viernes. 29.03.2024

La pandemia de los malvados

 

El 5-4-2020 en este medio publicaba el artículo Si el neoliberalismo sobrevive, no busquemos culpables, seremos nosotros. La tesis que mantuve era que al fracaso a nivel económico del neoliberalismo con la crisis  de 2008 fue incuestionable.Y a pesar de ello siguieron con las mismas políticas que causaron la crisis.Y que la pandemia actual ha mostrado el fracaso de sus valores: individualismo, egoísmo, competencia, el sálvese quien pueda. No obstante,  afortunadamente estos días vemos otros valores: la solidaridad, el altruismo, la fraternidad.O la empatía radical que es ponerte en el lugar del Otro, del que sufre y darte cuenta de que el Otro no es tan diferente de nosotros.La consecuencia lógica,aunque el comportamiento de los humanos es imprevisible,debería  ser para gran parte de la ciudadanía española el descrédito definitivo del neoliberalismo.De ahí el título del citado artículo.

Mas,siendo claro tal fracaso para una persona normal, desde determinados niveles académicos y políticos siguen defendiendo el neoliberalismo, a pesar de todo lo ocurrido,como la única y la mejor opción.Vamos a verlo.

Existe la Fundación Internacional para la Libertad (FIL),presidida por el Premio Nobel de Literatura D. Mario Vargas Llosa,que nació en octubre de 2002 y entre sus principales objetivos están la defensa y promoción de los principios de la libertad,la democracia y el Estado de Derecho.Su constitución fue una iniciativa de un grupo de intelectuales y referentes de think tanks de ambos lados del Atlántico (Estado Unidos, Iberoamérica y Europa).FIL apuesta por aquellos principios cuya instauración constituyen las bases de la democracia,la libertad y la prosperidad, adoptando estrategias destinadas a combatir en el campo de las ideas aquellas que amenazan estos valores.

Todos estos think tanks siempre hablan de su defensa de la libertad,de lo que no hablan es de la igualdad y la justicia social. Es una visión de la libertad muy peculiar,una libertad entendida como “Déjame hacer lo que me venga en gana”, tenemos un buen ejemplo en D. José María Áznar.Es lo que siempre plantean los poderosos: yo no quiero que el Estado le prohíba a nadie dormir debajo de un puente,como si los Amancio Ortega durmiesen alguna vez debajo de un puente. No,es una manera indirecta de decir “No quiero que el Estado regule nada”.Pero claro que hay que regular; es lo que debe defender la izquierda,  ya que si no se regula, los poderosos devoran a los de abajo.Las elecciones, el estado de derecho, los derechos humanos son sin duda importantes pero, fracasarán inevitablemente si no los acompañamos de avances en la democracia social y cultural. La historia lo prueba y no hay razón para pensar que se equivoca: la democracia política que tiene como soporte grandes desigualdades sociales, económicas y educativas acaba por naufragar en la dictadura. Así la gran lección para la izquierda, es que en lugar de preocuparse por inventarse nuevas banderas en reemplazo de la igualdad, la izquierda debería conservar ese estandarte.

Tal Fundación acaba de publicar un  Manifiesto, con un título muy pomposo Que la pandemia no sea un pretexto para el autoritarismo, que tiene muy claros sus objetivos:

“Los abajo firmantes compartimos la preocupación por la pandemia de covid-19 que ha provocado gran cantidad de contagios y muerte en todo el mundo, y hacemos llegar nuestra solidaridad a las familias enlutadas.

Mientras los empleados de la sanidad pública y privada combaten el coronavirus valerosamente, muchos gobiernos toman medidas que restringen indefinidamente libertades y derechos básicos. En lugar de algunas entendibles restricciones a la libertad, en varios países impera un confinamiento con mínimas excepciones, la imposibilidad de trabajar y producir, y la manipulación informativa.

Algunos gobiernos han identificado una oportunidad para arrogarse un poder desmedido. Han suspendido el Estado de derecho e, incluso, la democracia representativa y el sistema de justicia. En las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua la pandemia sirve de pretexto para aumentar la persecución política y la opresión. En España y la Argentina dirigentes con un marcado sesgo ideológico pretenden utilizar las duras circunstancias para acaparar prerrogativas políticas y económicas que en otro contexto la ciudadanía rechazaría resueltamente. En México arrecia la presión contra la empresa privada y se utiliza el Grupo de Puebla para atacar a los gobiernos de signo distinto.

A ambos lados del Atlántico resurgen el estatismo, el intervencionismo y el populismo con un ímpetu que hace pensar en un cambio de modelo alejado de la democracia liberal y la economía de mercado.

