martes. 23.04.2024
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Imagen de archivo.

Lo que se va conociendo de los programas avanzados por el tripartito de la derecha permiten ya temer un empeoramiento del actual deterioro del sistema

Las recientes elecciones andaluzas han conducido a un cambio en el gobierno autonómico que pasa ahora a estar constituido por partidos políticos de derecha y extrema-derecha (PP-Cs-Vox).

El desarrollo de la Sanidad Pública en Andalucía, y en España, es el resultado del esfuerzo inversor mantenido durante décadas por toda la población española para generar una de las piezas fundamentales del sentimiento de igualdad y del bienestar que nos mantiene unidos a todos. No obstante, a partir de 2010, la política central (PSOE-PP) y autonómica (PSOE-Cs) ha conducido, mediante graves y continuados recortes presupuestarios, aún presentes, al consecuente deterioro de la Sanidad Pública que hoy padecemos. Esto ocurre desde que se decide políticamente que es prioritario pagar una deuda contraída sin responsabilidad por parte de la ciudadanía, antes que mantener el sector público que es un factor esencial para mantener una calidad de vida digna para la mayoría. Las consecuencias, entre otras muchas, ha sido que en Andalucía, y en España, han crecido de forma alarmante las desigualdades sociales; es decir, los poderosos son más y más ricos, mientras la mayoría de la población es cada vez más pobre. A pesar de que en este tiempo la economía ha crecido, el deterioro de los servicios públicos no ha sido restituido y solucionado.

No queremos generar alarma social, pero sí alertar a la población y proponer un movimiento activo para evitar la pérdida de derechos elementales, como es el de recibir una asistencia sanitaria universal, gratuita en el momento de recibirla, con financiación y provisión de servicios públicos, con las instalaciones sanitarias públicas abiertas a pleno rendimiento, vía impuestos y con espíritu solidario (por eso en el sostenimiento del sistema, los que más tienen son los que más deben aportar).

Decimos esto porque lo que se va conociendo de los programas avanzados por el tripartito que ha tomado el poder en Andalucía (acuerdo PP-Cs, profundamente condicionado por el de PP-Vox) permiten ya temer un empeoramiento del actual deterioro del Sistema Sanitario Público Andaluz (SSPA).

En primer lugar, se proponen rebajar varios impuestos a los que más tienen, lo que redundará sin duda en menor inversión pública. En segundo lugar se propone la extensión del incentivo de exclusividad a aquellos médicos del SSPA que además trabajan en el sector privado, atacando así el principio de incompatibilidad pública-privada; es algo así como si la Coca Cola fomentara que sus empleados trabajaran también en Pepsi Cola. En tercer lugar, y conociendo lo realizado por los partidos actualmente en el poder en otros lugares (modelo Alcira Madrid, Valencia, Galicia), sus propuestas en cuanto a las “unidades de gestión sanitaria con mayor autonomía” o “el abordaje urgente de las listas de espera”, que en esos lugares ha llevado a derivar importantes recursos públicos, de forma poco transparente y con claros sobrecostes a empresas multinacionales sanitarias, disparan todas las alarmas de que no se trate de otra forma de desviación de fondos públicos al sector privado.

Por último, la proclamada “libertad de prescripción” y “supresión de la subasta de fármacos” va a representar un claro aumento del empleo de fondos públicos andaluces en pagar a las grandes corporaciones farmacéuticas. Habrá que estar atentos a la existencia de relaciones entre el nuevo Gobierno y la industria farmacéutica.

Nos esperan tiempos de movilización

En resumen, basados en el análisis de estas propuestas iniciales, tememos que el nuevo gobierno andaluz sea cómplice en la estrategia de primero deteriorar la sanidad pública para después justificar las privatizaciones posteriores y, así, derivar beneficios al sector privado, un esquema ya ensayado y, parcialmente desarrollado en otros lugares de España con pésimas consecuencias.

La estrategia está clara, primero se deteriora la sanidad pública para justificar su posterior privatización. No hay ningún elemento para deducir que el nuevo gobierno andaluz vaya a desarrollar otras políticas sanitarias. Por eso estamos convencidos que nos esperan tiempos de movilización.

La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública (ADSP), desde los años 80, y las Mareas Blancas andaluzas, dese hace varios años, vienen reclamando que se reconozca el deterioro de la atención sanitaria que se ha producido después de diez años de recortes permanentes. Conocemos y valoramos mucho nuestra sanidad pública y es por ello por lo que reivindicamos su recuperación inmediata. El gobierno andaluz socialista en el poder hasta ahora, en lugar de reconocer el deterioro existente, nos ha criticado y ninguneado. Esperamos que exista una autocrítica que sepa reconocer el error estratégico cometido y que nos unamos en la misma lucha todas las organizaciones que defendemos lo público para asegurar el bienestar social de la población. La ciudadanía y los profesionales sanitarios comprometidos deberían acompañarnos en nuestras justas reivindicaciones. Nos jugamos mucho; nos jugamos la Salud de todos.


Firman este artículo: José Antonio Brieva Romero; Manuel Torres Tortosa; Antonio Vergara de Campos; Médicos; ADSP Andalucía; Marea Blanca gaditana.

El sistema sanitario público andaluz en peligro