viernes. 26.04.2024

Cataluña prohíbe los toros: ¿Cuestión política o defensa animal?

Cataluña se ha convertido en la segunda comunidad autónoma española en prohibir la fiesta taurina. La primera fue Canarias, pero lo hicieron en silencio. ¿Por qué esta vez no ha sido así? El debate ha estado más que caldeado por partidos como el PP que han apostado por teñir esta fiesta de nacionalismos.
> Todo el mundo en el ruedo parlamentario
NUEVATRIBUNA.ES / A.M - 28.7.2010

Un día histórico para unos y un día fatídico para otros. Las expectativas se han cumplido y este miércoles el Parlament catalán ha dado la última estocada a las corridas taurinas. A partir del uno de enero de 2011 las plazas de toros de Cataluña tendrán que reciclarse definitivamente.

La comunidad internacional mostraba su interés por la decisión con la asistencia de más de 300 medios extranjeros. La Sala de Pleno estaba dividida entre antitaurinos y los afines a la fiesta. Aplausos de los primeros y caras largas en los segundos cuando se daba a conocer el resultado de la votación: 68 votos a favor, 55 en contra y 9 abstenciones.

Fue la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) promovida por la plataforma Prou, la que presentó 180.000 firmas en las que se solicitaba la prohibición de las corridas de toros. El pasado mes de diciembre su solicitud fue admitida a trámite. En los últimos meses el debate se instaló en el Parlament. Los anti taurinos hacían cálculos para ver qué partidos estarían más afines a su propuesta.

CIU ha sido quien ha tenido la decisión final. Salvo cinco diputados, el resto de la agrupación ha votado a favor de la prohibición, en una votación que ha estado teñida por un debate que en ocasiones ha derivado en catalanismo versus españolismo.

Algunos de los antitaurinos se apresuraban en afirmar que los toros no eran una fiesta popular catalana, mientras que otros sí admitían el rango de fiesta nacional, pero mostraban su disconformidad bajo la bandera de la defensa de animales. La propia presidenta del Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal (PACMA), Mireya Barbeito, reconocía que "la ética ha quedado en un segundo plano y se ha acentuado la lucha entre los nacionalismos catalán y español”.

El papel del PSC también era clave. Berbeito, un día antes de la votación mostraba muchas dudas. La presidenta de PACMA era consciente de que el partido socialista nunca se ha caracterizado por ser antitaurino, es más, se sabía que el president Montilla siempre ha sido aficionado a los toros: "Ahora bien, tras el revuelo del Estatut, al PSC no le conviene meterse en otro problema que podría repercutirles negativamente con las elecciones tan cerca", decía el martes Barbeito.

Su predicción fue errónea. A pesar de que la mayoría del PSC votara a favor de la prohibición, José Montilla decidió votar en contra porque “creo en la libertad”, declaró poco después de conocerse la decisión del Parlament.

El president también quiso señalar que "hubiera preferido que la continuidad de los toros fuera una decisión tranquila y normalizada de los hábitos sociales de los catalanes y, en consecuencia, de la imparable cultura a favor de la protección de los animales, antes que por cualquier imposición legal" y lamentó que "las pretensiones de quienes han querido hacer de esta votación un termómetro relaciones entre Cataluña y España".

Y es que a pesar de las reivindicaciones de decenas de organizaciones por la defensa de los animales -las primeras en sacar adelante esta propuesta y que llevan años manifestándose en contra de las corridas- en el último mes la sombra del catalanismo y el españolismo parecen haber cobrado más importancia.

Gran parte de la responsabilidad ha venido desde las filas del PP, quienes han hecho de la prohibición taurina un atentado hacia el españolismo, como han destacado parte de la prensa conservadora. La presidenta de PACMA no duda al criticar “la manipulación ideológica del PP” ante el tema de las corridas de toros y de fiestas como la de los correbous.

Desde que el Parlament admitió a trámite la solicitud de prohibición de la lidia, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, no perdió el tiempo y declaró la fiesta taurina como “bien de interés de cultural”.

La defensa a ultranza que han hecho los populares de este espectáculo ha conseguido que para parte de la población se asocien las corridas de toros con la ideología de la derecha y en el caso de Cataluña, han aprovechado el debate para cargar una vez más contra esta comunidad y sus costumbres.

De este modo el PP ya ha anunciado que volverá a dar trabajo al Tribunal Constitucional, ya que presentará un recurso señalando la ilegalidad de la votación que acaba de celebrase este miércoles. La batalla del PP con Cataluña es incansable. Siguen apostando por el maniqueísmo y en este caso con cargar a una fiesta de significados, que aunque se empeñen, poco tienen que ver con los nacionalismos.

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