jueves. 28.03.2024

Es impresionante a lo que puede llegar el ser humano. Nacimos para ser felices; para amar, cuidar, relacionarnos, vivir… y a esto hemos llegado: a tener envidia de la felicidad ajena.

Esta es la sociedad de hoy en día, desde los más jóvenes hasta los más mayores. La educación se ha perdido y creernos más que los demás se ha acrecentado. El egoísmo nos carcome, nos convierte en seres superiores. 

Te quieren cuando te necesitan, te utilizan a su conveniencia y luego eres el “resto” que ya no sirve. La bondad humana ya no puedes mostrarla, tienes que estar pendiente de todo a tu alrededor para que no se adueñen de tu mundo. 

Es muy fácil hablar sin vivirlo y muy difícil callar y escuchar. La razón parece el ser todopoderoso que todos quieren. ¿Por eso luchamos?, si dejásemos de ser tan obsesivos, engreídos, caprichosos, descarados y vanidosos, nos daríamos cuenta que luchar tiene otro significado. Que la razón se la lleva el viento y que pelear es la vida. 

La bondad humana ya no puedes mostrarla, tienes que estar pendiente de todo a tu alrededor para que no se adueñen de tu mundo

Los jóvenes; porque creen que la vida adulta es más fácil y quieren comprobarla cuanto antes, luego les viene de frente todas las consecuencias que muchos de ellos no quieren cumplir. Los adultos; creen que tienen un conocimiento supremo de la vida y por ello, pueden tratar y amoldar todo su alrededor y a su conveniencia. Y los mayores; porque creen que después de todo el sufrimiento vivido es el momento de ”disfrutar” o como lo llamo yo “aprovecharse” del trabajo de los demás. Por supuesto que esto es una generalidad. Ni todo es blanco ni todo es negro, siempre existe la escala de grises.

Esta es nuestra sociedad. Sí, lo es. Dejad de vivir en la hipocresía e ignorancia. Por supuesto que es mejor vivir en un mundo de fantasía donde tú te creas los estereotipos ajenos, pero no. Basta ya. Sed valientes y mirad en lo que se ha convertido el mundo, nuestro mundo. Abrid los ojos y mirad a vuestro alrededor, que todo está podrido y corrompido. Que tanto la consciencia como la inconsciencia nos puede matar en cualquier momento. ¿Vivir? Por supuesto. Pero es mejor vivir siendo objetivos. ¿Sufrir? Tarde o temprano llega, aunque nadie lo quiera. La vida es así una constante montaña rusa: felicidad en el pico más alto; soportar, tragar, sufrir en el fondo del todo. Y que nadie controla esos momentos. Que un día puedes estar arriba y otro abajo cuando menos te lo esperes. 

Abrid los ojos, observar todas las personas. Desde las más conocidas hasta las más desconocidas y daros cuenta que lo que gobierna nuestro mundo es la desfachatez.

Desfachatez