martes. 23.04.2024

También refuerza la idea de que el niño se ve afectado por la influencia de otros. Se basa en tres conceptos clave: que las personas pueden aprender a través de la observación, que el estado mental afecta este proceso de aprendizaje y que sólo porque se aprendió algo no significa que esto resulte en un cambio en el comportamiento de la persona.

Albert Bandura (relevante psicólogo americano, cognitivo-conductual) en su libro Social Learning Theory, explicó que sería muy peligroso si las personas aprendieran sólo a base de su experiencia, como se creía anteriormente, en lugar de que sea a través de observar a otros y aprender de sus acciones. Por ejemplo, si un alumno está copiando en un examen y la maestra lo castiga, los compañeros pueden aprender que ese tipo de acciones están mal por ver las consecuencias de las acciones de su compañero.

Afortunadamente, en la mayoría de los humanos el comportamiento se aprende de manera observacional a través del modelado: al observar a otros se forma una idea de cómo se realizan los nuevos comportamientos, y en ocasiones posteriores, esta información codificada sirve como guía para la acción.

Este libro se enfoca en tres modelos: 1) uno vivo, que involucra a una persona real actuando de cierta manera; 2) otro de instrucción verbal, que implica describir y explicar un comportamiento; 3) y otro modelo simbólico donde, a través de libros, películas, programas o medios en línea, personajes reales o ficticios demuestran ciertas actitudes.

¿Cómo aprenden los bebés a asignar valores a sus acciones en función de su situación social?

Estos modelos demuestran que el aprendizaje se puede dar de muchas formas, por ejemplo, a través de la lectura o de ver la televisión. Este último punto ha generado mucho debate debido al impacto que la televisión, el ordenador o los videojuegos pueden causar en los niños y jóvenes.

A partir de su investigación, Bandura describió el aprendizaje social en cuatro principios:

Atención: Para aprender, es necesario estar enfocado y poner atención. Especialmente en el caso de los niños, si ven algo novedoso o diferente, es más probable que presten atención.

Retención: Internalizar la información que acaban de aprender y almacenarla como recuerdo.

Reproducción: Reproducir información que se retuvo anteriormente y utilizarla cuando sea necesario, como en un examen.

Motivación: Sin motivación no hay interés para hacer ninguna cosa. Esta motivación se puede originar cuando observamos que otra persona es recompensada o reprochada por hacer o no algo, lo que motiva al observador a querer hacer lo mismo o evitarlo.

Albert Bandura, con su experimento de los muñecos Bobo, desarrolló un modelo de aprendizaje, alejado de las creencias de la época, en las que observar actos de violencia era algo catártico y hacia al espectador menos agresivo, por el contrario, demostró que el aprendizaje es social porque involucra a la comunidad. Los alumnos aprenden del comportamiento de sus padres, maestros y compañeros, no sólo del tema expuesto en la clase.

La interacción social pues, juega un papel clave en la vida de los seres humanos. El bienestar de una persona depende en gran medida de su capacidad para formar parte de instituciones socioculturales complejas. Incluso durante la infancia, los humanos dependen de sus interacciones sociales con otros humanos para el aprendizaje social y cultural, la posterior adaptación a diferentes entornos sociales y, en última instancia, la supervivencia.

Varios estudios han demostrado que los bebés no responden automática o reflexivamente a las señales externas, sino que modulan adaptativamente sus comportamientos sociales para adaptarse a su contexto social. El seguimiento de la mirada es uno de esos comportamientos que los bebés modulan en función de su entorno.

Sin embargo, algunos estudios han demostrado que el seguimiento de la mirada de los bebés puede ocurrir independientemente de su contexto social. En consecuencia, la evidencia empírica que explica la modulación contextual del comportamiento social de los bebés es inconsistente. Por lo tanto, existe la necesidad de un marco teórico que pueda describir eficazmente el mecanismo subyacente a tales modulaciones conductuales.

