nuevatribuna.es
22 de septiembre de 2009, 2:43
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 21.9.2009
El legítimo y depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, ha anunciado que ha conseguido volver a su país, algo que el ejecutivo "de facto" del país ha negado tajantemente. "Estoy aquí en Tegucigalpa, estoy aquí para la restauración de la democracia, para llamar al diálogo", ha declarado a la televisión hondureña Canal 36. Después, en declaraciones a Telesur, ha dicho que con su regreso está cumpliendo con "la voluntad del pueblo", al referirse a los cientos de manifestantes que desde hace 86 días han realizado decenas de protestas en todo el país exigiendo la restitución del orden constitucional y la renuncia de Micheletti.
También ha asegurado que para poder llegar a Tegucigalpa ha tenido que superar "mil obstáculos" durante cuatro días desde que decidió abandonar Nicaragua para intentar por tercera vez retornar a Honduras por tierra. "Con una estrategia pacífica para no provocar violencia, logramos llegar", ha afirmado. Asimismo, ha anunciado que en unas horas comenzará el diálogo con funcionarios y representantes del Gobierno de Micheletti en la sede de las Naciones Unidas en Tegucigalpa para buscar una salida a la crisis política.
Sin embargo, el presidente de facto del país, Roberto Micheletti, lo ha desmentido de manera fulminante. "Zelaya está tranquilo en una suite de un hotel de Nicaragua", ha asegurado, tras calificar la información de "terrorismo mediático".
La noticia ha sido difundida por la emisora venezolana Telesur, a través de unas declaraciones de la canciller del gobierno de Zelaya, Patricia Rodas, que ha desvelado que el presidente depuesto ha logrado llegar a la capital del país, Tegucigalpa, donde estaría refugiado en un edificio de la ONU. Sin embargo, la ONU ha desmentido que se encuentre en sus dependencias, hacia donde han empezado a dirigirse partidarios del presidente depuesto para celebrar su vuelta. La portavoz del Sistema de las Naciones Unidas, Ana Elsy Mendoza, ha salido al paso con estas palabras: "Desconocemos de dónde provino esta información, pero sí puedo decir con toda certeza que no es cierta".
"Zelaya no se encuentra aquí en la Casa de las Naciones Unidas", ha insistido Mendoza, al manifestar su esperanza en que "todo vuelva a la normalidad" en las cercanías del edificio. Mendoza sí ha admitido que algunos dirigentes de la resistencia han pedido acceso a las instalaciones y que se les estaba facilitando, al igual que en ocasiones anteriores, cuando llegaron a plantear su posición ante la crisis política que vive Honduras por el derrocamiento del presidente.
Quien también se ha apresurado a hablar sobre el tema es el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que ha dicho: "Estamos agradablemente sorprendidos de que Mel -apodo de Zelaya- se encuentre en Tegucigalpa y exigimos a los golpistas que respeten la vida y la dignidad de Zelaya". Según Chávez, Zelaya ha viajado durante dos días siguiendo una ruta terrestre "atravesando las montañas, los ríos, poniendo en peligro su vida para poder llega a salvo a la capital de Honduras".
No es la primera vez que el ex presidente intenta entrar en el país pese a la oposición internacional al considerar contraproducente su llegada por el rechazo frontal del gobierno de facto del país, que ha insistido en que sólo permitirá su vuelta si se pone bajo tutela judicial por alta traición. El pasado 24 de julio el depuesto presidente permaneció dos horas en territorio de su país, en el sitio fronterizo de Las Manos, al que ha llegó rodeado de medios de comunicación y bajo cánticos de "viva honduras".
Las nuevas autoridades hondureñas le acusan de 18 cargos entre los que se encuentra el de "alta traición" y la amenaza de arresto en cuanto ponga el pie en Honduras. De hecho, un juzgado de Tegucigalpa ha ordenado la captura de Zelaya, y de tres de sus funcionarios por presunta falsificación de documentos y otros delitos.
La entrada de Zelaya en el país se lleva rumoreando durante varios días ante el inicio de la campaña electoral en el país centroamericano, aunque los comicios no han sido reconocidos por la comunidad internacional.
