jueves. 28.03.2024
cancer mama

En los últimos 14 años, el programa en unidades fijas se ha venido adjudicando a clínicas privadas

En base a un informe que se hará público en unos días, el colectivo Auditoría Ciudadana de la Deuda en Sanidad denuncia que solo el 50% de las madrileñas accede al programa de Detección Precoz del Cáncer de Mama (DEPRECAM).

A esta “falta de equidad” -señala Audita Sanidad-, cuando el porcentaje contrastado y deseable debería de ser del 75%”, se une la “falta de efectividad”, ya que, para una tasa esperada de 5 por mil mujeres exploradas y diagnosticadas de cáncer de mama, en Madrid sólo se alcanzaron, respectivamente en 2011-2012 y 2013-2014, tasas de 3,55 y 1,86 por mil.

El programa, que se puso en marcha en 1999, atiende a mujeres con un rango de edad de entre los 49 y los 69 años, pero su progresiva privatización está empeorando cada vez más este servicio, afirma este colectivo.

Durante 14 años y hasta 2017, la Red móvil de mamógrafos (Mamobuses) se adjudicó a la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) de confesada vocación benéfico-asistencial y “sin afán de lucro”. Para el mismo periodo, el programa en unidades fijas se ha venido adjudicando a clínicas privadas, cuyo número es últimamente de siete.

Pero los actores no siempre son los mismos. Según afirma Audita Sanidad “todo el proceso está plagado de irregularidades administrativas, entre ellas la prórroga obligada de las adjudicaciones por falta de previsión de su vencimiento, así como la variabilidad clínica en los procedimientos de cribado”.

Entre los requisitos técnicos de las adjudicaciones “no hay rastro alguno que indique que la Comunidad obliga a las clínicas a cumplir los de Calidad contenidos en la Guía europea a la que luego hacemos referencia”.

Cabe añadir que salvo Madrid, Murcia y Castilla La Mancha, el resto de comunidades autónomas desarrolla tan importante programa en sus hospitales públicos.

Desde hace 7 años la Comunidad de Madrid no aporta datos a la Red Española de Programas de Cribado de Cáncer.

Audita Sanidad denuncia la “improvisación, desastre organizativo e incompetencia profesional” en este programa, así como “la frecuente adjudicación al sector sanitario privado de programas públicos de salud” que ha hecho que se incremente la deuda pública madrileña. En el caso que nos ocupa -señala-, “los sobrecostes se relacionan con el exceso de pruebas complementarias realizadas en las clínicas privadas contratadas”.

Por todo ello, el colectivo recuerda que, el éxito de los programas de cribado poblacional para la prevención del Cáncer de Mama estaría asegurado “con una adecuada planificación, organización, implementación y evaluación”, según los Indicadores preestablecidos por la Guía Europea de Control de Calidad de esos programas, elaborada por la Secretaría General de Salud y Protección del Consumidor de la Unión Europea, con la cooperación de diversas sociedades científicas. Programas estos de Salud Pública que, naturalmente, deberían ser dirigidos por profesionales con la adecuada formación en su diseño y ejecución.

A pesar de recientes controversias científicas sobre su utilidad -subrayan-, viene comprobándose en todos los países europeos que programas de Salud Pública similares a éste, al detectar prematuramente este tipo de cáncer, que es el más frecuente en mujeres, reduce notablemente, en torno a un 20%, la mortalidad por esta causa.

Solo el 50% de las madrileñas accede al programa de detección del cáncer de mama