El actual presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, tiene un estilo muy particular a la hora de expresar su opinión y sus propuestas políticas y, por lo que parece, un estilo bastante eficaz si hacemos caso a las encuestas.
Dice una cosa, pero quiere decir otra, aunque en realidad hace otra distinta que nada tiene que ver ni con la que ha dicho, ni tampoco con la que ha querido decir. Hay decenas de ejemplos y decenas de artículos de opinión que explican y analizan las muchas contradicciones y los frecuentes errores que ha tenido en los escasos meses que preside el Partido Popular.
El pasado lunes, 5 septiembre, tuvimos un nuevo ejemplo en la conferencia dictada en el Desayuno Informativo de Europa Press, donde presentó sus improvisadas propuestas para hacer frente a la crisis energética por el precio del gas tras el corte del suministro por parte de Rusia a Europa. Aunque la mayoría de estas ya se están aplicando por el Gobierno de España, o están previstas ponerlas en marcha sin tardar mucho, nos ha dejado un buen ejemplo de comunicación que ejemplariza su estilo político. De nuevo nos obligará a hacer grandes esfuerzos para adivinar el sentido y el mensaje real que nos quiere hacer llegar.
Para no equivocarnos a la hora de entender en realidad lo que Feijóo nos quiere decir, habrá que saber deducir lo que piensa para saber lo que al final, de verdad, hará
Veamos lo que ha dicho cuando se ha referido a las causas de la inflación que padecemos. Textualmente: “el Gobierno miente como siempre al decir que la inflación es consecuencia de la guerra de Ucrania”. “La inflación no se produce a consecuencia de la guerra de Ucrania, la inflación se incrementa de una forma muy intensa como consecuencia de la guerra de Ucrania. Decir, por tanto, que la inflación es consecuencia de la guerra de Ucrania es, como siempre, no contarles la verdad a los españoles”.
Bueno, esta argumentación es lo más parecido a esa historia que se cuenta para cuando el mensaje que te da tu interlocutor parece que está hecho sobre una argumentación para que no le entiendas. Y dice la historia: «Manuel viaja a Santiago para ver a su amigo Carlos que, por suerte, lo encuentra a los pocos minutos en esta ciudad. Cuando lo ve, Carlos exclama muy sorprendido “¿qué haces aquí Manuel?’. Este le responde con toda naturalidad “venía a verte”. “¿Y cómo supiste que estaba en Santiago?”. “Fue muy fácil”, le contesta Manuel. “Me acerqué a tu casa en Pontevedra, y tu mujer me dijo que habías ido a A Coruña para que yo pensara que estabas en Vigo. Pero lo entendí claro, y en seguida me dije: ¡Carlos está en Santiago!».
No hay más remedio. Cuando leamos o escuchemos a Feijóo dándonos su opinión sobre si las pensiones deben subir según los precios, sus medidas para el ahorro energético, la ley del aborto, la renovación del Poder Judicial o sobre el bloqueo de los convenios colectivos y la revisión de los salarios …. no nos va a quedar más que hacer el esfuerzo que hizo el listo de nuestro Manuel. Para no equivocarnos a la hora de entender en realidad lo que Feijóo nos quiere decir, habrá que saber deducir lo que piensa para saber lo que al final, de verdad, hará.
