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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 22.02.2009

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha instado a sus colegas europeos pertenecientes al G-20 y reunidos este domingo en Berlín a "pasar a la acción". Zapatero, además, ha pedido al Banco Central Europeo, cuyo presidente, Jean Claude Trichet participa también en la reunión, que mantenga las medidas extraordinarias para fomentar la liquidez en el sistema financiero ante la crisis.

Trichet, según han señalado las mismas fuentes, ha elogiado en la reunión el sistema de provisión de los bancos españoles y los ha puesto como ejemplo para el resto de las entidades financieras.

La reunión, que se ha celebrado en Berlín, es una iniciativa de la canciller alemana, Angela Merkel, quien considera necesario debatir y unificar criterios entre los países europeos ante la cita del G-20 que tendrá lugar en Londres el próximo mes.

Los líderes europeos han acudido con posturas encontradas. Si, por un lado, la canciller alemana se opone a las medidas más nacionalistas, el presidente francés, Nicolás Sarkozy, está dispuesto a defender medidas como las ayudas económicas a las empresas automovilísticas que mantengan los empleos nacionales.

El líder francés, además, junto con el británico Gordon Brown, abogan por aprovechar la ocasión para acabar con los paraísos fiscales. La estrategia común que se decida hoy tendrá que ser refrendada por la UE, antes de la cumbre londinense, el próximo 1 de marzo.

Según han informado fuentes de la delegación española presentes en la reunión, celebrada a puerta cerrada en la Cancillería Federal alemana, Zapatero sostiene que es tiempo de comenzar a ejecutar los compromisos adquiridos en la última cumbre del grupo de países líderes entre los emergentes y los de economías más avanzadas, celebrada en noviembre pasado en Washington, donde se establecieron los nuevos fundamentos del orden financiero internacional.

La cumbre de Washington logró transformar el G-20 en un organismo internacional de actuación rápida en el ámbito económico. Y con una legitimidad poco cuestionable: integró a países ricos (EE UU, Alemania o Japón) con emergentes (China, India o Brasil).

La diplomacia permitió además que la delegación europea cediera sillas a España, República Checa y Holanda, países que no pertenecen al club.

En Londres se exigirán resultados. Y lo ocurrido hasta ahora es poco alentador. El compromiso de rebajar barreras al comercio mundial en 2008 fracasó. De los cambios en el sistema de regulación financiera apenas hay noticias.

Los paquetes fiscales y las intervenciones públicas no tapan aún las brechas de la recesión y el colapso del sistema bancario. Y las reformas de los organismos internacionales avanzan a cámara lenta.

Zapatero insta a sus colegas europeos a "pasar a la acción"