viernes. 19.04.2024

Argentina desigual

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A Macri sólo le resta remitirse a esa “solución” que algún humorista alguna vez pensó: “Combata al hambre y a la pobreza: Cómase a un pobre”

El resultado del cóctel neoliberal impulsado por el gobierno de Mauricio Macri ya se ha traducido en números precisos, estadísticas e índices; pero es a pie de calle en donde la miseria se palpa cada día con mayor exactitud. La autoproclamada “Revolución de la Alegría” que el empresario reconvertido a presidente propuso como máxima meta de su mandato, incluía también ese otro ítem que repitió hasta el cansancio y que aspiraba a lograr una Argentina con “Pobreza Cero”.  De momento la alegría ha revolucionado sólo a las clases más acomodadas del país, que han sabido ver en Macri a ese par que llegó para proteger sus intereses. En cuanto al hambre y a la pobreza, al mandatario argentino sólo le resta remitirse a esa “solución” que algún humorista alguna vez pensó: “Combata al hambre y a la pobreza: Cómase a un pobre”.

El crecimiento de la desigualdad no tiene freno. Argentina ya experimentó este desbarajuste durante la Dictadura Militar y en la segunda mitad de los años ’90. La incapacidad del oficialismo para detener la inflación (en campaña Macri señaló que la inflación era la muestra de la ineptitud para gobernar y agregó que en su gobierno ese tema sería muy simple de resolver), el incremento de precios de los productos básicos, los tarifazos, los recortes de ayudas sociales, la quita de medicina gratuita para jubilados y discapacitados, la toma de una deuda colosal, y un vasto etcétera, colocan nuevamente a Argentina en la lista de los países con mayor desigualdad de América Latina.

Al finalizar el primer año de mandato de Macri, el diario vaticano L’Osservatore Romano se hizo eco de las estadísticas del Indec (Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina) sobre distribución de ingresos en el país y resaltó el aumento de la pobreza y la desigualdad social. El periódico destacó que “más de 32 por ciento de la población es pobre” y tituló: “Crece la desigualdad social en Argentina”. L’Osservatore Romano hizo notar en el artículo que los argentinos son más pobres que “cuando comenzó el mandato del gobierno de Mauricio Macri, luego del último año de la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner”. “Los argentinos ricos son cada vez más ricos y los pobres son cada vez más pobres”, sostuvo el medio.

Por su parte el Director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), Agustín Salvia, ya había advertido que comenzaba a ser notable el aumento de la desigualdad y el de la pobreza extrema. “Mientras el resto de la región redujo la pobreza, en Argentina creció notablemente. Las medidas económicas que se tomaron, la falta de una reactivación y el aumento inflacionario por sobre las expectativas populares y oficiales, produjo que se agravara la pobreza y sobre todo la pobreza extrema en los sectores más carentes", afirmó Salvia.

Argentina está nuevamente inserta en el mundo. Y el resultado es este que se puede observar a simple vista. El fantasma del populismo ya se ha esfumado; ahora son los amos de los negocios quienes conducen al país hacia un futuro muchas veces padecido en el pasado.

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