viernes. 19.04.2024

Se conocen como patrones de conducta a serie de pautas de comportamiento que siguen los individuos que viven en sociedad. Los patrones de comportamiento, a veces llamados patrones psicológicos, se aprenden a medida que se convive con familiares y la persona se va desarrollando en la sociedad, pudiéndose repetir estas pautas en diferentes generaciones familiares, por lo que muchas personas las perciben como algo innato. Los patrones de conducta en psicología son una serie de reacciones y/ o formas de pensar que tiene una persona de momentos determinados, es decir, se trata de una conducta adquirida a partir de la experiencia. Estos patrones se aprenden a través de la convivencia con los miembros de la familia y con la sociedad, que se encargan de regular el comportamiento de los individuos desde que nacen, por lo que no son patrones innatos de conducta. También provienen de las propias vivencias de la persona, y dependiendo de los resultados que obtiene, se guardan y se vuelven a usar tanto para bien o para mal.

Estos patrones de personalidad se repiten de manera automática en las personas, por lo que muchas veces no son conscientes de estos, por eso es común que los patrones de conducta en la familia se repitan en varias generaciones. 

  1. Características de los patrones de conducta
  2. Cómo se desarrollan los patrones de comportamiento
  3. Patrones de conducta y enfermedades cardiovasculares
  4. Clasificación de la conducta según la criminología

Un patrón de comportamiento puede ser constructivo o destructivo, y tiene cuatro componentes: (1) Pensamientos creencia e ideas. (2) Emociones, sentimientos, estados de ánimo e imágenes. (3) Conductas y comportamientos, y finalmente (4) Reacciones corporales; que cuando el patrón es destructivo genera tensión, poca energía, temblores, estrés; se afecta a los demás y se rompen relaciones, etc. Cuando los patrones son constructivos y conllevan conductas apropiadas a la situación, experimentamos sentimientos de paz y seguridad, actitud firme, palabras claras, con un tono de voz y volumen apropiado. Las afirmaciones y juicios se basan en hechos comprobados y se aprecian las cosas como realmente son. Los patrones de conducta destructivos representan todo lo contrario.

Estos patrones de personalidad se repiten de manera automática en las personas, por eso es común que los patrones de conducta en la familia se repitan en varias generaciones

Debido a estos patrones de vida, cada persona, por mucho que se pueda parecer a otra, puede actuar de forma diferente ante ciertos eventos. Cuando una persona es consciente de sus propios patrones de comportamiento, es más fácil que los pueda modificar con ayuda de un profesional de la salud mental que identificará y hará un seguimiento de patrones.

Características de los patrones de conducta

· Pueden ocurrir de manera voluntaria e involuntaria

· Dependen en gran medida de las normas sociales, y valores de la sociedad donde se desarrolla el individuo

· Evolucionan dependiendo de la capacidad adaptativa de cada persona para poder integrarse

· Los patrones son únicos e individuales, pero presentan elementos similares con el comportamiento en sociedad

· Influyen aspectos psicosociales

Cómo se desarrollan los patrones de comportamiento

Una pauta de conducta no es más que una conducta aprendida. A medida que los individuos crecen, empiezan a tener diversas experiencias en diferentes lugares: escuela, universidad, el hogar o el trabajo. En esos lugares donde se desarrollan los patrones de comportamiento, que funcionan para adaptarse a dichos lugares. Por ejemplo, existen diferentes tipos de patrones de trabajo para asegurar el correcto desempeño y asegurar el bienestar de los empleados.

En la familia es donde se aprenden los primeros patrones, el cómo se debe actuar ante diferentes situaciones, pero muchas veces los padres enseñan a los niños una serie de comportamientos sin darse cuenta, pues los niños observan e imitan como son sus padres. Al estar estos patrones tan normalizados, los padres pueden no estar conscientes de ellos y transmitirlos. Cuando el niño empieza a crecer y dependiendo de su personalidad y como es la sociedad donde vive, formará sus propios patrones de conducta.

Los padres enseñan a los niños una serie de comportamientos sin darse cuenta, pues los niños observan e imitan como son sus padres

Patrones de conducta y enfermedades cardiovasculares

Estos tipos de personalidad fueron desarrollados por los cardiólogos Friedman y Rosenman, que en los años 50 realizaron varios estudios donde se determinó que hay ciertos patrones de personalidad que están más predispuestos a desarrollar enfermedades coronarias e hipertensión. Friedman y Rosenman realizaron un estudio longitudinal para probar esta relación, y fue publicado en el Western Collaborative Group Study. La muestra estaba conformada por 3154 hombres sanos de entre 39 y 59 años que se estudiaron a lo largo de ocho años y medio. Friedman & Rosenman les hicieron una serie de preguntas y concluyeron que se podían diferenciar 3 tipos de personalidad, A, B y C. Si bien los 3 tipos eran propensos a desarrollar enfermedad coronaria, tras 8 años de investigación, 257 habían desarrollado enfermedad coronaria, de los cuales, un 70% tenía personalidad del tipo A:

Patrón de conducta tipo A

La conducta tipo A se caracteriza por ser una personalidad donde la persona es muy exigente con ella, es poco paciente, competitiva y autocrítica. Estas personas se suelen esforzar mucho para lograr sus objetivos, pero una vez que los logran no se sienten satisfechos.