Queremos manifestar enérgicamente que esta crisis no debe ser enfrentada sacrificando los derechos y libertades que ha costado mucho conseguir. Rechazamos el falso dilema de que estas circunstancias obligan a elegir entre el autoritarismo y la inseguridad, entre el Ogro Filantrópico y la muerte”.

Madrid abril 2020

Merece la pena fijarnos en los firmantes de adhesión a este Manifiesto. En total 625. A nivel internacional aparecen nombres de políticos como Fox, Uribe, Duque, Macri, Zedillo, Lacalle (Uruguay), etc. También hay empresarios, intelectuales y economistas. Vamos todo un elenco de personajes ilustres y “progresistas”. Me quiero fijar en los nombres españoles. Les hago una apuesta. Antes de leer los españoles firmantes, les pido que hagan un esfuerzo de adivinos. Estoy seguro que aciertan. Estos son: Aznar, José María; Savater, Fernando; Álvarez de Toledo, Cayetana; Cabrillo, Francisco; Cortés, Miguel Ángel; de Azúa, Félix; Cremades, Javier; Díez, Rosa; Fernández-Lasquetty, Javier; Huerta de Soto, Jesús; Lacalle, Daniel; Marcos Domínguez, Pilar; Nasarre, Eugenio; Rallo, Juan Ramón; Schwartz, Pedro; Rivera, Albert, etc. Vamos la flor y nata de la progresía española. Los adalides de la libertad, la igualdad les interesa menos.

En la página de la fundación se insertan videos con testimonios de adhesión de personajes ilustres y egregios de nuestro panorama político. Entre ellos el ínclito Albert Rivera. Y Rosa Díez, la cual asevera que los objetivos del gobierno actual en España es ni más ni menos, que cargarse la democracia en España. Dice textualmente: “Es necesaria una recuperación de las libertades. Los que llegaron al gobierno para acabar con el régimen de libertades de la Constitución del 78, mucho me temo que quieran aprovechar esta crisis para alcanzar sus objetivos. No crean que soy exagerada, les estoy diciendo la verdad.” Realmente la metamorfosis política de esta señora debería estudiarse en la ciencia política.

Y la apoteosis en cuanto a desfachatez,  es el video  del economista Daniel Lacalle, el gurú de la economía del PP, por lo que fue en cuarto lugar por Madrid en sus listas en las elecciones de 28-A,  y que luego ya no repitió el 10-N, según sus propias palabras  "por generosidad" y para facilitar la entrada de Marimar Blanco, tras habérselo pedido la dirección del PP, según fuentes del partido.Si algo caracteriza a este caballero es la generosidad y la humildad.

Voy a trascribir al completo el texto del video de Lacalle. He detenido en numerosas ocasiones el vídeo para reflejar sus palabras exactas, con puntos y comas.Lo que puede suponer algún error gramatical, al trascribir el lenguaje oral en escrito. Merece la pena su lectura. Es el paradigma del neoliberalismo descarnado. Les ruego lo lean, aunque pueden si les apetece verlo en la página de la Fundación. Verán que el epíteto de desfachatez utilizado para calificarlo está plenamente justificado. Es más, creo que me he quedado corto. Solo quiero adelantarles  este fragmento, como aperitivo, que aparece al final: es, por ello, el momento de la libertad y el momento para recordarle a cada ciudadano que todo lo que nos está permitiendo sobrellevar esta pandemia, que son las aportaciones y el tejido productivo y el funcionamiento adecuado de las empresas. Hace falta tener una cara dura más dura que el cemento armado para decir esto, si observamos que ha sido el sector público, la sanidad pública la que está haciendo frente a esta pandemia con escasez de recursos, propiciados por esa doctrina neoliberal que sigue defendiendo, que ha supuesto la muerte de sanitarios.¿Qué hubiera ocurrido en esta España nuestra sin la sanidad pública? De verdad, es vergonzoso. Es de los escritos más perversos de los que he oído nunca.

Ahí va: “Nos encontramos en tiempos difíciles, que a la pandemia se le ha unido el cierre forzoso de la economía,  y con el cierre forzoso de la economía, empiezan las tentaciones totalitarias e intervencionistas de muchos gobiernos. Primero por una falta de prevención y de control de la pandemia, muchos gobiernos ignoraron señales que venían de países que han liderado el control de la pandemia, como Corea del Sur y Singapur, países entre los más libres del mundo, y decidieron tomar las alternativas del avestruz, meter la cabeza en el agujero, y esperar que no pasase nada; y así se ha generado una pandemia con unos efectos devastadores en la sociedad, pero se ha acompañado  del cierre forzoso de la economía por parte de muchos gobiernos, lo cual ha generado una crisis económica, que tendrá un impacto en la economía mundial  de alrededor del 4% del PIB, una caída del 4% mínima, que le llevaría a una recuperación,una recuperación en forma de ele, una crisis económica,  que va a tener un impacto también muy fuerte sobre la eurozona, un impacto también muy fuerte sobre los países exportadores de materias primas y sobre los precios de las materias primas y de las ventas de las empresas por el decreto del gobierno de cerrar la economía.

