viernes. 26.04.2024
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Casa Cornide en A Coruña. (Wikipedia)

Actualizado el 9/11/2023

Decenas de colectivos vuelven a darse cita este sábado, 11 de noviembre, en A Coruña, en la IV Marcha Cívica para la recuperación de Casa Cornide a patrimonio público.

La protesta se celebrará en la misma Plaza María Pita que en años anteriores a las 12:00 horas del mediodía.


LA CASA QUE QUERÍA LA MUJER DE FRANCO

En la década de los sesenta, en plena dictadura, Carmen Polo se encaprichó de un precioso edificio del siglo XVIII de estilo barroco situado en el centro de A Coruña: la Casa Cornide, que fue propiedad de uno de los más conocidos miembros de la ilustración en Galicia, José Andrés Cornide. A la esposa de Franco le daba a veces pereza tener que abrir y adecentar el enorme Pazo de Meirás en sus habituales visitas a Galicia y cuando quería estar en la ciudad se alojaba con su hija en el hotel Embajador, hoy desaparecido. Fue entonces cuando manifestó su interés por esta casa de la Calle Damas, ubicada en la parte vieja de la ciudad, que terminó siendo de su propiedad tras una operación plagada de irregularidades.

En el siglo XIX la Casa Cornide fue sede del Ayuntamiento. Posteriormente se utilizó en ocasiones como centro cultural hasta que en 1957 fue comprada por el Ministerio de Educación para convertirla en Conservatorio, pero finalmente se desestimó esta propuesta pasando entonces de nuevo la casa a propiedad del consistorio a través de una permuta por la que se intercambió por una parcela municipal. Se abría así la vía para que Carmen Polo cumpliera su deseo de apropiarse de este singular palacete que ya desde la década de los cuarenta del pasado siglo estaba considerado como un bien patrimonial de primera magnitud con vocación de uso público.

Los alcaldes franquistas

Pero había un problema: la dificultad de formalizar la transmisión de una propiedad pública a una persona privada. En la operación que se fue fraguando entre finales de los años 50 y principios de los 60, jugaron un papel clave dos alcaldes de A Coruña,  Alfonso Molina Brandao y su sucesor Sergio Peñamaría de Llano, ambos destacados referentes del franquismo en la ciudad. Fue el segundo quien encontró la solución convocando una subasta pública para la venta de la casa, momento en el que aparece el empresario Pedro Barrié de la Maza, amigo personal de Franco.

Barrié de la Maza, el mecenas

Pedro Barrié fue un insigne coruñés de la época. La principal avenida de A Coruña lleva su nombre. Fue nombrado por Franco Conde de Fenosa, uno de los títulos que ha sido suprimido por la nueva Ley de Memoria Democrática. Entre otras distinciones recibió la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, una distinción que también le será retirada en cumplimiento de la nueva normativa tras los trámites iniciados por el Ministerio que dirige Yolanda Díaz para revocar las “medallas de la infamia” que recibieron distintos cargos e ideólogos de la represión franquista.

Junto con los dos alcaldes citados, su nombre aparece en los informes que el actual Ayuntamiento de A Coruña encargó en 2020 con el objetivo de recuperar la Casa Cornide para el patrimonio público. Informes que demuestran las irregularidades que se produjeron en los canjes del edificio hasta llegar a manos de la familia Franco y que a juicio de los investigadores debería incurrir en causa de nulidad de toda la operación.

El informe jurídico, encargado a la cátedra de memoria histórica de la Universidad de A Coruña, recoge los pasos dados por la corporación municipal y Pedro Barrié para cumplir con los deseos de Carmen Polo.

Una subasta amañada

Inicialmente valorada en 344.813 pesetas, el pleno del Ayuntamiento del 3 de julio de 1962 entonces presidido por Sergio Peñamaría aprobó el procedimiento de subasta pública para la venta de la casa. La subasta se celebró el 2 de agosto, pero solo hubo un postor. ¿Adivinan quién? Pedro Barrié.

La residencia de Barrié estaba a poca distancia del Pazo de Meirás donde por aquellos días disfrutaba de su retiro estival el dictador. Todo quedó amañado. Barrié se hizo con el inmueble por el precio de 305.000 pesetas. Según el citado informe, la operación quedó exenta del pago de impuestos.

En poco menos de cuatro días y con un fin de semana de por medio, el lunes 6 de agosto se culminaba la operación cuando el amigo de los Franco vendió la casa a Carmen Polo por el módico precio de 25.000 pesetas. Todo un chollo.

Tanto el informe jurídico como el histórico encargado al Instituto de Estudios José Cornide de A Coruña y coordinado por el catedrático de historia Emilio Grandío Seoane reflejan la enorme rebaja del precio de compra en 280.000 pesetas, lo que supone una depreciación de alrededor del 1.200% de la cifra inicial, y eso en el transcurso de un solo fin de semana.

