viernes. 29.03.2024
Chema Diaz-Ropero, Marcelino Félix, Jesús Camacho, Antonio Gutiérrez y Pedro Ruiz
Chema Diaz-Ropero, Marcelino Félix, Jesús Camacho, Antonio Gutiérrez y Pedro Ruiz

Poco a poco perdemos a los mejores luchadores del sindicalismo antifranquista. Recientemente, entre otros, y con pocos días de diferencia, han fallecido Salce ElviraRafael Pillado y Pedro Ruíz, y al cerrar este artículo llega la noticia de la muerte de Jaime Sartorius de quien se hablará en estas páginas. 

Tal vez Pedro Ruiz sea menos conocido, salvo en Castilla-La Mancha, sin embargo también fuera de su tierra jugó un papel que merece la pena recordar pues lo hizo en condiciones bastante adversas, perseguido por la policía hasta que tuvo que exiliarse. Colaboró en Madrid con las direcciones clandestinas provincial y nacional y volvería a tener labores de dirección confederal en el periodo de la transición a la democracia.

  1. 1962. La primavera de los trabajadores 
  2. La “caída” de La Moraleja
  3. Con la Inter-ramas de Madrid 
  4. La Exposición de Milán, marzo de 1972
  5. Organizador de las CCOO de Extremadura 
  6. Secretario General de Castilla la Nueva
  7. Homenaje a Pedro Ruíz
  8. 1993. Jubilación y homenaje

Pedro Ruíz García nació en Villanueva de Córdoba el 18 de julio de 1936, el mismo día que empezó la Guerra Civil, y falleció a mediados del pasado mes de febrero. Leí primero el obituario sentido que firmó el día 19 de febrero su amigo y compañero Jesús Camacho en La Comarca de Puertollano y poco después, en el mismo medio, el artículo del historiador Isidro Sánchez que recorre la vida militante de Pedro Ruíz al tiempo que nos muestra su perfil humanístico, su gran cultura labrada de forma autodidacta y su amabilidad y sencillez compatible con la firmeza al defender sus convicciones.

En las conversaciones con Pedro Ruíz se expresaba de forma crítica con la izquierda y con el sindicalismo actual. Mantuvo siempre su lealtad a Comisiones, su sindicato

Los textos de Camacho y Sánchez son bastante elocuentes pero quiero complementarlos en esta semblanza con mis recuerdos personales de esos primeros años setenta en que Pedro Ruíz estuvo en Madrid y también con algo de lo que me contó muchos años después en largas conversaciones, la primera de ellas cuando le visité en Puertollano en 2010 para la escritura de mi libro Comisiones Obreras en la Dictadura. En las conversaciones que mantuve con él a partir de entonces, se expresaba de forma crítica con la izquierda y con el sindicalismo actual, pero a la vez valoraba lo conseguido y creía que había merecido la pena la lucha por las libertades. Mantuvo siempre su lealtad a Comisiones, su sindicato.

Todavía niño llegó a Puertollano donde empezó a trabajar a los 14 años en la construcción, aunque aún antes compatibilizaría la escuela con trabajos esporádicos. Con 18 años, en 1954, entró a trabajar en ENCASO (Empresa Nacional Calvo Sotelo), futura REPSOL.

En el capítulo de Comisiones Obreras en la Dictadura dedicado a Castilla-La Mancha aludo a un párrafo definitorio de un trabajo del propio Isidro Sánchez junto a Manuel Ortiz:

Antes de 1970 hubo en la región, carente de tejido industrial, una escasa presencia de CC OO. Solo puede hablarse, según las noticias que hemos podido reunir, de una excepción, de un verdadero bastión, de un tolmo solitario: (Comisiones Obreras en Castilla-La Mancha: Puertollano como un Tolmo, 1962-1978). Efectivamente Puertollano fue durante años un tolmo, un peñasco aislado pero orgulloso, del movimiento obrero.

