viernes. 26.04.2024

El PSOE le da carrete a la Iglesia y tumba la Ley de Libertad Religiosa

La primera batalla la han ganado la Iglesia y la derecha española. El Gobierno no ha tenido valor para sacar adelante una de sus grandes promesas electorales. Bajo el argumento de “ahora no es el momento” y con el temor de perder más votos en el ciclo electoral de las autonómicas, Zapatero ha optado por la retirada, dando alas a los de siempre.
NUEVATRIBUNA.ES - 30.08.2010

Otra promesa socialista ha fracasado. La Ley de Libertad Religiosa que llevaba más de dos años cocinándose se ha archivado definitivamente. Era una de las propuestas estrella del Gobierno, el tipo de ley que marca la diferencia entre el PP y el PSOE, pero se ha tirado por la borda parlamentaria.

Las diferencias cada vez son más difusas y por ahora la Iglesia y la derecha española han ganado la partida. Su presión ha hecho efecto y José Luis Rodríguez Zapatero ha preferido no meterse en camisa de once varas. Fuentes de la Moncloa le dijeron al diario Público que la mayor parte del Ejecutivo no ve factible que, en caso de que se inicie la tramitación de la nueva ley, esta finalmente pueda salir aprobada del Parlamento.

Presumiblemente PP, PNV y CIU votarían en contra y aseguran que la izquierda también, por considerar el texto descafeinado. Una vez más el PSOE se ubicaría entre dos aguas que no dejarían a nadie contento, paradójicamente lo contrario de lo que pretenden: no hacer cambios estructurales para dejar a todos tranquilos.

Sin embargo, la excusa de no tener avales parlamentarios, no parece muy creíble, ya que en el último año el PSOE ha hecho ‘un master’ en pocos apoyos. Los intereses electorales, teniendo a Cataluña a la vuelta de la esquina, 13 comunidades autónomas más en mayo de 2011 y las generales en 2012, son razones de más peso para que el Ejecutivo no tenga valor para sacar adelante uno de los puntales de su programa.

Fuentes del Gobierno consultadas por Público se justificaron argumentando que esa era “una Ley de principios de Legislatura”, sin embargo las mismas fuentes no descartaron que en el último minuto Zapatero utilizase esta normativa para arañar algún voto de la izquierda, cansada y decepcionada ante los atropellos que han sufrido las políticas sociales.

“UN TEXTO “PACATO”

Así es como fuentes del Gobierno han calificado el último borrador de la Ley de Libertad Religiosa. El grupo de trabajo que se puso en marcha en 2008 mantuvo una reunión mensual para ir perfilando la polémica Ley, de modo que no afectara mucho a nadie. Desde el mes de marzo dejaron de reunirse, e incluso el portavoz de la Conferencia Episcopal, Martínez Camino, llegó a decir en el mes de mayo que el Gobierno ni siquiera tenía un borrador de dicha Ley.

El pasado mes de febrero, el grupo de trabajo había redactado un último borrador titulado Ley de Libertad de Conciencia y Religiosa, con 37 artículos. La propia denominación de la ley suscitó un serio debate. Al final se impuso la idea de que "la religión entra dentro de la libertad de conciencia", por lo que se decidió incluir ese concepto más genérico en primer lugar.

En dicho borrador, los expertos respetaron algunas de las partes fundamentales planteadas al inicio de la elaboración de la norma. Así, el texto recoge la "neutralidad religiosa del Estado" para evitar que cualquier acción de las administraciones públicas pueda interpretarse como un apoyo hacia una u otra confesión religiosa.

El borrador también contempla un apartado sobre los símbolos religiosos. El proyecto establece que crucifijos católicos u otros símbolos de otras confesiones religiosas deberán ser retirados de los edificios públicos.

Respecto a la actuación de las autoridades, el texto redactado en febrero supedita la participación de los cargos públicos en actos religiosos a que esta se haga sin discriminación de confesiones. Así, si un alcalde decide desfilar en una procesión durante la Semana Santa católica, debería también participar en el ayuno islámico del Ramadán o en el Jánuca judío en el caso de que estas confesiones le cursaran una invitación.

Si finalmente Zapatero decide reactivarlo, tanto en el Ejecutivo como en el PSOE dan por hecho "que la derecha se echará encima del Gobierno con todo tipo de acusaciones infundadas". En ámbitos socialistas esta posibilidad se considera muy improbable, un milagro.

El PSOE le da carrete a la Iglesia y tumba la Ley de Libertad Religiosa
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