sábado. 20.04.2024
ELECCIONES SINDICALES

Iberdrola: los trabajadores en las urnas ponen a cada sindicato en su sitio

Los trabajadores en las urnas han sido inmisericordes. Han elevado a los cielos a los sindicatos que denunciaron y rechazaron el convenio y han aproximado a los infiernos a los que lo aprobaron.
Galan_iberdrola
Ignacio Sánchez Galán, presidente ejecutivo de Iberdrola.

(A veces, el silencio puede ser complicidad o cobardía. Por eso escribo lo que sigue)

Érase una vez una compañía eléctrica de las más importantes, fruto de la fusión hace muchos años de Iberduero e Hidroeléctrica Española, con beneficios fabulosos en miles de millones anuales, que crecen y crecen al calor de la pandemia, la inflación que provoca la guerra de Putin contra Ucrania, una fijación de tarifas fuera de todo control y competencia porque esa compañía eléctrica trabaja en régimen de objetivo monopolio con otra de similar tamaño y malas prácticas. Pongamos que hablo de Iberdrola, cuyo presidente es un señor dicharachero, que se embolsa un par decenas de millones de euros al año (por todos los conceptos, no vayan a pensar mal), que le gusta salir en los medios para dar consejos a la gente de que trabaje mucho y gane poco “porque los aumentos de salarios provocan inflación y desempleo…”;  si lo sabrá él, para amenazar al Gobierno si se le ocurre poner un impuesto especial sobre esos beneficios orgiásticos, o que se mofa de los usuarios humildes “porque son tontos y contratan una tarifa más cara …”. No abundo más en el perfil de este insigne “capitán de empresa” porque lo que digo e infinitamente más está en la hemeroteca al alcance de todo hijo de vecino.

Además de este modélico presidente, Iberdrola tiene una determinada configuración sindical que emana de elecciones cada cuatro años. Cuando arranca 2021, momento en el que comienza la historia que quiero contarles, dicha configuración sindical representativa fruto de las elecciones de 2018 era:

UGT: 134 delegados y delegadas (24,86%)
SIE: 109 delegados y delegadas (20,26%)
ATYPE: 108 delegados y delegadas (20.04%)
CCOO: 80 delegados y delegadas (18,60%)
USO: 47 delegados y delegadas (10,93%)
ELA: 35 delegados y delegadas (8,14%)
CGT: 25  delegados y delegadas (5,81%)

Por efecto proporcional de la anterior representatividad sindical, la Mesa Negociadora del Convenio Colectivo de Iberdrola tenía la siguiente composición: UGT (3 miembros), SIE (3), ATYPE (3), CCOO (2), USO (1), ELA (1).

SINDICATOS DE EMPRESA

SIE y ATYPE son eso que se llama “sindicatos de empresa” o “de la empresa” y que abundan en muchas de las grandes. USO, cuando yo la frecuentaba, se definía como "sindicato de clase y solidario, autónomo, internacionalista”; y su Carta Fundacional, que data de 1961, y sigue en vigor, creo yo, dice literalmente “por ello (la USO) tiene su propio pensamiento político y lucha por la instauración de una Democracia Socialista basada en los siguientes presupuestos … La Democracia Socialista no es algo que se nos da o se conquista en un día; por el contrario, es una realidad que exige la lucha permanente con uno mismo y con las estructuras capitalistas o totalitarias. Es una realidad que se construye día a día en el ambiente en que vivimos …”.

CCOO, UGT y ELA sabe todo el mundo lo que son.

iberdrola (1)

En el marco sindical descrito, al inicio de 2021, se procede a la negociación del VIIº Convenio Colectivo para los trabajadores de Iberdrola. La empresa pone sobre la mesa una propuesta regresiva sin matices: duración de 4 años, 2021, 22, 23 y 24; aumentos salariales del 0,7% anual y alguna paguilla graciable (ya se sabe que aumentos salariales por encima del 1% envician a la gente y provocan inflación y paro, como gusta decir al presidente iberdrolano), supresión de derechos históricos para jubilados, y otras perlas.

Una propuesta así, en plena orgía de beneficios, desata aires de fronda. CCOO, UGT, ELA la rechazan frontalmente y se movilizan para denunciarla y hacer público su rechazo. Los sindicatos de la empresa, obviamente, asumen la propuesta como buena con algún retoque meramente estético.