Todavía niño llegó a Puertollano donde empezó a trabajar a los 14 años en la construcción

1962. La primavera de los trabajadores 

En 1962 las huelgas mineras de Asturias se extendieron por treinta provincias, y por ello Chicho Sánchez Ferlosiocantaría hay una lumbre en Asturias que calienta España entera”. Esas luchas fueron el cimiento del nuevo movimiento obrero español pues los trabajadores ya se atrevían a levantarse contra la miseria pese a que la dictadura franquista estaba aún en plenitud de sus facultades criminales. 

El fogonazo del norte llegaría a Puertollano donde se llevó a cabo una huelga general que duró una semana: el día 9 de mayo del 62, la minería de Puertollano va a la huelga y al día siguiente nos sumamos la Empresa Nacional Calvo Sotelo (hoy Repsol Petroleo), para seguidamente hacerlo los pequeños talleres del metal, fundición, carpintería, construcción y comercio (RUIZ, Pedro: Bastiones de resistencia en Castilla-La Mancha (II): Puertollano y su comarca). Fue llamada “la huelga de los 30 duros” porque la reivindicación principal fue la de un salario de 150 pesetas diarias.

Constituyeron en ese año, con el impulso del PCE, la coordinadora comarcal de Puertollano de Comisiones Obreras, la primera de la región, cuyas candidaturas obtendrían un triunfo indiscutible en las elecciones sindicales de 1966. Ganaron el Jurado de Empresa de ENCASO y de la minera SMMP (Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya). Pedro Ruiz fue elegido presidente la Sección Social del Sindicato del Combustible de la comarca y otro compañero vicepresidente. En 1967 se consigue un convenio colectivo muy positivo para los trabajadores de ENCASO. 

La oleada represiva general sobre CCOO también llegó a Puertollano. Destituyeron de su cargo sindical a muchos destacados miembros de Comisiones como Pedro Ruiz

La oleada represiva general sobre CCOO lanzada en toda España a raíz de ese éxito electoral también llegó a Puertollano. Destituyeron de su cargo sindical a muchos destacados miembros de Comisiones como Pedro Ruiz, Andrés Cejudo, Antonio Ruiz Fernández, Antonio Fernández y Antonio Luna, entre otros. La lucha se mantuvo, y el 1º de Mayo de 1968 en una manifestación hubo numerosas detenciones y entre ellas la de Pedro Ruíz, que ya lo había sido en otras ocasiones anteriores y posteriores, hasta una veintena de veces.

Tuvieron que hacer las reuniones en el campo en un paraje no demasiado lejos de Puertollano. Allí hacían las asambleas de CCOO (en el “Lugar 2”) y las reuniones del PCE (en el “Lugar 1”). Pasada la dictadura Pedro Ruíz solía mostrar a nuevos militantes y a periodistas los “lugares 1 y 2” y también a mi me los mostró en febrero de 2010; si no recuerdo mal estaban señalados los “lugares” con un pequeño cártel fijado en sendos árboles.

El 15 y el 16 de marzo de 1970 se movilizaron los mineros con el apoyo de los obreros de ENCASO contra el expediente de crisis y más de 6.500 manifestantes fueron brutalmente reprimidos por la fuerza pública. 

La lucha se mantuvo, y el 1º de Mayo de 1968 hubo numerosas detenciones y entre ellas la de Pedro Ruíz, que ya lo había sido en otras ocasiones, hasta una veintena de veces

La “caída” de La Moraleja

Pedro Ruíz solía participar en las reuniones que se convocaban en Madrid desde la primera Asamblea Nacional que se celebró en Aravaca el domingo 17 de junio de 1967 en una finca cedida por el conde de Motrico. También participó los días los días 25 y 26 de julio de 1970 en la 6ª Reunión General celebrada en el Colegio de la Sagrada Familia, un convento de monjas de la urbanización La Moraleja en Alcobendas. Una prueba de la firme voluntad de de CCOO de fortalecerse como movimiento antifranquista es que mantuvo la celebración de la 6ª Reunión General pese a que apenas habían pasado unos pocos días del asesinato por la policía de tres trabajadores durante la huelga de la Construcción en Granada. Madrid estaba muy vigilado y una reunión tan importante y amplia no podía pasar inadvertida para la Brigada Político-Social y de hecho dio con ella.

