viernes. 19.04.2024
macri rajoy

El intento absurdo de atraer inversores mientras quienes se afanan en esa labor prefieren mantener su dinero en cuentas extranjeras, es algo que no ignoran los potenciales productores de brotes verdes

Con ansias esperaba el presidente argentino la llegada de su par, Mariano Rajoy, que finalmente se produjo la noche del lunes, cuando el primer mandatario español pisó el suelo de Buenos Aires acompañado por setenta importantes empresarios ibéricos. “Argentina y España son dos amantes que han vuelto a reencontrase”, sostuvo Mauricio Macri, sin detallar cuál será la postura que adoptará el país que preside, en las venideras relaciones.

El elegante hotel Alvear Icon, de Puerto Madero, fue el escenario en el cual Macri y Rajoy encabezaron el acto de apertura del encuentro empresarial “España-Argentina”, al que asistieron los CEOs de las diez firmas más importantes del país; entre los cuales se encontraban presentes José Aljaro (Abertis), Fernando Abril Martorell (Indra), Josu Esnaola (CAF), Antonio Huertas (Mapfre), Pablo de Carvajal (Telefónica), Gonzalo Juan Gómez Zamalloa (Dycasa), José María López Piñol (Urbaser) y Sergio Aranda (Gas Natural Fenosa), así como el presidente de CEOE, Joan Rosell.

Haciendo gala de una absoluta ignorancia respecto de los avatares de la economía del país presidido por Macri, Rajoy sostuvo que “Argentina atraviesa un momento de crecimiento económico con expectativas muy positivas"; y seguidamente destacó "las valientes reformas que en muy poco tiempo puso en marcha el gobierno de Cambiemos”.

Ansioso (como todo amante que se reencuentra con su amado), Macri adelantó al diario Clarín "Espero que (Rajoy) me ayude a convencer a los españoles, definitivamente, de que aquí son muy bienvenidos, que ésta es su casa"; en referencia a la posibilidad de convencer a los empresarios españoles de que –más allá de que su propio equipo de gobierno no confía en el país y ha decidido mantener su dinero en el exterior- inviertan en Argentina.

La imperiosa necesidad de atraer inversores choca con los sincericidos cometidos por miembros del gabinete del mismo gobierno que persigue ciegamente unos brotes verdes que de momento brillan por su ausencia. Bieito Rubido, director del diario español ABC, estuvo en Buenos Aires la pasada semana y no dudó en relatar la visión de uno de sus empresarios amigos que lo acompañó en su viaje a Argentina. “Para ir a Buenos Aires te acompaño, vamos en mi avión, a la noche salimos al teatro, a comer, recorremos todo, pero no me pidas que ponga un solo euro en ese país".      

La popularidad de los fracasos neoliberales argentinos no pasa desapercibida. El intento absurdo de atraer inversores mientras quienes se afanan en esa labor prefieren mantener su dinero en cuentas extranjeras, es algo que no ignoran los potenciales productores de brotes verdes. Durante su visita a España, el Ministro de Hacienda argentino, Nicolás Dujovne, no supo qué responder a la pregunta: ¿Cómo quiere inversiones para la Argentina si usted guarda su plata en una offshore?". Y si a esto se le añade la declaración que realizó hace apenas dos días el Ministro de Energía, Juan José Aranguren, entonces bien podría decirse que es el propio gabinete de Macri quien espanta a los potenciales inversores. Durante una rueda de prensa, Aranguren que -posee millonarios ahorros en Estados Unidos- sostuvo que tanto él como otros miembros del gabinete que guardan su dinero fuera del país, lo traerán de regreso “solo cuando el país sea confiable”.

“Las valientes reformas que en muy poco tiempo puso en marcha el gobierno de Macri”, según Rajoy, no han logrado aún convencer a quienes las gestaron. La visita de Rajoy a Argentina alimenta las portadas de los medios que pretenden resaltar las buenas relaciones internacionales que ha logrado el gobierno de Mauricio Macri. Sin embargo se trata de una nueva maniobra de entrega incondicional, tal como ya lo ha hecho el presidente ante la visita de Donald Trump a la Casa Rosada. Esta vez Argentina se pone de rodillas ante España para celebrar el reencuentro de viejos amantes. Una postura que ya ha practicado Argentina con otros amantes y que parece ser la única de la que disfrutan los líderes neoliberales de la región. 

El reencuentro de dos amantes