“El bajísimo precio por el que se traspasa la casa acerca esta operación al carácter de donación, disfrazada bajo la apariencia de un simulacro de contrato de compraventa”

“El bajísimo precio por el que Pedro Barrié de la Maza traspasa Casa Cornide a Carmen Polo acerca esta operación al carácter de donación, disfrazada bajo la apariencia de un simulacro de contrato de compraventa”, señalan los catedráticos de la Universidad de A Coruña. Y añaden: “Hay que tener en cuenta que la venta a este precio favoreció claramente al Jefe del Estado, Francisco Franco, porque estaba casado en sociedad con el comprador de la Casa Cornide”.

Todo está documentado porque los pasos que se dieron no quedaron ocultos en las actas municipales de los órganos que adoptaron los acuerdos. Se trataba de contentar al dictador y ya de paso vender la operación como algo positivo para la ciudad que iba a poder presumir de tan egregios vecinos.

Junto con Barrié, el papel jugado por los dos alcaldes fue determinante: "Es la administración municipal durante los periodos de Molina y Peñamaría al frente de la alcaldía la que pilotó el proceso que llevó a Casa Cornide a acabar en manos de Carmen Polo", afirma en su informe el historiador Grandío Seoane.

La casa sigue en manos de la familia Franco

A día de hoy, la Casa Cornide, sigue en manos de la familia Franco que la ha puesto incluso en venta en algunas inmobiliarias y portales de internet. El colectivo Defensa do Común lidera la lucha por la recuperación del edificio que pasó a manos de Carmen Polo gracias una “auténtica operación de Estado” y una subasta “previamente amañada”, afirman.

Desde la asociación nos cuentan que, en los últimos tres años, tanto el ayuntamiento gobernado por el PSOE, como la Xunta en manos del PP, siguen manteniendo el asunto en un cajón y eso pese a que entre 2019 y 2020 el pleno del consistorio aprobó por unanimidad hasta tres mociones para que el edificio fuera devuelto al patrimonio de A Coruña y que derivó en el encargo de los dos informes citados.

El objetivo es declarar la Casa Cornide Bien de Interés Cultural (BIC) pero para que la Xunta proceda a ello requiere de una  demanda judicial previa presentada por el ayuntamiento que a día de hoy aún no se ha producido. “No hay mucho interés”, lamentan desde Defensa do Común.

"Meirás y Cornide son las dos caras de un mismo expolio"

Sin embargo, el asunto ha ido tomando relevancia en los últimos años también por lo ocurrido con el Pazo de Meirás por su similitud con la Casa Cornide. “Meirás y Cornide son las dos caras de un mismo expolio”, afirma Defensa do Común.

En la moción aprobada por el ayuntamiento el 1 de octubre de 2020 se decía textualmente que “significados franquistas que promovieron y participaron activamente en estos dos expolios -Alfonso Molina, Pedro Barrié y Sergio Peñamaría- aún conservan en A Coruña calles, retratos en edificios públicos, placas y todo tipo de distinciones que no puede admitir una sociedad democrática".

Manuel Monge, presidente de esta asociación memorialista, nos da las cifras de los vestigios franquistas en la provincia, un total de 200: Concello de A Coruña (112); Diputación (38) y Ferrol (50). “No estamos hablando solo de la posesión de esa casa, sino de quiénes estaban detrás de todo eso, insignes coruñesistas elevados a las alturas del régimen”, afirma.

Entidades convocantes de la IV Marcha Cívica

Defensa do Común, Asociacións Veciñais: Agra Orzán, Gaiteira-Os Castros, IAR-Castrillón, Monte Alto, Cidade Vella, San Cristobal das Viñas-Birloque, Eirís, Labañou, Feáns; CCOO, UGT, CIG, CGT, CUT; A.C. Alexandre Bóveda, O Facho, Amigos dos Museos de Galicia, Proxecto Cárcere, C.S. Gomes Gaioso, A.C. Irmáns Suárez Picallo de Sada, Plataforma en Defensa da ría de Sada-Betanzos, Acampa, AC Vieiros das Mariñas; Roxín Roxal de Paderne, Cultura Aberta de Carral, Eira Vella de Betanzos, Colectivo das Pedras Galladas de Culleredo, Vangarda Obreira, Forum Propolis, Irmandade Moncho Valcarce, Asociación Sociocultural Acéfala, Galiza Nova, Xuventudes Socialistas, Erguer, Sindicato de Estudantes, AELG, ASPG, ADEGA, Ergosfera, ARMH, CRMH, A Mesa pola Normalización Lingüística de Galiza; Alternativa dos Veciños, BNG, Esquerda Unida, Esquerda Revolucionaria, Marea Atlántica, PCG, Podemos, Unión Republicana.

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