viernes. 26.04.2024

¿Por qué valen más los derechos de un español que los de un argentino?

AGNESE MARRA
La pregunta parecería absurda, pero los hechos dicen lo contrario. Sólo en julio dos ancianas argentinas han sido devueltas a su país cuando venían a visitar a su familia. “No cumplían los requisitos” alegan las autoridades. Sin embargo para los españoles en Argentina las condiciones no son las mismas. ¿Quién se salta los convenios?
Venía a ver a sus nietos y España la rechazó
NUEVATRIBUNA.ES - 29.07.2010

“Nos ocuparemos de ello”. Así es como suelen responder las autoridades españolas cuando algún representante del Gobierno argentino, incluso la propia presidenta Cristina Fernández Kichner, expresan su preocupación por el trato que se les da a los argentinos cuando llegan a España.

La conversación se queda en meras palabras y ni unos ni otros hacen verdaderos esfuerzos para que se cumplan las normas y no pierdan siempre los mismos. Las quejas llegan desde Latinoamérica desde hace varios años, con momentos de mayor fervor y otros en los que el cotidiano parece olvidar los problemas que sufren los latinoamericanos cuando están fuera de sus países.

Pero ahora el incumplimiento de los pactos de reciprocidad ha vuelto a salir a la palestra. En tan sólo un mes dos abuelas argentinas, la primera de 88 años y la segunda de 72, han sido devueltas a Buenos Aires sin poder siquiera ver a los familiares que las esperaban en el madrileño aeropuerto de Barajas.

Este diario ya adelantó lo que le sucedió a Ada Ghiara , a través de una carta escrita por su hijo. Tanto Ghiara, como la nueva víctima, Luisa Ormeño, estuvieron más ochos horas encerradas en el aeropuerto. En el caso de Ormeño ni siquiera pudo tomar las pastillas para sus problemas cardíacos y después de sentirse “maltratada” – dice su hija- tuvo que emprender otro vuelo de 12 horas hacia su ciudad, ya que la en la que reside su familia decidió no recibirla.

Si el caso de Ghiara ya causó revuelo en la prensa argentina, el de Ormeño ha sido la gota que ha colmado el vaso. La embajada española en Argentina ha recibido una carta en la que el gobierno argentino le pide explicaciones. Por ahora la única contestación que han recibido es que no cumplían la normativa. La primera abuela tenía un pasaje de vuelta con fecha posterior a los tres meses que contempla el visado de turista y la segunda no fue aceptada porque la carta de invitación que tenía – por la que normalmente se tiene que pagar 100 euros- era un fax y por lo tanto no la consideraban válida.

Sorprende la dureza de las normas que impone Barajas cuando a la hora de cumplir los pactos que hay entre los dos países –en los que se contempla la libre emigración, derechos preexistentes y reciprocidad, tanto a efectos de residencia y trabajo como de estancia temporal- se eluden completamente, como si nunca se hubieran firmado.

¿Por qué los españoles pueden entrar libremente en Argentina y los argentinos no? ¿Por qué un español puede caminar por el país rioplatense con su nacionalidad europea sin temer que las autoridades le arresten y los argentinos ilegales en España saben que pueden caer en los centros de internamiento?

Estas cuestiones no son nuevas, hace tiempo que diversos mandatarios latinoamericanos se han hecho la misma pregunta. El caso más sonado lo hizo el presidente brasileño, Lula da Silva, cuando ante el gran número de brasileños rechazados por España, decidió imponer las mismas normas en Brasil. Durante casi un mes varios españoles se encontraron con dificultades para entrar en el país carioca y sufrieron en sus carnes una realidad habitual para muchos latinoamericanos.

En este sentido la Casa de Argentina en España también le ha escrito una carta al Gobierno argentino para que le exija a España el cumplimiento de los convenios bilaterales que desde aquí se empeñan en saltarse: “La otra opción indeseable, porque afectará a miles de españoles que ninguna responsabilidad tienen, es que se de a éstos en Argentina exactamente el mismo trato que reciben miles de argentinos en España. Sea éste posiblemente otro modo, eso sí algo más traumático, de conseguir lo mismo”, reza la misiva de la Casa de Argentina.

El Movimiento Argentinos en el Exterior anunció hoy que llevará el tema al Parlamento español para que abra una investigación sobre "estos casos violatorios de los derechos humanos", según el coordinador de la entidad, Luis Pérez Leiva. Esta organización también presentará una queja ante el Defensor del Pueblo español, que ya recibió una denuncia sobre el trato que recibió Ada Ghiara en el aeropuerto de Madrid.

Ada Ghiara y Luisa Ormeño son los casos extremos de una realidad que en tan sólo en 2009 ha provocado que más de 1.000 argentinos fueran rechazados y enviados de vuelta a su país. Estas dos abuelas son el caso más simbólico no sólo por el incumplimiento de los convenios bilaterales, sino por la falta de humanidad de las autoridades policiales españolas a la hora de ‘cumplir’ las normas.

Es curioso que para los grandes negocios que firma Telefónica o Repsol –por hablar sólo de algunas empresas- con Argentina se apele a la fraternidad de Hispanoamérica, pero cuando se habla de inmigración, la fraternidad se borra de un plumazo para hablar de Europa y de controles fronterizos. Curioso…

¿Por qué valen más los derechos de un español que los de un argentino?
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