martes. 19.03.2024
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Dicen que la primera impresión que te llevas de un lugar o de una persona, depende en mayor medida de su aspecto, de la limpieza que de este, y de su vestimenta, no soy de los que juzgan a las personas por su manera de vestir, los hechos están ahí, en este país han robado más los encorbatados que los tatuados en zapatillas, pero cuando se trata de uniformidad instaurada, qué duda cabe que inspira más confianza una enfermera con un uniforme limpio, que una con los bajos del pantalón más negros que el sobaco de un grillo, y obviamente, si tengo que ser hospitalizado, me gustaría que las sabanas estuviesen limpias, y a ser posible, de una pieza.

¿Qué está ocurriendo en los hospitales de Madrid?

Pues resulta que los hospitales en Madrid tienen absorbida la contratación de la limpieza, tanto de los uniformes del personal profesional como de la ropa de cama por un grupo empresarial, Ilunion, este grupo empresarial forma parte del Grupo Once.


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Desde el año 2015, distintos sindicatos se llevan quejando de que la ropa llega sucia, pero no mal lavada en exclusividad, a veces incluso sin lavar, o directamente en algunos casos, ni llega. Manchas de orín y de sangre son algunas de las aberraciones que se encuentran al descargar las jaulas metálicas que Ilunion devuelve a nuestros hospitales después de supuestamente haberlas pasado por la lavadora, los bajos de los pantalones ennegrecidos para ser el menor de los problemas, en infinidad de ocasiones incluso las jaulas no llegan en su totalidad, hace escasas semanas se leían en distintos medios de prensa que , ni siquiera se contaba con almohadas en los hospitales, teniendo que colocar sabanas y toallas, no precisamente en condiciones óptimas de limpieza, debajo de la cabeza de los pacientes.

En Junio de 2019, Sanidad ya tenía incluso que reconocer dichas negligencias, ante la insistencia de los sindicatos de enfermería, anunciando que realizaría un estudio pormenorizado del asunto y que lanzaría un concurso para la renovación de los contratos.

Desde dicho anuncio, no es que no se mejorara el servicio, es que siguen realizando los mismo, de la misma manera, es decir, de puto culo, y de lanzar a concurso los contratos mejor ni hablar, el hangar Zendal, algo llamado hospital que a pesar de haber costado, que sepamos, el triple de lo inicialmente presupuestado y que, dicho sea, ya podía contar con lavandería propia, de nuevo por el método del dedazo, tiene contratado con Ilunion desde el 11 de enero de 2021 la limpieza de uniformes y ropa de cama por el módico precio de 907.241,11 euros con una duración de 6 meses, 1 millón de pavos para seis meses, ojo. Y no me venga ahora con la milonga de que hay que pagar a los empleados, desde el año 2016 se lleva denunciando que los empleados cobran la puñetera miseria de 700 euros y que no tienen permiso ni para acudir al baño, sumándole a esto que los empleados, casi la mitad de ellos tienen algún tipo de discapacidad, que Ilunion forme parte del grupo Once le hace ser el grupo, que las pocas veces que se les contrate mediante concurso, ganen este al ser la empresa que cuente con más personal laboral con algún tipo de discapacidad, lo que le hace partir de una base con mas puntuación a la hora de baremar.


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La carencia de decencia en referencia al trato a los empleados de la Once, de igual modo ha sido denunciada en infinidad de veces, Isabel, la directora de este medio, lo contaba ya por 2018. Desde el año 2013 llevan quejándose los empleados de la Once, que su labor no hace el bien para lo que presuntamente esta creada la organización, mientras los empleados echan mas horas que un reloj por un mísero sueldo, el 99% del beneficio obtenido va a parar a las cuentas bancarias de las distintas juntas directivas, llegando a cobrar los directivos hasta cuatro veces más que el presidente del gobierno. He procurado durante tres días buscar alguna referencia oficial del sueldo de estos, me ha sido imposible encontrarlo, desde que en 2015, Comisiones Obreras, solicitara someter a la entidad a transparencia, esto no ha ocurrido, los enormes sueldos percibidos por los gerentes no están disponibles a la vista humana.

El vínculo ente Ilunion y Once, tiene nombre y apellidos, Miguel Carballeda, presuntamente cobra la friolera de 400.000 euros anuales, dispone de coche oficial y chofer, es presidente tanto de la Once, como de Ilunion, por lo que “trastear” entre las dos organizaciones no le cuesta mucho.

El comienzo de la mercantilización de la Once, convirtiendo una organización de caridad en una de las empresas con mayor beneficio, pero para su gerentes, viene desde hace más de dos décadas y surge de la mano de Antonio Vicente Mosquete, falleció a los 35 años de edad en 1987 cayéndose “inexplicablemente” por el hueco del ascensor.


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En el año 2017, las ventas de juego, suponiendo estas la gran fuente de ingresos para la ONCE, facturaron través de esta línea de negocio 1.805,5 millones de euros (prácticamente el total de su cifra de negocio que es de 1.807,3 millones), a esto hay que sumarle las desproporcionadas subvenciones que reciben por parte de “Papá Estado”. En 2018 la organización facturó 38 millones de euros, si la organización no paga la cuota de la seguridad social de sus trabajadores porque la mayoría son discapacitados y además recibe subvenciones por cada uno de los trabajadores, el negocio es redondo, puede que le encontremos explicación al inexplicable accidente de Antonio, si somos algo retorcidos. Según las cifras de los sindicatos, la ONCE se ahorra 100 millones de euros al año en Seguridad Social y recibe una subvención de entre 4.500 y 5.500 euros al año por trabajador, según la edad y el género. En el año 2013 la entidad organizaba una fiesta en Madrid por su 75 aniversario, los gastos del acontecimiento oscilaban entre 2 y 6 millones de euros según varias fuentes, tampoco desvelados públicamente nunca.

Puede que el último contrato firmado ente Ilunion y la Comunidad de Madrid para la limpieza del Zendal por un millón de euros, adjudicado a dedo no les asombre, total, que es un millón de euros repartidos entre todos, ¿verdad?, uno de los contratos firmados en el 2013, y con una duración de 4 años fue de 45.994.674,64 euros, sí, 46 millones de euros adjudicados a un grupo empresarial que paga 700 euros a sus empleados a pesar de recibir subvenciones millonarias del estado, y que recuerdo, hace que veamos a nuestros profesionales de la salud con los bajos de los pantalones llenos de mierda, las sabanas de las camas de los hospitales en las que nos tumbamos vuelvan de sus lavanderías llenas de sangre y orín, rotas, o que ni lleguen como es el caso de las inexistentes almohadas, suplantadas para nuestra comodidad por sabanas manchadas de sangre y orín.

Espero que tras mis líneas, reflexiones sobre la colaboración público-privada esa que anuncian tan asombrosa y magnifica, y sepan la próxima vez que compren un décimo de la Once, donde va su dinero realmente, con esto no quiero decir que dejen de comprar décimos, no se me mal interprete, solo que tan buena labor, precisamente no se hace con los beneficios obtenidos.

Ilunion, o cómo la empresa privada ensucia la sanidad pública