Los gobiernos deberían haber trabajado, por un lado, gestionar y prevenir la pandemia con medidas serias de test y de prevención; y por otro, preservar el tejido productivo. Y ahora nos encontramos ante la tentación intervencionista, muchos gobiernos, como el español o el italiano están tomando las medidas contrarias a las que se deben tomar en este tipo de crisis, como el control de precios, prohibir el despido, podían prohibir también los fallecimientos por coronavirus, prohibir las transacciones comerciales, intervenir las cadenas de suministros; todas son medidas además acompañadas  de un buenismo, en el que nos dicen que el Estado tiene que ayudar; lo cual, por un lado, cercena piernas de la economía y por otro, como que va a ayudar a la economía  a sobrellevar este esfuerzo. Es ahora precisamente cuando los defensores de la libertad tenemos que poner nuestra voz, nuestro mayor empeño para demostrar que el intervencionismo, es lo contrario a lo que se necesita  para solventar esta crisis; se necesitan muchas más empresas, mucho más  emprendimiento y mucha más aportación del sector privado, ante lo que ha sido evidentemente un absoluto fracaso del intervencionismo, un absoluto fracaso de gestión y de previsión por parte de los gobiernos, y un absoluto fracaso en cuanto a la distribución a las cadenas de suministros cuando se han llevado a cabo medidas intervencionistas o proteccionistas, es, por ello, el momento de la libertad y el momento para recordarle a cada ciudadano que todo lo que nos está permitiendo sobrellevar esta pandemia, que son las aportaciones y el tejido productivo y el funcionamiento adecuado de las empresas. Es lo que tenemos que preservar y apoyar, y menos elecciones malas”.

Según Marcos Roitman en el artículo  EL Covid-19 dispara la pandemia de los estúpidos,“Lo que aparece en ese Manifiesto de FIL es una crítica al confinamiento que impi­de trabajar, producir, generar riqueza, persigue políticamente, ataca la empresa privada, la democracia liberal y la economía de mercado. El enemigo, como siempre, la Internacional Comunista y el populismo. En esta dirección de estúpidos, destaca el canciller de Brasil, Ernesto Araujo, quien, en sincronía con el manifiesto declara que el coronavirus, camuflado bajo la ideología de género, el cientifismo y el alarmismo climático, es una invención del marxismo y una conspiración para implantar el comunismo, usando la OMS a fin de consolidar un orden sin naciones y libertades y sin espíritu”. Yo discrepo del título del artículo de Roitman, debería ser La pandemia de los malvados, como explicaré más adelante.

El título del artículo de Roitman lo toma del libro de  Carlo Cipolla, Las leyes fundamentales de la estupidez humana. Son 5 las leyes. Solo quiero referirme a la tercera ley: “Una persona estúpida es una persona que causa un daño a otra persona o grupo de personas sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso obteniendo un perjuicio”. Para entender esto es necesario según Cipolla, presuponer que todos los seres humanos están incluidos en alguna de estas cuatro categorías según su forma de actuar: los malvados, los incautos, los inteligentes y los estúpidos. Todos nosotros recordamos ocasiones en que estuvimos relacionados con un individuo que consiguió una ganancia, causándonos un perjuicio a nosotros: ahí un malvado. También ocasiones en que un individuo realizó una acción, cuyo resultado fue una pérdida para él y una ganancia para nosotros: ahí un incauto. Igualmente en ocasiones en que un individuo realizó una acción de la que ambas partes obtuvimos provecho: ahí un inteligente. Y por último los estúpidos, Porque nuestra vida está salpicada de ocasiones en que sufrimos perdidas de dinero, tiempo, energía, apetito, tranquilidad o buen humor por culpa de las dudosas acciones de alguna absurda criatura a la que se le ocurre causarnos daños, frustraciones y dificultades, sin que ella vaya a ganar absolutamente nada con esas acciones”.

De acuerdo con esa terminología de Cipolla, parece claro que los impulsores y firmantes de ese Manifiesto Que la pandemia no sea un pretexto para el autoritarismo,están claramente en el grupo de los malvados. Es una obviedad, porque cuánto daño ha hecho el neoliberalismo, y a pesar de ello, lo siguen defendiendo toda esta cuadrilla de desalmados. Lo hacen porque sacan grandes beneficios a costa del sufrimiento de los demás.

La pandemia de los malvados