El legítimo y depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, ha anunciado que ha conseguido volver a su país, algo que el ejecutivo "de facto" del país ha negado tajantemente. "Estoy aquí en Tegucigalpa, estoy aquí para la restauración de la democracia, para llamar al diálogo", ha declarado a la televisión hondureña Canal 36. Después, en declaraciones a Telesur, ha dicho que con su regreso está cumpliendo con "la voluntad del pueblo", al referirse a los cientos de manifestantes que desde hace 86 días han realizado decenas de protestas en todo el país exigiendo la restitución del orden constitucional y la renuncia de Micheletti.
También ha asegurado que para poder llegar a Tegucigalpa ha tenido que superar "mil obstáculos" durante cuatro días desde que decidió abandonar Nicaragua para intentar por tercera vez retornar a Honduras por tierra. "Con una estrategia pacífica para no provocar violencia, logramos llegar", ha afirmado. Asimismo, ha anunciado que en unas horas comenzará el diálogo con funcionarios y representantes del Gobierno de Micheletti en la sede de las Naciones Unidas en Tegucigalpa para buscar una salida a la crisis política.
Sin embargo, el presidente de facto del país, Roberto Micheletti, lo ha desmentido de manera fulminante. "Zelaya está tranquilo en una suite de un hotel de Nicaragua", ha asegurado, tras calificar la información de "terrorismo mediático".
La noticia ha sido difundida por la emisora venezolana Telesur, a través de unas declaraciones de la canciller del gobierno de Zelaya, Patricia Rodas, que ha desvelado que el presidente depuesto ha logrado llegar a la capital del país, Tegucigalpa, donde estaría refugiado en un edificio de la ONU. Sin embargo, la ONU ha desmentido que se encuentre en sus dependencias, hacia donde han empezado a dirigirse partidarios del presidente depuesto para celebrar su vuelta. La portavoz del Sistema de las Naciones Unidas, Ana Elsy Mendoza, ha salido al paso con estas palabras: "Desconocemos de dónde provino esta información, pero sí puedo decir con toda certeza que no es cierta".
"Zelaya no se encuentra aquí en la Casa de las Naciones Unidas", ha insistido Mendoza, al manifestar su esperanza en que "todo vuelva a la normalidad" en las cercanías del edificio. Mendoza sí ha admitido que algunos dirigentes de la resistencia han pedido acceso a las instalaciones y que se les estaba facilitando, al igual que en ocasiones anteriores, cuando llegaron a plantear su posición ante la crisis política que vive Honduras por el derrocamiento del presidente.
Quien también se ha apresurado a hablar sobre el tema es el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que ha dicho: "Estamos agradablemente sorprendidos de que Mel -apodo de Zelaya- se encuentre en Tegucigalpa y exigimos a los golpistas que respeten la vida y la dignidad de Zelaya". Según Chávez, Zelaya ha viajado durante dos días siguiendo una ruta terrestre "atravesando las montañas, los ríos, poniendo en peligro su vida para poder llega a salvo a la capital de Honduras".
No es la primera vez que el ex presidente intenta entrar en el país pese a la oposición internacional al considerar contraproducente su llegada por el rechazo frontal del gobierno de facto del país, que ha insistido en que sólo permitirá su vuelta si se pone bajo tutela judicial por alta traición. El pasado 24 de julio el depuesto presidente permaneció dos horas en territorio de su país, en el sitio fronterizo de Las Manos, al que ha llegó rodeado de medios de comunicación y bajo cánticos de "viva honduras".
Las nuevas autoridades hondureñas le acusan de 18 cargos entre los que se encuentra el de "alta traición" y la amenaza de arresto en cuanto ponga el pie en Honduras. De hecho, un juzgado de Tegucigalpa ha ordenado la captura de Zelaya, y de tres de sus funcionarios por presunta falsificación de documentos y otros delitos.
La entrada de Zelaya en el país se lleva rumoreando durante varios días ante el inicio de la campaña electoral en el país centroamericano, aunque los comicios no han sido reconocidos por la comunidad internacional.
