Comisiones Obreras (CCOO) reunirá este martes a su Consejo Confederal –su máximo órgano de dirección entre congresos– para analizar la situación “política y económica” del país y preparar la reunión que el sindicato organizará el próximo 24 de septiembre en el madrileño Palacio de Vistalegre, donde prevé reunir a 20.000 delegados sindicales.
La reunión del Consejo Confederal comenzará a las 10 de la mañana este martes en la sede del sindicato en la calle Lope de Vega. En la reunión, los dirigentes sindicales ultimarán los preparativos para la gran reunión en el Palacio de Vistalegre, donde participarán los 20.000 delegados sindicales que han sido elegidos recientemente en las elecciones sindicales.
Otros temas que también figuran en la agenda sindical son el bloqueo de la negociación colectiva. Según el secretario de acción sindical, Ramón Górriz, la mitad de los convenios colectivos están bloqueados y aún pendientes de renovar, lo que afecta a las condiciones de trabajo de más de dos millones de trabajadores.
Por su parte, el presidente de la patronal CEOE, Juan Rosell, ha asegurado que los empresarios están dispuestos a firmar acuerdos con el actual Gobierno y con los sindicatos y ve "posibilidades" en temas concretos, como en la moderación salarial, pero sin limitar los beneficios empresariales.
Rosell no quiso la semana pasada dar cifras concretas y resaltó la necesidad de ver cómo evoluciona la renovación de los convenios en lo que queda de año, la actividad económica y el IPC, aunque a la CEOE no le gusta que los salarios se liguen a la inflación.
Para Rosell, la moderación salarial no debe implicar una moderación en los beneficios, ya que los empresarios prefieren ganar más porque es una forma de poder reinvertir las ganancias en las empresas y pagar más impuestos. "Creemos que cuantos más beneficios mucho mejor", señaló.
En este sentido, recordó que en el año 2007 se produjo un récord en la recaudación del Impuesto de Sociedades porque los beneficios empresariales fueron muy elevados, aunque este año los ingresos serán un tercio de los recaudado en 2007, lo que supone unos 30.000 millones menos que podrían haber servido para pagar el desempleo.
Rosell señaló como prioritarias las reformas fiscales, a la modernización del marco laboral, a la reforma del sistema educativo, de la Justicia y de la función pública.
