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Esta semana he visitado la Exposición "Misión Malaria, una mirada histórica" organizada por el Museo Nacional de Ciencias Naturales-CSIC y el Instituto de Salud Global - Fundación La Caixa. (1)
Con interesantes historias y fotos de Quique Bassat, director de ISglobal, no aporta ninguna novedad, respecto a la exposición que vi en la Biblioteca Nacional, hace 14 años, que además tenía un fantástico Catálogo, financiado por Caja Madrid (2).
Sí coinciden ambas exposiciones en ocultar toda la lucha antipalúdica que se llevó a cabo durante la guerra civil española, desde el Hospital de Carabineros, situado en la Residencia de Estudiantes. La exitosa lucha contra una epidemia que se desató a partir de febrero de 1937 de malaria en los frentes de Madrid.
Hace años, en 2009, ya escribí un artículo crítico sobre este tema (3) y lo explicaba muy bien su director, el eminente doctor Luis Calandre Ibáñez, en las sesiones clínicas que tuvieron lugar durante esos años (1937-39).
Un ejemplar del libro que se publicó, "Campaña antipalúdica de un frente de guerra", se encuentra en la Biblioteca Nacional (4).
La actual exposición está situada en el vestíbulo de la sala "biodiversidad" del Museo y es realmente un caos, poder verla con tranquilidad es imposible, dado el griterío de los numerosos escolares, que van a ver a los animales disecados acompañados por unos profesores aturdidos.
Nunca me gustó esta sala con los dinosaurios y en general cómo está organizado este museo. Aprovechando mi visita, pasé a ver el museo (provisional) de Santiago Ramón y Cajal, que se encuentra en varias salas más tranquilas y organizadas, en donde se alude a la "Junta Para Ampliación de Estudios e Investigaciones Biológicas" cuando debería decir "Científicas" (5). Errores que se repiten y deberían corregirse como en la definición de dicha Junta en la placa en honor de los científicos represaliados de la JAE que se encuentra en el Claustro de la Memoria Democrática, colocada por el CSIC, (pone Junta "de" ampliación de Estudios), procurando utilizar las mismas denominaciones, más cuando el Museo de Ciencias Naturales pertecene al CSIC.
Que oculten este periodo de la historia de la medicina, porque fue un éxito de la II República, la lucha contra la malaria en ese periodo es increíble, pero cierto.
Posteriormente, con la dictadura franquista, a partir de 1940, los enfermos de malaria alcanzaron los 400.000, debido a las malas condiciones sociales y sanitarias de la dura y cruel posguerra. Lástima que se desaproveche la ocasión y no se les explique a los numerosos escolares que pasan por el museo lo que hizo bien la II República.
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