viernes. 26.04.2024

Una nueva contribución del Gobierno a que seamos más pobres

Lo peor de la escalada de recortes del Estado del Bienestar en que nos encontramos es que no parece tener límites y que estos pueden afectar a todo. Un día publicaremos un listado total a modo de muro vergonzante que sitúe en un solo vistazo a la ciudadanía en su terrible realidad, en su auténtico “bienestar perdido”.

Lo peor de la escalada de recortes del Estado del Bienestar en que nos encontramos es que no parece tener límites y que estos pueden afectar a todo. Un día publicaremos un listado total a modo de muro vergonzante que sitúe en un solo vistazo a la ciudadanía en su terrible realidad, en su auténtico “bienestar perdido”. Algunos de estos abusan de la creatividad de quien plantea la medida de recorte, pero todas tienen el mismo denominador común: recortar, que no ahorrar, ahorrar es algo muy distinto.

Para visualizar esto último, nada mejor que un caso real: En la Comunidad de Madrid, Aguirre decidió dejar de pagar los salarios de los empleados públicos que se encontraban de baja médica. Desde ese momento, los empleados públicos, acuciados por los recortes en sus salarios no pueden permitirse no acudir a trabajar cuando contraen una enfermedad. Así que, a partir de ahora, podremos encontrar en la administraciones públicas trabajadores vendados, escayolados, con fiebre y hasta en postoperatorio. ¿El ahorro para la Comunidad de Madrid? Nada, es más, si sumamos la mala imagen, el desprestigio y los posibles riesgos para la salud, yo hablaría de pérdidas. ¿El porqué? Muy sencillo: Antes Aguirre pagaba el 40% del salario del trabajador en IT, mientras el otro 60% lo abonaba la Seguridad Social. Ahora es cierto que Aguirre ha dejado de pagar ese 40% de salario, pero si paga el salario completo a un trabajador cuya productividad con 38 de fiebre o con la mandíbula vendada en un puesto de atención al público, ha de ser ¡0!, por tanto ¿cuál es el ahorro? Amén de la vulneración de toda la legislación en materia de de Salud Laboral y Prevención de Riesgos Laborales. Pero claro, me dirán que a estos “recortadores” poco les ha de importar la Prevención de Riesgos Laborales.

Y es que esa, la productividad, es una de las claves de esta crisis o involución social en que nos encontramos. Que la inflación española sea más alta que la europea resta competitividad a nuestra economía. Pero de que esa inflación sea más alta no es responsable, como se nos dice entre otras cosas para justificar la Reforma Laboral, la productividad que hay en nuestro país y a través de esta, directamente, los costes salariales.

La moderación, cuando no los recortes de salarios, son un hecho constatado en las estadísticas desde 2008. Sin embargo, los precios crecen. En primer lugar, porque los beneficios empresariales se resisten a reducirse (por ello no bajan los precios de los productos que producen) y, en segundo lugar, debido a la subida de costes en la producción empresarial, fomentada desde las administraciones públicas y el propio Gobierno. Así es, la creciente privatización de servicios públicos tiene ese efecto: los servicios privatizados son más caros (suministros, transportes), además de las mayores tasas y precios públicos que se están imponiendo.

Por tanto, que no nos engañen, para que los productos españoles sean más competitivos, las empresas crezcan y se cree empleo, no es suficiente con abaratar el despido vía reforma laboral, hace falta que bajen los salarios de los directivos (algunos escándalos sobre esto conocemos), disminuyan los beneficios empresariales, se reduzcan los costes por servicios públicos y los directamente administrativos y, por supuesto, todo ello se acompañe de un incremento del gasto público y de medidas de fomento del consumo.

No es una receta que invente yo, el propio Rajoy lo asume anunciando una tremenda subida del paro justo después de que apruebe la Reforma Laboral. Cabe preguntarse pues, ¿qué utilidad tiene ésta en la creación de empleo? Hasta ahora, y ya van unas cuantas, ninguna Reforma Laboral ha creado empleo por sí misma. Y por cierto, ¿dónde quedaron los 3,5 millones de empleos de la campaña electoral del PP? Menos de dos meses en el gobierno es poco tiempo para pasar de tan alta creación de empleo a una, aun más alta, destrucción del mismo.

La Reforma Laboral está hecha a petición de Europa, en concreto de Merkel. El objetivo es que la economía española se parezca a la alemana. ¿Pero cuál es la realidad de Alemania? 7 millones de minijobs y salarios de menos de 60 céntimos la hora. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha criticado recientemente la política alemana de competitividad salarial, considerándola como la "causa estructural" de la crisis en la zona euro. Afortunadamente, al fin Báñez ha reconocido que tanto el minijob como el contrato único son inconstitucionales, ejemplo este muy gráfico de cómo nos protegen los derechos adquiridos.

El sistema al que nos están dirigiendo a través de esta crisis y del hermanamiento económico con Alemania es ese: podrá volver a funcionar la economía, crecer las empresas y el empleo, pero esto será compatible con un pueblo pobre, con gran dependencia del trabajo, salarios muy bajos, servicios privados caros e inaccesibles. Esto es el sueño de cualquier sistema de poder no democrático: un pueblo sometido, sin posibilidades, donde campa el miedo por perder lo poco que se tiene y sin acceso a la educación ¿os suena?; La calidad de vida, el Estado del Bienestar no se repondrán al mejorar la economía, no es cierto: cuando nos recortan un derecho, se pierden años de lucha que es muy difícil volver a reponer.

Es por esto que los servicios públicos somos el objetivo a batir por el poder neoliberal; no por el ahorro, no por la deuda o el equilibrio financiero, sino por la componente ideológica que conllevan. Un pueblo bien formado, con derechos y servicios públicos, no cuadra en el modelo de Estado doblegado al poder financiero. En estos días de gobierno del PP, hemos podido comprobar como la ideología es fundamental a la hora de imponer un modelo, y debe ser una prioridad sobre todo lo demás.

Por eso sigo apelando a que la ciudadanía apoye nuestras causas, que no son sólo por el empleo, la jornada o el salario de los empleados públicos, como nos cuentan en una nueva manipulación de la información. Es por un modelo, un ideal de sociedad más justo, más equilibrado, más solidario, porque nosotros sí creemos en lo social.

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