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22 de abril de 2010, 5:07
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 21.4.2010
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"Muy nerviosa" y "todo el día llorando". Así es como está Najwa Malha, la joven musulmana de 16 años que ha sido apartada de clase por ir con la cabeza cubierta con el velo islámico, según han contado sus compañeras. Najwa no ha acudido este miércoles a su centro, el IES Camilo José Cela, en Pozuelo de Alarcón (Madrid), por segundo día consecutivo.
El padre de la niña es quien ha acudido al IES para explicar que su hija ha entrado en una "depresión" y no se encuentra en condiciones de ver a sus compañeros. Este miércoles, al igual que en días anteriores, cuatro compañeras españolas de origen musulmán, han acudido al centro con el 'hiyab' como muestra de apoyo a Najwa y más después de que el centro decidiese ayer mantener su reglamento interno y, por tanto, la prohibición de llevar cualquier objeto que cubra la cabeza como las gorras o los pañuelos.
No obstante, todas ellas acuden hasta la puerta con el velo y después se lo quitan para poder entrar en clase. De no hacerlo, les esperaría el mismo destino que a la protagonista principal de esta historia: ser segregada a una sala para visitas sin poder acceder al aula con sus compañeros de clase. La segunda alternativa, es marcharse a otro centro donde el reglamento interno no prohíba llevar cubierta la cabeza, cuestión sobre la que Najwa aún no ha tomado ninguna decisión. Nada más saltar la polémica, la joven, de familia marroquí pero de nacionalidad española, aseguró que utilizará el pañuelo islámico "pase lo que pase". Sobre sus motivos, afirmó que es "un acto de sumisión" a su Dios, aunque precisando que también lo lleva porque le gusta.
Sus compañeras explican, sin embargo, que la propia afectada les ha pedido que dejen de apoyarla poniéndose el velo porque no quiere que ellas "tengan problemas" y "sufran". Aunque respetan el reglamento del IES Camilo José Cela, no entienden la prohibición del 'hiyab'. "Yo aquí no veo ninguna igualdad y ha sido súper injusto", ha opinado una de las jóvenes, para quien el pañuelo "es una cosa religiosa que tú no puedes cambiar". En general, todas tienen la intención de ponerse el velo cuando terminen el IES y a partir de ese día "ya" no se lo van a quitar.
Cuando saltó a la luz el caso de Najwa, la Dirección del Instituto Camilo José Cela de Pozuelo de Alarcón aseguró que en "todo momento" se había respetado el derecho a la educación" de la alumna y se acogió al artículo 32 del Reglamento del Régimen Interior del Centro, que reza que "en interior del edificio no se permitirá el uso de gorras ni de ninguna otra prenda que cubra la cabeza".
La Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid se ha mantenido al margen de la polémica, argumentando que desde este departamento se respetan los reglamentos internos de cada centro, que son aprobados por los Consejos Escolares. Además, añade que es un respeto que ya se recoge en la propia Ley Orgánica de Educación (LOE) y en el Decreto de Convivencia elaborado por la Comunidad de Madrid. La única solución posible al conflicto sería que el Consejo Escolar decidiera derogar el artículo de su reglamento que prohíbe llevar velo en clase.
La Asociación de Trabajadores Marroquíes (ATIME) ha criticado la prohibición en un comunicado y ha pedido que se respete el derecho a la educación de la menor. ATIME exige a la dirección del colegio asumir su responsabilidad y proceder a la reincorporación inmediata de la joven, y recuerda que el derecho constitucional a la educación "prevalece sobre las normas del colegio". "Este tipo de medidas solo consigue fomentar la discriminación, el rechazo y dificulta la integración escolar", añade.
Por su parte, la única diputada en España que lleva el velo islámico, la ceutí Fátima Ahmed Hossain, ha manifestado que no entiende la polémica sobre esta prenda y ha argumentado que no se pueden limitar los "derechos" de las personas. Fátima Ahmed, diputada de UDCE-IU en la Asamblea de Ceuta y abogada, ha argumentado que el velo "no repercute en nada ni en nadie ya que se trata de un asunto estrictamente personal", por lo que ha lamentado que se produzcan "estas situaciones anómalas". Además, ha recordado que el velo "ni discrimina ni va en contra de la Constitución Española".
