TRIBUNA DE OPINIÓN

Alerta máxima

Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez

Alerta, / se siente, / como un fatal ramalazo, / está en el ambiente, / que esta chusma / cocina un nuevo tamayazo...(Francisco de Quevedo y Villegas)


Ahora en serio. El empecinamiento por investir a Núñez Feijóo sabiendo que es científicamente imposible porque no tienen diputados para ello y porque nuestro sistema político es la democracia parlamentaria no el presidencialismo, no es porque los capos del PP -y sus aliados neofascistas- sean imbéciles o desconozcan como funciona nuestro sistema. No son lo uno ni lo otro al 100%.

El empecinamiento responde a un estado de extrema necesidad de Feijóo y sus muchachos, que saben que si no es presidente y el juego de alianzas y mayorías parlamentarias sanciona un nuevo gobierno progresista presidido por Pedro Sánchez, pues les quedan dos telediarios al frente del PP.

Ese estado de histeria y necesidad afecta también a algunos grandes poderes económicos y empresariales -bancos y eléctricas, en especial- que temen que un futuro gobierno progresista siga apretándoles las tuercas fiscales a la vista de unos beneficios desbocados sin precedentes. Que un gobierno cuasi fascista como el de Italia exija a los bancos que paguen impuestos como es debido y que no vivan en nuestra sociedad como parásitos de superlujo, abunda en la legitimidad de políticas fiscales justas, máxime tratándose de un gobierno progresista.

El empecinamiento responde a un estado de extrema necesidad de Feijóo, que sabe que si no es presidente le quedan dos telediarios al frente del PP

Para que ese empecinamiento sea exitoso y puedan elevar al Feijóo a los altares, no van a reparar en límite moral, político o jurídico alguno. Que nadie se llame a engaño porque llevan semanas proclamándolo. Tienen tres líneas de trabajo a cual más repulsiva y peligrosa:

1) Comprar al precio que sea -dinero es lo que sobra- media docena de diputados de los grupos democráticos y progresistas que apoyarán la investidura de Pedro Sánchez. Hay precedentes y me remito al poema de Quevedo. Están tocando a gente, me consta. Sólo quedan exentos de la tentación los electos de PP y VOX; claro que son tan patosos que a lo peor los tocan también.

2) Meter al Jefe del Estado en el brete de encargar la investidura a un Feijóo sin apoyos suficientes -los que tenga comprados en secreto no se desvelarían hasta el día de la votación- con el racaraca de la lista más votada. Son cínicos hasta extremos espasmódicos y provocar una crisis institucional y constitucional se la suda con tal de ganar. Llevan 5 años bloqueando la renovación del órgano de gobierno del poder judicial y jugando con sus peones togados sin el menor complejo ni disimulo ni pudor alguno.

Para que ese empecinamiento sea exitoso y puedan elevar al Feijóo a los altares, no van a reparar en límite moral, político o jurídico

3) Magrearse en secreto con Puigdemont -ojo al cristo que es de plata- para que éste no apoye la investidura de Pedro Sánchez y forzar así nuevas elecciones para Navidad, en la secreta esperanza de que éstas sí las ganarían por mayoría absoluta la alianza trentina de PP y neofascismo, o lo que quedara de este último. Esta línea de trabajo se fundamenta en que Puigdemont ha hecho tanto el chorra en los últimos 6 años que hacerlo 6 meses más ni se notaría apenas.

Esto es lo que pienso a tres días vista de que se constituya el Congreso de los Diputados y eche a andar el proceso -incierto, insisto- de investidura del compañero Sánchez y de un próximo gobierno democrático y de progreso presidido por él.

Los aludidos en estas líneas en vez de descalificarlas que extremen las alertas por aquello de que es mejor prevenir los tamayos que sufrir los tamayazos.