jueves. 25.04.2024
Foto: Amyts

Decir que la Atención Primaria (AP) en la Comunidad de Madrid está en crisis no es una novedad y es fácilmente constatable, no solo en los medios de comunicación sino sobre todo si intentamos acudir a este servicio sanitario.

Sin embargo, los problemas no son de hoy, que también, sino que es ahora cuando se están haciendo visibles a la mayoría de la población cuestiones que provienen de hace años y que en el fondo responden a una intencionalidad mantenida de los sucesivos gobiernos del PP madrileño de desmantelar y/o deteriorar la Sanidad Pública y muy especialmente la AP.

Empecemos por el principio. La AP en Madrid esta crónicamente desfinanciada, en una de las CCAA que dedica menos dinero a la Sanidad Pública resulta que la AP recibe a su vez un menor porcentaje de ese dinero (en 2022 un 10,73% del gasto sanitario público, la que menos destina, frente al 14,93% de media de las CCAA). En 2020, último año en que hay datos del gasto sanitario en las CCAA, Madrid destino a la AP 158,94 euros/habitante frente a 246,36 de media de las CCAA, en 2022 el presupuesto para AP fue de 155,02 e frente a 251,93 de promedio autonómico y en 2023 se mantiene esta cantidad en Madrid siendo la media de las CCAA de 268,95 euros, es decir, para estar en el promedio de las CCAA Madrid precisaría destinar a AP 763 millones de euros más.

Tenemos que acudir masivamente a la manifestación convocada el 26 de Marzo a las 12 horas desde Plaza de España a Atocha, porque todavía estamos a tiempo y porque hay que recordarlo: “cuando todo sea privado… estaremos privados de todo”

Obviamente la escasez de recursos se convierte en insuficiencia de personal. Madrid es la comunidad autónoma con mayor ratio de tarjetas sanitarias individuales (TSI) por profesional de enfermería (1.973, un 30,83% más que la media de las CCAA), la segunda en TSI por medico de familia (un 14,51% por encima de la media, la tercera en pediatría (un 14,28% por encima del promedio) y un 15,61% en el caso del personal administrativo. En 2021 un 57% de los médicos de familia en Madrid tenían más de 1.500 TSI (un 38% en el conjunto del país) y un 7,87% más de 2.000 (2,49% en España), de manera que el 50,4% de los profesionales de medicina de familia con más de 2.000 TSI estaban en la comunidad de Madrid. La consecuencia lógica es una gran presión asistencial que satura los centros y que obliga a postergar cualquier actividad que no sea estrictamente asistencial. En este panorama se entiende aún menos las extemporáneas propuestas del Consejero de Sanidad de sustituir a profesionales médicos por otros de enfermería en las consultas de AP, porque como se ha señalado si hay pocas medicas todavía hay menos enfermeras.

El siguiente aspecto son las intolerables demoras en la atención. Según el Barómetro Sanitario (octubre 2022), en Madrid el 87,5% de las consultas se demoran más de 2 días y el 57,8% más de 7 días, con una demora media de 9,03 días (media de las CCAA: 85,6%, 54,3% y 8,08 días respectivamente). Por otro lado Madrid esta a la cabeza de todo el país en el porcentaje de personas que señalan que teniendo un verdadero problema de salud no consiguieron tener una consulta en AP, un total de 26,72% (promedio de las CCAA 21,30%), además con un porcentaje elevado de las consultas telefónicas, que no son aceptadas por la población (el 33,7% del total y el 52,5% de los mayores de 65 años opinan que todas las consultas deberían ser presenciales) y que tienen serios problemas a la hora de realizar un diagnostico adecuado (de hecho ya existen estudios que demuestran que retrasan los diagnósticos). Esta situación empeoró con los cierres de las urgencias de AP y con la irregular y desastrosa apertura de los PAC sin medios, con personal escaso y con numerosas incidencias (cerrados en ocasiones o abiertos sin algunos de los profesionales necesarios para su correcto funcionamiento).

La Atención Primaria permite garantizar la continuidad y longitudinalidad de la atención sanitaria

Se trata de favorecer de manera intencionada el deterioro de la AP para favorecer la privatización, la huida hacia el sector privado para conseguir atención sanitaria en un tiempo razonable, por ello Madrid es la comunidad con mayor porcentaje de población con un seguro privado, el 38,11% en diciembre de 2021, un paso que avanza en la misma línea de lo realizado recientemente en Andalucía donde se pretende subcontratar las consultas de AP a empresas privadas.

