viernes. 03.05.2024
'El Socialista' 6056 del 8 de julio de 1928
'El Socialista' 6056 del 8 de julio de 1928

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@Montagut5 | El XII Congreso del PSOE, celebrado en el inicio del verano de 1928, se preocupó de la enseñanza. La prioridad era la Escuela primaria, la que se consideraba la Escuela del pueblo, pero también se colocó al maestro en un punto central de las preocupaciones socialistas porque se consideraba que su figura era fundamental para el desarrollo de dicha escuela. Había que aumentar sustancialmente su remuneración para que se viera libre de las “zozobras de la miseria” y pudiera dedicarse a su misión educativa. La reclamación pasaba por dotar el sueldo de entrada en el Magisterio con 5.000 pesetas.

Pero tampoco se olvidó la enseñanza superior porque se pretendía que no fuera un privilegio para las familias adineradas, sino un derecho que tenían que disfrutar por igual todos los ciudadanos españoles, para que pudiera hacerse una verdadera selección de las “capacidades”, atendiendo a la vocación y el talento demostrado desde la primera escuela.

La enseñanza también debía ser laica y pacifista, porque había que asegurar el respeto a todas las opiniones religiosas, y había que enseñar la fraternidad entre los hombres

La igualdad ante la educación fue, efectivamente, el eje fundamental de dicho Congreso socialista de 1928. Esa igualdad iba en consonancia con el derecho de todos a cultivar plenamente sus capacidades.

La igualdad fue siempre el eje vertebrador del programa educativo socialista en España. El PSOE quería terminar con la consideración de que los Institutos, Escuelas Superiores y Universidades siguieran siendo un coto cerrado, imposible de acceder para la gran mayoría de los españoles, y no sólo de la clase trabajadora, aunque acreditasen capacidades para estos estudios.

La igualdad pasaba no sólo por el derecho de todos a recibir educación, y especialmente la media y superior, como estamos viendo, sino también lo era en relación con el género. Los socialistas defendieron la coeducación como otra clara seña de identidad.

La enseñanza también debía ser laica y pacifista, porque había que asegurar el respeto a todas las opiniones religiosas, y había que enseñar la fraternidad entre los hombres. Este fue el programa que luego se plasmaría en la Segunda República, en el primer bienio.

Hemos consultado el número 6056 de 8 de julio de 1928 de El Socialista.

Igualdad y educación en el socialismo español en 1918