jueves. 25.04.2024

La palabra hipocresía, deriva etimológicamente del latín tardío hypocrisis y del griego ὑπόκρισις (hypokrisis), que significan "actuar", "fingir" o "una respuesta". Otra posibilidad es que como deriva del griego hypo, que significa "máscara", y crytes que significa respuesta, significaría responder con máscaras. El DRAE define la hipocresía como el fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan

En Psicología de la conducta, se entiende por hipocresía la diferencia o inconsistencia que existe entre aquello que se dice y aquello que se hace. Esa forma de los seres humanos de esconder y/o reprimir sus verdaderos deseos o pensamientos y mostrar aquello que se adapte más a las expectativas de su entorno. 

Hay diferentes teorías explicativas sobre la hipocresía, pero me gustaría resaltar la Teoría de la Disonancia Cognitiva. La teoría se basa en el principio de coherencia entre mis pensamientos y mis actitudes con mi comportamiento. Si pienso algo y hago algo distinto, experimento un estado negativo de activación. Como ejemplo proponemos imaginar el del padre que es un hombre “progre”, que siempre ha defendido la libertad sexual y que ha criticado justamente a aquellos que discriminan a otros por cuestiones de orientación sexual. Cuando su hija le cuenta que tiene una pareja chica, lo primero que le pregunta el padre es si está segura, si se lo ha pensado bien, que quizás esté en una época de dudas, etc.; empieza aquí el padre a experimentar la disonancia cognitiva.

Francisco de Quevedo, que ilustra la dualidad en este tema dijo:” la hipocresía, siendo pecado en lo moral, es gran virtud en la política”.

Crispy y Cowton definen cuatro tipos de hipocresía: En primer lugar, la Inconsistencia: la persona siente que su actitud, sus circunstancias o su vida no son consistentes con el ambiente o contexto donde se mueve y para sentirse integrado necesita fingir algo que no es. En segundo lugar, la Culpa: incita a la persona a ser hipócrita, esto responde a un aspecto más emocional provocado por unas ideas rígidas. En tercer lugar, la Pretensión: es la tercera característica que influye en la hipocresía y se debe a la necesidad de obtener un beneficio personal pretendiendo ser algo que no se es. Y finalmente, la Complacencia: la persona que es hipócrita basándose en complacer a los demás lo hace por la necesidad de aceptación y baja autoestima. Por lo tanto, vemos que la hipocresía está relacionada con una pobre autoimagen.

Parece pues, que está mejor visto maquillar nuestro comportamiento, adecuarlo al contexto, ocultar nuestros verdaderos sentimientos, moderarnos en nuestras respuestas o amordazar nuestra espontaneidad en aras de una supuesta convivencia armoniosa. Pero eso no siempre se traduce en mayor felicidad y bienestar para el individuo. Vivir en un teatro continuo hace que perdamos nuestros referentes personales. Al mismo tiempo, también se educa a los niños en que la verdad es algo bueno y que la mentira es algo negativo. Esta mezcla de ambas formas de actuar forma una contradicción desde pequeños, que el niño intenta a partir de los 10 años. A partir de esa edad, los niños empiezan a formarse un inicio de conciencia y ciertas ideas de justicia, lo que hace que puedan detectar contradicciones en las personas adultas.  Así, a partir de esta edad, el niño se encontrará con que se le insta a decir la verdad, pero que, en muchas ocasiones, cuando la dice, se ve castigado o reprendido por ella. De hecho, se le insta a que la exponga al llegar a casa, para no ofender a la otra persona o para no dar un espectáculo. Vivimos en el mundo de las máscaras, de los estereotipos, de querer pertenecer y ser aceptado, porque parece que eso es parte fundamental en nuestra vida.

Por último, compartir esta reflexión de Francisco de Quevedo, que ilustra la dualidad en este tema:” la hipocresía, siendo pecado en lo moral, es gran virtud en la política”.

Aspectos cuasiexistenciales de la hipocresía