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Por su impaciencia, suelen ser improductivos, por lo que se esfuerzan aún más, formándose un círculo vicioso. El patrón de conducta tipo A puede manifestar agresividad, y son más propensos a desarrollar enfermedades coronarias, púes responden al estrés de forma fisiológica.

El patrón de conducta tipo A puede manifestar agresividad, y son más propensos a desarrollar enfermedades coronarias, púes responden al estrés de forma fisiológica

Patrón de conducta tipo B

Las personas con patrón de conducta tipo B son menos competitivas y ambiciosas que la anterior, pero son más tranquilas, reflexivas y muestran niveles más bajos de ansiedad y estrés. Son más creativos e imaginativos, siendo los menos propenso a desarrollar este tipo de enfermedades.

Patrón de conducta tipo C

Las personas con patrón de conducta tipo C suelen ser extremadamente amables para evitar conflictos, llegando a ser sumisas, cumpliendo al pie de la letra las normas sociales. Reprimen las emociones, especialmente las negativas como la rabia. No enfrentan bien el estrés y suelen entrar en cuadros depresivos. Algunos resultados apuntan a una mayor evolución del cáncer en este tipo de personalidades, pero hacen falta más estudios que comprueben la aparición de esta enfermedad con este patrón de conducta.

Patrón de conducta tipo D

Este patrón de conducta fue propuesto por Denollet. Estas personas tienen una continua sensación de angustia e inhibición social, por lo que la persona experimenta vergüenza o miedo, y se siente impedida a actuar de acuerdo con sus sentimientos, deseos o capacidades. Al igual que la personalidad tipo A, sería más propenso a enfermedades cardíacas al estar más predispuesto al estrés físico y psicológico.

Clasificación de la conducta según la criminología

Según la criminología y la psicología, la conducta se puede clasificar de la siguiente forma:

Conducta social

Es aquella que está regulada por las normas sociales tomando en cuenta el bien común. Es el patrón de conducta que toman la mayoría de las personas que conviven en una sociedad. Un ejemplo de esto es pagar los productos de supermercado, hacer fila, ir a la escuela, etc.

Conducta asocial

Este tipo de conducta se caracteriza por no tener los conocimientos de cómo funcionan las normas sociales. Los individuos con esta conducta no mantienen comunicación con la comunidad. Si bien esta conducta no atenta con el bien común, puede afectar a los miembros de la familia, ya que el individuo puede tener un problema de la personalidad. Un ejemplo de esto es un individuo que esté pasando por un cuadro depresivo y se aísle de su familia.

Las personas con una conducta parasocial no aceptan el orden establecido en una sociedad y sus reglas, pero su oposición no es de forma violenta

Conducta parasocial

Las personas con una conducta parasocial no aceptan el orden establecido en una sociedad y sus reglas, pero su oposición no es de forma violenta y no representa un mal al bien común, tampoco están interesados en romper los valores establecidos. Estas personas, a diferencia de los asociales, no se aíslan de la sociedad aunque no crea en sus valores, y aprovechan los beneficios que representa vivir en comunidad. Un ejemplo de este tipo de conducta son algunas sectas.

Conducta antisocial

Todas las conductas que atientan contra el bien común y las normas en una sociedad se consideran como conductas antisociales. Cabe mencionar que no todas las conductas antisociales constituyen un delito, solamente las que están condenadas en el Código Civil de cada país, como el robo o el secuestro. El alcoholismo, por ejemplo, es una conducta antisocial que no está penada (bajo ciertas circunstancias).

El trastorno antisocial no es sinónimo de criminalidad, pero si es un rasgo común entre los criminales. Las personas suelen carecer de sentimientos de culpa y lealtad, pero es difícil su diagnóstico dado que demuestran tener una forma de ser aparentemente normal, consciente de su realidad e inteligencia verbal.

Por último, compartir esta reflexión de Friedrich Schiller: “Si quieres conocerte, observa la conducta de los demás. Si quieres comprender a los demás, mira en tu propio corazón”.

Los patrones de conducta