viernes. 26.04.2024

Deslegitimación

NUEVATRIBUNA.ES - 23.6.2009 Tomás Barbulo, redactor del periódico El País, se hacia eco en la edición del pasado lunes día 22 de junio, de las declaraciones de un dirigente del PNV “sin identificar”, que en relación con la intervención de Francisca Hernández, viuda del policía nacional asesinado por ETA el viernes 19 de junio, realizó al final de la manifestación en Bilbao del sábado día 20, el
NUEVATRIBUNA.ES - 23.6.2009

Tomás Barbulo, redactor del periódico El País, se hacia eco en la edición del pasado lunes día 22 de junio, de las declaraciones de un dirigente del PNV “sin identificar”, que en relación con la intervención de Francisca Hernández, viuda del policía nacional asesinado por ETA el viernes 19 de junio, realizó al final de la manifestación en Bilbao del sábado día 20, el “dirigente” manifestó: “En esas circunstancias no se puede dejar el discurso a la viuda. La mujer lo mezcló todo. Hizo referencias muy duras a las familias de los presos. Supongo que estaría sedada a tope. Eso lo tienes que cuidar. Es mejor que las viudas no hablen”.

Contemporáneamente, desde el conjunto del arco parlamentario vasco, incluido el PNV por boca de su presidente Iñigo Urkullu, esta vez sí, identificándose, se hacía de nuevo hincapié en la necesidad de la deslegitimación social de la banda para su derrota definitiva.

La pregunta es ¿es posible la deslegitimación social, sin una deslegitimación individual?. La respuesta es NO.

¿Hay algún atisbo de deslegitimación individual, en las palabras del dirigente del PNV anónimo?. La respuesta es NO.

Esta es sin duda una de las claves, quizá la más importante de la paradoja del fin y de la pervivencia de ETA, como avanza la deslegitimación individual de la banda para conseguir una deslegitimación social definitiva.

Sectores amplísimos de la sociedad tardamos demasiado tiempo en aceptar íntimamente que la vida es el bien supremo, que por mucho desprecio que el franquismo hubiera despertado en nosotros hacia policías, guardia civiles y militares, nada ni nadie podía, cobardemente, matar a nadie arrebatándole ese bien.

Demasiado tiempo, en comprender que por encima de cualquier otra, la peor noticia que podía abrir un informativo era un atentado de ETA con victimas mortales. Demasiado tiempo en lamentarnos incluso, de que alguno de esos atentados hubieran fallado en sus objetivos de matar, sencillamente por que no todos estamos libres de no haber sucumbido a la tentación de haber instrumentalizado en algún momento el terrorismo con fines ideológicos o partidistas.

Ha sido un proceso largo, vergonzante, para muchos entre los que me incluyo, precisamente por no haber sido capaces de entender sin ninguna otra consideración que la vida de hombre o de una mujer esta por encima de TODO.

Demasiado largo el proceso para salir del encantamiento de las praderas verdes salmodiadas de Benito Lerchundi y, de las “amás” y los “aitás” idílicos de Xavier Lete, demasiado largo el tiempo transcurrido hasta calificar de memez, el falso argumento, típico de la progresía de los 80, “es que para poder opinar hay que estar allí”. Como si matar a alguien fuese un problema de ubicación.

Demasiado tiempo en definitiva el transcurrido hasta comprender íntimamente, que sin ninguna duda la mejor noticia que puede abrir un informativo es la de la caída de un comando o de un jefe de la banda.

Falta saber en que momento del proceso de deslegitimación se encuentran todos y cada uno de los que aún no lo han culminado, especialmente el de los representantes del nacionalismo moderado del País Vasco, visto que el nacionalismo radical, concibe la lucha política, como una pelea de carneros (vence aquel que abre el cráneo al contrario).

Falta saber cuando el nacionalismo moderado va a tener la valentía de enfrentar a los familiares de presos de ETA con su propia realidad, la de aceptar que cuando van a visitar a cientos de kilómetros, a sus padres, a sus hijos, a sus nietos, desgraciadamente para ellos no van a visitar a héroes.

Mientras se despeja la incertidumbre, ojalá sea más temprano que tarde y, ante el estupor de dirigentes “anónimos” del PNV que opinan que es mejor que las viudas no hablen., cuanto más les hubiera valido, si es que alguna vez lo leyeron recordar a su paisano.

"Si he perdido la vida, el tiempo, todo

lo que tiré, como un anillo, al agua,

si he perdido la voz en la maleza,

me queda la palabra.

Si he sufrido la sed, el hambre, todo

lo que era mío y resulto ser nada,

Si he segado las sombras en silencio,

me queda la palabra.

Si abrí los labios para ver el rostro puro y terrible de mi patria,

si abrí los labios hasta desgarrármelos,

me queda la palabra".

Blas de Otero (Bilbao 15 de marzo 1916 – Madrid 29 de junio 1979)



Pedro Reyes Díez - Sindicalista

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