Se la conoce como “la caída de la Moraleja” pero fue un fiasco policial porque habiendo participado casi cien personas de toda España entre ellas los principales dirigentes en libertad (Nicolás Sartorius, Vicente Llamazares, Fernando Soto, Cipriano García…) solo detuvieron in situ a los sevillanos Paco Acosta y Luz María Rodríguez y a un delegado de León, Antonio López Larín. Sobre esta importante reunión de la Moraleja se puede leer el testimonio de Antonio Gallifa, uno de los organizadores de la reunión, o en Nuevatribuna Digital 40 años de la "caída" de La Moraleja, Juan Moreno, 27/7/2010.

Después de la reunión otros asistentes fueron detenidos. A la altura de Ciudad Real la Guardia Civil metralleta en mano interceptó el auto en el que volvían los delegados de Puertollano, y entre ellos Pedro Ruiz, su mujer Carmen Huete y su hija de cuatro años. 

Pedro Ruíz participó los días los días 25 y 26 de julio de 1970 en la 6ª Reunión General celebrada en el Colegio de la Sagrada Familia

Pedro contaría así a un periodista de EL MUNDO aquella detención: 

Trasladados a la Dirección General de Seguridad de Madrid, la policía de la político social nos interrogó varias veces y me pegó; después de negar todos los cargos que pretendían firmara, fui puesto a disposición del Tribunal de Orden Público, que decretó mi ingreso en la cárcel de Carabanchel, junto con otros compañeros de distintos lugares de España. 

El juicio por la reunión de la Moraleja se instruyó pero no llegó a celebrarse, y esa circunstancia favorecería particularmente a uno de los asistentes, Paco Acosta, pues cuando lo encausaron en 1972 en el “Proceso 1001”, al no ser reincidente, “solo” le pidieron 12 años de cárcel. 

En agosto los detenidos de Puertollano quedaron en libertad provisional bajo fianza pero fueron despedidos “por faltas injustificadas al trabajo” y además se desató enseguida una nueva oleada de detenciones. Pedro Ruiz y otros compañeros tuvieron que huir a pie atravesando el monte con dirección a la provincia de Jaén y allí tomaron un tren para Madrid. Mediante el terror policial se aniquiló la resistencia obrera en la comarca.

Con la Inter-ramas de Madrid 

Cuando Pedro llegó a Madrid se refugió unos días en casa del abogado comunista Jaime Sartorius. Jaime lo puso en contacto con su primo Nicolás Sartorius, con quien viviría Pedro unos meses en un piso franco en el Camino Viejo de Leganés. Sartorius presumía que la policía lo estaría buscando por la reunión de la Moraleja y desde entonces no había vuelto a su domicilio. Me contaba Nicolás que en aquella barriada obrera solo quedaban por la mañana amas de casa y jubilados así que, para no levantar sospechas, Pedro y él salían muy temprano mezclándose con los trabajadores que acudían a las fábricas o a las obras y volvían muy tarde. 

En esas fechas el núcleo dirigente estatal apenas lo componían Sartorius y Vicente Llamazares, reforzados una temporada por Eduardo Saborido huido de la represión en Sevilla. Funcionaban con los apoyos de miembros de la Delegada de la Inter-ramas de Madrid. Se daba la circunstancia de que tanto Nati Camacho como Dulce Caballero ambas miembros de la Inter y fundadoras de las Comisiones del Textil y de las Comisiones Obreras Juveniles, también eran puertollanenses (no de nacimiento pero si de crianza), e hijas de dos militantes del PCE que trabajaban de ENCASO. 

Cuando Pedro llegó a Madrid se refugió unos días en casa del abogado comunista Jaime Sartorius. Jaime lo puso en contacto con su primo Nicolás Sartorius, con quien viviría

Eran los años del repliegue de CCOO, obligado por la ofensiva represiva y aunque ya no se podían hacer las grandes asambleas en el Sindicato Vertical empezó a extenderse la llamada “mancha de aceite”, las huelgas generales locales y sectoriales: la Construcción de Granada, Sevilla, Madrid; La Seat, San Adrián del Besos, Ferrol, Vigo…Cuando en 1973 quisieron ejemplarizar con el monstruoso “Proceso 1001”, las Comisiones Obreras ya estaban asentadas como la principal fuerza de oposición al franquismo y contaron con la solidaridad y el reconocimiento internacional.