Merece la pena recordar por fin que en Madrid la prevención y la promoción están abandonadas y que la participación ciudadana es inexistente.

En estas circunstancias ¿Cuál es la opinión de la población sobre la situación del sistema sanitario madrileño? En general y tal como recoge el siguiente cuadro la puntuación que se da al funcionamiento del sistema sanitario público en su conjunto, a la AP, las consultas de los especialistas, las urgencias hospitalarias, las urgencias de AP y la hospitalización están por debajo de la media del país, pero solo ligeramente salvo en el caso de la AP y las urgencias de AP donde la diferencia es más importante (-0,24 puntos y -0,61 respectivamente) reflejo de los malos datos de la AP madrileña.

No obstante, llama la atención que el porcentaje de personas que elegiría la Sanidad Pública para AP, consultas del especialista, urgencias y hospitalización sea superior en Madrid que en el conjunto del país, tal y como se ve en el cuadro siguiente. Es probable que esta diferencia tenga su origen en la comprobación por parte de la población madrileña de los malos resultados de las privatizaciones, pero en todo caso supone un apoyo muy significativo de la Sanidad Pública incluso en esta coyuntura tan complicada.

Quizás convendría hacer alguna reflexión sobre la importancia de la AP para el buen funcionamiento de la Sanidad Pública, porque debemos tener en cuenta que la Atención Primaria española ha sido y continúa siendo un referente a nivel internacional, aunque pasa por un momento bastante critico.

La AP favorece la equidad, es un sistema inclusivo que atiende a las personas de acuerdo a sus necesidades/problemas de salud sin tener en cuenta sus circunstancias culturales, sociales o económicas, conviene recordar que en España no existe ningún copago para el acceso a la AP (situación poco frecuente en la UE y en el mundo) y a la vez puede solucionar entre el 80 y el 90% de los problemas de salud de la población, siendo especialmente importante para el seguimiento de los enfermos crónicos y pluripatológicos, porque tiene una gran capacidad resolutiva.

La AP permite garantizar la continuidad y longitudinalidad de la atención sanitaria. Se establece una relación de confianza mutua entre el paciente y el profesional que realiza el seguimiento de sus problemas de salud a lo largo del tiempo y de su vida. La longitudinalidad ha demostrado ser beneficiosa en términos de mortalidad y morbilidad, disminuir los ingresos hospitalarios y las utilizaciones innecesarias de los servicios de urgencias.

Otro de sus valores fundamentales es la accesibilidad, cualidad innata a la AP, que posibilita que los distintos problemas de salud reciban la asistencia sanitaria necesaria y adecuada en el momento oportuno y con las mínimas barreras posibles.

La AP adecúa la atención sanitaria a las condiciones sociales y personales de los individuos y sus familias y desarrolla actividades comunitarias entre ellas las de prevención de las enfermedades y promoción de la salud, interviniendo sobre las personas y sobre los determinantes de salud.

Sin olvidar su principal activo que son los profesionales, sanitarios y no sanitarios, que con su compromiso, voluntad y esfuerzo mantienen vivo este recurso fundamental para el estado de bienestar de la ciudadanía.

La AP española ha sido considerada por la Organización Mundial de la Salud como un modelo de éxito, por su capacidad resolutiva y su eficiencia, por otro lado, es fundamental para mantener la cohesión social e interterritorial y como un mecanismo para corregir las desigualdades.

Por eso precisamente es tan importante movilizarse para defender la Atención Primaria y contener su deterioro, porque debemos ser conscientes de que tenemos un buen modelo de Atención Primaria que tiene muchos problemas por la desidia y por su deterioro intencionado por parte de la administración sanitaria de la Comunidad de Madrid. Entre todos y todas tenemos que hacerles rectificar, porque necesitamos una AP que sea el eje vertebrador del sistema sanitario y la base de su buen funcionamiento, porque sin una buena Atención Primaria y una buena Sanidad Pública nuestra salud está en peligro, por ello tenemos que acudir masivamente a la manifestación convocada el 26 de Marzo a las 12 horas desde Plaza de España a Atocha, porque todavía estamos a tiempo y porque hay que recordarlo: “cuando todo sea privado… estaremos privados de todo”.

La Atención Primaria en Madrid: una crisis profunda de largo recorrido