"Muy nerviosa" y "todo el día llorando". Así es como está Najwa Malha, la joven musulmana de 16 años que ha sido apartada de clase por ir con la cabeza cubierta con el velo islámico, según han contado sus compañeras. Najwa no ha acudido este miércoles a su centro, el IES Camilo José Cela, en Pozuelo de Alarcón (Madrid), por segundo día consecutivo.El padre de la niña es quien ha acudido al IES para explicar que su hija ha entrado en una "depresión" y no se encuentra en condiciones de ver a sus compañeros. Este miércoles, al igual que en días anteriores, cuatro compañeras españolas de origen musulmán, han acudido al centro con el 'hiyab' como muestra de apoyo a Najwa y más después de que el centro decidiese ayer mantener su reglamento interno y, por tanto, la prohibición de llevar cualquier objeto que cubra la cabeza como las gorras o los pañuelos.
No obstante, todas ellas acuden hasta la puerta con el velo y después se lo quitan para poder entrar en clase. De no hacerlo, les esperaría el mismo destino que a la protagonista principal de esta historia: ser segregada a una sala para visitas sin poder acceder al aula con sus compañeros de clase. La segunda alternativa, es marcharse a otro centro donde el reglamento interno no prohíba llevar cubierta la cabeza, cuestión sobre la que Najwa aún no ha tomado ninguna decisión. Nada más saltar la polémica, la joven, de familia marroquí pero de nacionalidad española, aseguró que utilizará el pañuelo islámico "pase lo que pase". Sobre sus motivos, afirmó que es "un acto de sumisión" a su Dios, aunque precisando que también lo lleva porque le gusta.
Sus compañeras explican, sin embargo, que la propia afectada les ha pedido que dejen de apoyarla poniéndose el velo porque no quiere que ellas "tengan problemas" y "sufran". Aunque respetan el reglamento del IES Camilo José Cela, no entienden la prohibición del 'hiyab'. "Yo aquí no veo ninguna igualdad y ha sido súper injusto", ha opinado una de las jóvenes, para quien el pañuelo "es una cosa religiosa que tú no puedes cambiar". En general, todas tienen la intención de ponerse el velo cuando terminen el IES y a partir de ese día "ya" no se lo van a quitar.
Cuando saltó a la luz el caso de Najwa, la Dirección del Instituto Camilo José Cela de Pozuelo de Alarcón aseguró que en "todo momento" se había respetado el derecho a la educación" de la alumna y se acogió al artículo 32 del Reglamento del Régimen Interior del Centro, que reza que "en interior del edificio no se permitirá el uso de gorras ni de ninguna otra prenda que cubra la cabeza".
La Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid se ha mantenido al margen de la polémica, argumentando que desde este departamento se respetan los reglamentos internos de cada centro, que son aprobados por los Consejos Escolares. Además, añade que es un respeto que ya se recoge en la propia Ley Orgánica de Educación (LOE) y en el Decreto de Convivencia elaborado por la Comunidad de Madrid. La única solución posible al conflicto sería que el Consejo Escolar decidiera derogar el artículo de su reglamento que prohíbe llevar velo en clase.
La Asociación de Trabajadores Marroquíes (ATIME) ha criticado la prohibición en un comunicado y ha pedido que se respete el derecho a la educación de la menor. ATIME exige a la dirección del colegio asumir su responsabilidad y proceder a la reincorporación inmediata de la joven, y recuerda que el derecho constitucional a la educación "prevalece sobre las normas del colegio". "Este tipo de medidas solo consigue fomentar la discriminación, el rechazo y dificulta la integración escolar", añade.
Por su parte, la única diputada en España que lleva el velo islámico, la ceutí Fátima Ahmed Hossain, ha manifestado que no entiende la polémica sobre esta prenda y ha argumentado que no se pueden limitar los "derechos" de las personas. Fátima Ahmed, diputada de UDCE-IU en la Asamblea de Ceuta y abogada, ha argumentado que el velo "no repercute en nada ni en nadie ya que se trata de un asunto estrictamente personal", por lo que ha lamentado que se produzcan "estas situaciones anómalas". Además, ha recordado que el velo "ni discrimina ni va en contra de la Constitución Española".