Pedro no formaba parte de la Delegada de la Inter ni del secretariado estatal pero colaboraría con ellos en diversas tareas que se le encargaron para preparar la convocatoria de reuniones, establecer citas de seguridad y también para el reparto de propaganda.

La Exposición de Milán, marzo de 1972

El 12 de marzo de 1972 se inauguró en Milán, Italia, la muestra “Amnistía. Que trata de España”, iniciativa solidaria que partió de la célula madrileña de artistas plásticos del PCE (Angiola Bonanni, Tino Calbuig, Eduardo Arenillas…) y que la Delegación Exterior de CCOO (DECO) gestionó con las centrales italianas CGIL-CISL-UIL. Se expusieron y vendieron cuadros donados por los más conocidos pintores españoles del interior y del exilio (Picasso, Miró, Tapies, Saura, Genovés, Guinovart, Ortega, etc.) en solidaridad con los trabajadores. Además del público italiano, grupos de emigrantes españoles en diversos países, estuvieron presentes. La Muestra, contó también con la presencia de Rafael Alberti, María Teresa León o Pablo Neruda y en ella cantaron diversos artistas como Julia León o Benedicto y otros componentes de Voces Ceibes, justo unos días después de que en Ferrol la policía matara a Amador Rey y a David Niebla durante la huelga general iniciada en los astilleros de Bazán. 

Pedro Ruíz sería el encargado de recoger los cuadros donados por pintores y escultores de Madrid y otras ciudades y llevarlos en una furgoneta hacia la frontera francesa pasando por Barcelona donde otros compañeros habían recogido obras donadas por artistas catalanes. Pedro salió con los cuadros a finales de febrero en una furgoneta en absoluto adaptada para llevar esas valiosas y frágiles obras. 

Carlos Vallejo (exiliado en París tras la huelga de la SEAT de Barcelona de 1971) había sido encargado por la DECO para ir a Milán para coordinar con los italianos el montaje de la Exposición y me recordaba hace pocos días que al parecer la furgoneta fue parada por la policía de tráfico y que los ocupantes alegaron que eran cuadros sin ningún valor e incluso que los habían pintado ellos mismos “simples aficionados a la pintura”. El hecho es que los cuadros llegaron, y a pesar de la protesta del gobierno español, la Muestra fue todo un éxito. 

Pedro Ruíz sería el encargado de recoger los cuadros donados por pintores y escultores de Madrid y otras ciudades y llevarlos en una furgoneta hacia la frontera francesa

Cincuenta años después, en 2017, a propuesta de Carlos Vallejo, y organizada por la Fundación 1º de Mayo, se hizo en el Museo de Historia de Madrid una exposición retrospectiva de la de Milán. Colaboré en dicha actividad contactando con los artistas aún vivos para que fueran entrevistados. Llamé a Pedro Ruiz para que contara aquel viaje con la furgoneta pero por motivos de salud no podía desplazarse a Madrid y pidió que se le filmara en Puertollano, algo que no llegó a hacerse. 

En el mismo mes de marzo de 1972 Pedro Ruiz salió de España (probablemente con pasaporte falso pues lo hizo por tren) en dirección a Francia donde se exilió, residiendo y trabajando en Grenoble hasta 1974 en que retorna clandestinamente y trabaja en la dirección del PCE de Madrid.

Organizador de las CCOO de Extremadura 

En la primavera de 1976 desde la secretaría de organización que encabezaba Julián Ariza se le pidió que ayudara a organizar el sindicato en Extremadura y Castilla-La Mancha.

En 2010 Pedro me entregó diversos escritos que guardaba sobre esa etapa en Extremadura que traspapelé y reencontré algún tiempo y entregué a María Berrocal, responsable de formación de la Unión Regional, cuando participé en Cáceres en un curso de historia de CCOO. La Unión Regional de Extremadura incluyó estos papeles elaborados por Pedro Ruíz en un cartel conmemorativo de la constitución de sus dos uniones provinciales y recordó esos hechos en actos celebrados en 2018 y 2022.