Ello supone un empate en la parte sindical de la Mesa Negociadora. El voto de la USO debe decidir si se rechaza la oferta de la empresa o si se da por buena y el convenio es legal y de aplicación a toda la plantilla.

Antes de un pronunciamiento definitivo, el responsable de la sección sindical de USO, un tal Sesé, declara que la propuesta de la empresa no está mal. Me llama algún compañero de la época para trasladarme su temor por los altos costes que tendría para la USO que ese individuo regalara con su voto un convenio-basura como el propuesto. Le hago partícipe de mi indignación por esa posibilidad y de mi impotencia pues en la USO hace mucho tiempo que algunos se encargaron, con éxito, de invisibilizarme, y  aconsejo al viejo compañero que se dirija a la superioridad en Euskadi, en la Industria, en Madrid, incluso, para que paren esta locura.

Me informa el compañero que ha hecho las consultas en esas instancias superiores y que, matices aparte, le han dicho que no tienen nada que hacer porque las secciones sindicales en la USO tienen autonomía en su ámbito para hacer lo que les pete, “es lo que tiene ser un sindicato independiente … “. Ante tal incongruencia, además del escalofrío, me vino un pensamiento: Si las secciones sindicales pueden hacer lo que les pete, ¿qué papel tienen o para que carajo sirven las estructuras exteriores y superiores de la USO, ya sea en el plano territorial, profesional o confederal?

El tal Sesé, imagino que tras un largo y complejo proceso de debate y consulta entre los afiliados a la USO en Iberdrola -la ironía es mía- decide que la USO pondrá su firma al lado del convenio-basura y así éste tendrá eficacia legal para toda la plantilla. Los aires de fronda que desata tal decisión provocan que el tal Sesé publique en redes una foto montaje con su cara, embutido en un traje de esos que llevan los héroes de comics infantiles y juveniles (esa foto va anexa a estas líneas) y un texto glorioso para acallar las críticas: “Así llegaré a la firma del Convenio (acorazado como el héroe cómico), con dos cojones, el que no quiera que pida la cuenta, en la calle hace mucho frío, y cerrar …”.

Un texto tan grosero y grotesco para defender las “bondades” de un convenio es una auténtica inculpación del que hizo posible esa basura. Yo denuncié públicamente esa chulería culpable, en vano, porque pinto menos en esta USO que Feijóo en el PP y porque ya se sabe “que las secciones sindicales son autónomas …”.

El VIIº Convenio salió por 7 a favor contra 6 en la Mesa Negociadora, y a otra cosa mariposa.

ELECCIONES SINDICALES 2022

La otra cosa para la mariposa fueron las elecciones sindicales en IBERDROLA celebradas en diciembre del 2022, hace cuatro días como el que dice, justo a mitad de la duración del convenio de marras.

Los trabajadores en las urnas han sido inmisericordes. Han elevado a los cielos a los sindicatos que denunciaron y rechazaron el convenio y han aproximado a los infiernos a los que lo aprobaron. UGT, CCOO y ELA obtienen algo más del 60% de los delegados, de la representación y de la presencia en la mesa negociadora. Los sindicatos de la empresa, SIE y ATYPE, pierden más de la tercera parte de sus delegados y representación. Y la USO -¡con dos cojones!- pierde casi la mitad de su representación porcentual, más de un tercio de los delegados, se queda sin presencia en la mesa negociadora y sin derecho a constituir sección sindical con todas las competencias y derechos que establece la ley.

Si hubiera que repartir medallas por semejante exitazo, no serían todas para el tal Sesé, ni mucho menos.

Imagino que Iberdrola tomará nota, aprenderá a no seguir haciendo experimentos con líquidos amarillos, y se avendrá a modificar el convenio al que le quedan dos años de vigencia, o que se prepare a encarar un convenio muy duro al inicio de 2025. Pero no hay la menor garantía de nada que sea racional y justo con este tipo de empresas.

Manuel Zaguirre | Exsecretario general de la USO. Afiliado al PSC.

Iberdrola: los trabajadores en las urnas ponen a cada sindicato en su sitio