jueves. 18.04.2024
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 3.7.2009

El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, se prepara para abandonar Panamá, país donde se encuentra, para dirigirse a otra nación centroamericana como parte de su estrategia para volver a Honduras cuando se va a cumplir una semana del golpe de Estado militar que le apartó del poder. Zelaya dice que no teme ser detenido por las autoridades a su llegada a Tegucigalpa.

La cadena Venezolana de Televisión, en su edición digital, informa de que la comunidad hondureña está elaborando un plan para el regreso del presidente cuyos detalles no se van a revelar por razones obvias. El propio Zelaya se ha negado a dar más explicaciones durante su última comparecencia pública, este mismo jueves, en la que ha instado a la población a que siga en las calles resistiendo pacíficamente las acciones del Gobierno formado por el presidente interino Roberto Micheletti. "Nos han quitado todas las instituciones pero las calles son del pueblo y no las vamos a dejar", ha asegurado, insistiendo en que no busca la violencia, sino "que el pueblo haga que este grupo de tiranos rectifiquen".

Sobre si teme ser detenido a su regreso a Honduras, ha dicho: "Nunca he tenido temor, y mucho menos a actuar cuando sé que lo hago con plena capacidad de conciencia y defensa de los principios por los cuales estoy dispuesto a morir". La comparecencia de Zelaya se ha producido después de que el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, anunciase que viajaría este viernes a Honduras, para dialogar con Micheletti de la crisis política en la que se ha sumido la nación e intentar instaurar la democracia en el país.

Al respecto, Zelaya ha dicho que Insulza "tiene la autoridad de todos los jefes de Estado de América, incluyendo de su servidor, afectado por un golpe de Estado" y ha recordado que la misión de la OEA "no va a negociar absolutamente nada sino que va a informar del ultimátum (...). Para restituir el gobierno legítimo se les ha dado 72 horas". "La OEA toma la resolución que fue comunicada al mundo hace 24 horas, y procede a desencadenar todo un proceso de deslegitimación total de estas autoridades irregulares que han asegurado el poder en el país", ha añadido durante su comparecencia ante los medios.

Si para el lunes su gobierno no es restablecido, Zelaya ha indicado que "las potencias del mundo deben poner un ejemplo en Honduras (...) sería un acto más irresponsable todavía el querer sostenerse en la ilegitimidad". Zelaya se ha hecho eco de la condena unánime de la comunidad internacional al golpe de Estado y ha afirmado que "no va a convivir con gobiernos impuestos a la fuerza" y que los ejércitos "no pueden ponerse a la orden de élites de poder, o del narcotráfico, ni tampoco ser instrumento para deteriorar la fuerza civil o el estado de derecho. Deben colaborar en el mantenimiento del poder civil". "Si los gobiernos del mundo reconocieran a uno que no surge de la voluntad popular, sino por la imposición de las armas y de la fuerza, eso deslegitimaría a todos los gabinetes", ha recordado.

"HONDURAS NO MERECE LO QUE LE ESTÁN HACIENDO"

El mandatario depuesto ha tenido palabras para los golpistas a quienes ha advertido de que nadie va a justificar lo que han hecho. "¡Por hacer una encuesta no se puede sacar a un presidente!", ha exclamado y ha admitido que el proceso legal hubiera sido demandarle ante un tribunal, donde él hubiera podido defenderse. "Honduras no merece lo que le están haciendo", ha lamentado.

El artículo 3 de la Constitución, ha recordado Zelaya, dice que "nadie debe obediencia a un gobierno usurpador que toma el poder por las fuerzas y por las armas", y que los actos del ejecutivo que surja de esta forma "constituyen delito de traición". "No soy agresivo, soy muy tolerante y tengo mucha capacidad de diálogo, llamo a todos a defender sus derechos. Las leyes las hacen los poderosos y fuertes, nunca las hacen los pobres. El día que los pobres hagan las leyes, se acabará la pobreza. Yo he planteado un camino: profundizar más la democracia con la participación ciudadana, para que el pueblo tenga más conciencia de sí mismo", ha asegurado a modo de conclusión.

ADELANTO DE ELECCIONES

Entretanto, el presidente interino de Honduras, Roberto Micheletti, se mostró de acuerdo este jueves con adelantar los comicios presidenciales como una eventual salida a la crisis política en el país centroamericano. Preguntado por si estaría dispuesto a adelantar las elecciones presidenciales programadas para el 29 de noviembre, Micheletti respondió que estaba "totalmente de acuerdo", siempre y cuando se lleve a cabo en el marco de la ley. "No tengo ninguna objeción si acaso esa es una manera de solucionar estos problemas", dijo. Además, comentó ante los periodistas que no se opondría a un referéndum en el que los hondureños decidiesen la vuelta de Zelaya al poder, aunque aclaró que no lo haría en este momento "sumamente difícil" para el país.

El mandatario interino afirmó que acogerá al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, quien llega al país acompañado de una misión para hablar de la crisis política. "(Insulza) es bienvenido, todos los países del mundo son bienvenidos", dijo Micheletti.

Durante su permanencia en Honduras, "el Secretario General notificará a los actores políticos hondureños sobre los términos de la resolución aprobada por la Asamblea" de la OEA, que dio un ultimátum de 72 horas a las nuevas autoridades para reinstalar a Zelaya en el poder, según informaciones del diario "La Tribuna".

Zelaya planea en secreto su regreso