domingo. 05.05.2024

“L’art en guerre”

Estos días he visitado la exposición “L’art en guerre” Museo Guggenheim de Bilbao y no he podido dejar de ver analogías entre los acontecimientos sucedidos en Francia en los años 1938-1947 y la situación actual en los países del sur de Europa.

El régimen  de Vichy, con el Mariscal Pétain a la cabeza, y su complacencia con el nazismo, constriñó toda manifestación artística, política, religiosa, económica… que no fuera afín a sus principios, si es que se les puede denominar como tales a pensamientos únicos, autoritarios y excluyentes para con los que no piensen de la misma forma.

Algunas de las fotografías de la época muestran un París ocupado en su doble vertiente, tanto por los propios franceses reconvertidos en defensores de la Alemania nazi, como por las propias fuerzas de ocupación alemanas. Especialmente significativa es el inmenso cartel colocado en dos de los lugares emblemáticos de Francia: el Congreso de los Diputados y la base de la Tour Eiffel que textualmente dice: “Alemania vence en todos los frentes” con la V de la victoria en gran tamaño.

Por un momento, pensé, la historia se repite: A lo largo del pasado siglo Alemania intentó en dos ocasiones doblegar a Europa, curiosamente haciendo lo que siempre hace el capitalismo cuando las cíclicas crisis asoman: la guerra. Ahora, por fin, se ha logrado lo mismo pero sin disparar un solo tiro. Sin filosofía ni ideología que postulen diferentes doctrinas a las imperantes, unos países europeos han doblegado a otros. Y lo que es peor, con colaboracionismo, sin resistencia y sin futuro. A veces me pregunto ¿dónde están los representantes europeos, el Parlamento, los políticos nacionales…? De que nos sirve una política colaboracionista con quien oprime hasta la extenuación, con quien deja a la ciudadanía sin cultura, sin sanidad, sin servicios…..todo en nombre de la consolidación fiscal y sin ningún estímulo que reactive la economía.

Efectivamente, la historia se repite. En nombre de la economía todo lo que la Comisión Europea, con Alemania a la cabeza o el FMI,  curiosamente con una ciudadana francesa como directora (otra vez recuerdos del régimen colaboracionista) los países del sur de Europa dirigidos democráticamente en casi todos los casos por entusiastas con la dictadura económica, con Alemania y los países nórdicos a la cabeza, viven subyugados, constreñidos y aplastados bajo la inolvidable bota de la que tan tristes recuerdos algunos tenemos. Perdiendo todo lo que durante décadas los ciudadanos europeos han logrado arrancar con sufrimiento, cárcel y, no nos olvidemos, muertos, en virtud de esa vanagloriada austeridad alemana.

Es como, por poner un celebérrimo ejemplo, el carnicero de Múnich y quienes han posibilitado su subsistencia y bienestar (Cajas y Bancos alemanes) no se hubieran aprovechado de esos “excesos” cometidos por los países sureños. En parte con su dinero, si, pero bien que recogieron sus suculentos intereses, pagados por todos nosotros religiosamente, cuando los recibían y nada dijeron entonces al respecto. Intereses y capital que, no olvidemos, no se han dejado de pagar.

Que hubo errores, por supuesto. Que algunos cometieron excesos, por supuesto. Pero ello no es óbice para transformar las relaciones sociales, políticas, económicas y laborales acabando con la sociedad europea tal y como la hemos conocido los últimos 60 años. Casi todos los ciudadanos perderemos pero….algunos siguen y seguirán ganando a costa de nuestras pérdidas.

Tengamos fe y esperemos que la historia no se repita. Quien siembra vientos suele recoger tempestades y algunos están jugando demasiado por la pobreza, la miseria y el hambre de otros. Europeos todos, como también lo eran a lo largo del pasado siglo XX y ya sabemos lo que desgraciadamente ocurrió.