Con este fin, un nuevo estudio realizado por el Dr. Mitsuhiko Ishikawa, investigador de JSPS en el Centro de Ciencia del Bebé de la Universidad de Doshisha, utiliza la modulación contextual del comportamiento de seguimiento de la mirada, como un modelo para evaluar cómo los bebés modulan contextualmente su comportamiento comunicativo. El estudio fue publicado en Trends in Cognitive Sciences en marzo de 2023.

"Propusimos que, desde la infancia, los humanos integren la información perceptiva, los recuerdos y el estado fisiológico actual para determinar el comportamiento óptimo en cualquier contexto social a través de un proceso de toma de decisiones impulsado por valores", explica el Dr. Ishikawa. Esto significa que los bebés eligen entre diferentes acciones en cada contexto social evaluando qué acción resultará en el resultado más gratificante, como adquirir nueva información o un incentivo social.

El Dr. Ishikawa, junto con el profesor Atsushi Senju del Centro de Investigación para el Desarrollo Mental Infantil de la Facultad de Medicina de la Universidad de Hamamatsu, también propuso que las señales externas no determinan directamente el comportamiento social de los bebés.

Para apoyar estas hipótesis, ambos investigadores se basaron en su investigación empírica para diseñar el "modelo de calcular el valor de la acción", que describe los procesos cognitivos involucrados en cómo los bebés deciden comportarse durante diferentes interacciones sociales.

Este modelo sugiere que los bebés primero codifican las señales sociales en cada contexto. Estos pueden incluir cualquier tipo de estímulo social, incluyendo caras, gestos y habla. Luego, los bebés procesan estos estímulos sociales para formar una representación de la situación social actual. A partir de entonces, sus cerebros calculan y comparan los valores de diferentes acciones alternativas dentro de una situación social particular.

Una vez que se comparan estos valores de  acción, los bebés finalmente eligen realizar la acción óptima que tiene el valor adaptativo más alto, es decir, una que conducirá a la respuesta / resultado más adecuado en esa situación social.

Todo el proceso de cálculo y comparación del valor de la acción también puede verse influido por la memoria de experiencias pasadas y estados internos, como las señales físicas o psicológicas del cuerpo. Además, estos valores de acción se pueden actualizar en función de los comentarios recibidos al realizar esa acción. Dado que las situaciones sociales a menudo son dinámicas y pueden incluir interacciones, este proceso se vuelve iterativo. Así, una vez que se realiza una acción, el contexto social se actualiza y procesa desde el principio para realizar otra acción.

Pero ¿cómo aprenden los bebés a asignar valores a sus acciones en función de su situación social?: Según los investigadores, los bebés están predispuestos desde el nacimiento a involucrarse con los estímulos sociales. Luego, con la experiencia, aprenden las combinaciones probables de las acciones y sus resultados para determinar qué acciones funcionan de manera óptima en el contexto social.

Además, las diferencias individuales en las experiencias sociales, como el entorno familiar, pueden moldear aún más la forma en que los bebés asignan los valores de la acción. Por ejemplo, los bebés sordos criados por padres sordos exhiben más comportamiento de seguimiento de la mirada que los bebés oyentes criados por padres oyentes.

Esencialmente, este modelo basado en los valores destaca la importancia del cálculo del valor interno y el proceso de toma de decisiones en los bebés y apoya los estudios que sugieren que los bebés modulan contextualmente sus comportamientos sociales en lugar de seguir señales externas.

El Dr. Ishikawa dice: "Nuestro modelo cognitivo podría inspirar la investigación empírica del comportamiento social de los bebés, incluidas las acciones sociales distintas del seguimiento de la mirada, desde la perspectiva de la toma de decisiones basada en valores. Esto también podría estar relacionado con mecanismos que dan forma a las diferencias individuales y culturales en el comportamiento social, y tal vez mejorar nuestra comprensión de la cuestión fundamental de cómo los humanos interactúan socialmente en su vida cotidiana".

Por último, compartir esta reflexión de Joseph Joubert:”Los niños necesitan más de modelos que de críticos”.

Codificación de las señales sociales en la infancia