocando reformas anteriores, y no ponen solución al agujero recaudatorio de Sociedades en España, que desde 2007 se ha hundido un 46,6% cuando se recaudaron 44.273 millones, por lo que registra una pérdida acumulada de ingresos de 197.595 millones. Y es que, a pesar de las subidas de impuestos que se han acometido en los últimos años, España sigue teniendo, a día de hoy, un diferencial de presión fiscal, incluida las cuotas de la Seguridad Social, de casi 54.000 millones menos que la media de la UE.

En opinión de los Técnicos, para terminar con este desfase fiscal es necesario abrir un debate lo más amplio posible que finalice con una propuesta de reforma fiscal integral que permita disponer de recursos suficientes para atender a los gastos públicos e inversiones, reducir el déficit y el endeudamiento, así como lograr una mayor redistribución de la renta y la riqueza entre los ciudadanos, pasando por una reorganización tanto de la Agencia Tributaria Estatal (AEAT), para que funcione de forma más independiente de las injerencias políticas o económicas, como de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) para conseguir un más eficaz control del gasto público.

Asimismo, es necesario aplicar un plan de lucha contra el fraude y la elusión fiscal eficaz y realista, para lo que es fundamental aumentar las responsabilidades de la plantilla de la AEAT con exigencia de su cumplimiento, así como la dotación de más medios, ya que actualmente solo tiene un empleado por cada 1.928 contribuyentes, frente a países de nuestro entorno como Francia, donde hay uno para menos de la mitad de ciudadanos (860). 

El desfase presupuestario se compensará con subidas de impuestos en 2017