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Cártel enviado por Antonio Santiago Crespo “Candelo”, presidente de la Fundación de Cultura y Estudio de CCOO-Extremadura. Incluye el acta de constitución de la Unión de Badajoz y el informe de Pedro Ruíz sobre la creación de las dos uniones provinciales

Secretario General de Castilla la Nueva

A comienzos de 1977 en una reunión celebrada en el despacho de abogados de la madrileña calle Atocha, unos días antes de la matanza que hizo la ultraderecha Pedro resultó elegido secretario general de la Unión de CCOO de Castilla la Nueva. Estuvieron presentes delegados de Albacete, Ciudad Real, Guadalajara y Toledo. CCOO de Cuenca no asistió a la reunión de Atocha y al incorporarse más tarde la Unión Regional quedó integrada por las mismas provincias que formarían más tarde la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha.

Calle de Atocha nº 55. Entrada y placa sobre el asesinato fascista en el despacho laboralista
Calle de Atocha nº 55. Entrada y placa sobre el asesinato fascista en el despacho laboralista

Recuerdo que, en algún momento de finales del 76, hicimos una reunión en la casa de Marcelino Camacho (probablemente era un día festivo) en la que participamos algunos militantes de Madrid y otros de Castilla la Nueva, porque había una propuesta de Fidel Alonso para que la Unión de Provincial de Madrid, de la que era secretario general, se integrara en la regional de Castilla la Nueva. Los argumentos sobre el futuro mapa autonómico y sobre el desequilibrio que supondría una unión regional compartida con Madrid se impusieron para rechazar ese propósito. Fidel no salió muy convencido y repetía: “En la escuela me enseñaron Castilla la Nueva cinco: Madrid, Toledo, Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara”.

Homenaje a Pedro Ruíz

En el mencionado artículo obituario de Isidro Sánchez se recoge que Pedro Ruiz se acogió a la amnistía laboral: Se persona en el Tribunal de Orden Público con su abogado y como resultado son sobreseídos todos los procesos que tiene pendientes. En septiembre de 1978, tras ganar en Magistratura su derecho a volver al puesto de trabajo, reingresa en Repsol Petróleo, en Puertollano. Defendió el recurso Jaime Sartorius, quien consiguió no solo el reingreso sino que éste fuera en las instalaciones de Puertollano y no en las de Tarragona como pretendía la empresa.

Hay que recordar a quienes dicen que la Transición política española se quedó corta que en este asunto de la amnistía laboral fuimos por delante de países con procesos de salida de dictadura más revolucionarios. Para atajar las obstrucciones en la readmisión de despedidos durante el franquismo se incluyó la amnistía laboral en la ley general de amnistía de octubre de 1977:

Están comprendidas en esta Ley las infracciones de naturaleza laboral y sindical consistentes en actos que supongan el ejercicio de derechos reconocidos a los trabajadores en normas y convenios internacionales vigentes en la actualidad [...]”. La amnistía deja sin efecto las resoluciones judiciales y actos administrativos o gubernativos que hayan producido despidos, sanciones, limitaciones o suspensiones de los derechos activos o pasivos de los trabajadores por cuenta ajena…

1993. Jubilación y homenaje

El 17 de junio de 1984 se celebró en Toledo el congreso constituyente de la Unión Regional de Castilla-La Mancha de CCOO y fue elegido secretario general Chema Díaz-Ropero, trabajador de la Standard Eléctrica de Toledo y futuro secretario confederal de finanzas.

Cuando Pedro Ruiz cumplió 57 años se jubiló anticipadamente, en noviembre de 1993, y el 29 de diciembre de ese año se le tributó un homenaje al que asistió el secretario general de CCOO, Antonio Gutiérrez. En el hotel Verona de Puertollano, familiares, autoridades y numerosos compañeros y compañeras estuvieron presentes en la cena-homenaje organizada por Jesús Camacho entonces secretario general de la comarca quien lo explica como “un reconocimiento por su historia y su permanencia en el Comité de Empresa hasta su jubilación”.

Pedro Ruiz y el tolmo de Puertollano