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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 06.11.2009

El tiroteo ocurrido este jueves en la instalación militar Fort Hood, en Texas, ha dejado un saldo de 13 muertos y 30 heridos, según ha confirmado en rueda de prensa el comandante del Tercer Cuerpo de Ejército, el teniente general, Bob Cone.

Cone ha confirmado que el único atacante, Nidal Malik Hasan, que portaba un arma corta, abrió fuego indiscriminadamente en las instalaciones del centro militar, que acoge a los soldados que están a punto de ser enviados al frente, y que estaban recibiendo una última revisión médica.

Hasan, un musulmán de padres jordanos, iba a ser enviado a Irak el 28 de noviembre y al parecer este hecho lo había ofuscado mucho, según informó la emisora NBC. De acuerdo a la fuente, ya hace años el militar había dicho que una misión en esa región era lo peor que podía imaginarse. Al parecer, su familia no sabía de su traslado a Irak, agrega.

En un principio se informó que Hasan había muerto, pero finalmente se confirmó que el psiquiatra no había fallecido y que se encuentra en herido en un hospital de la zona con un pronóstico estable.

Bob Cone no explicó por qué se había dado a conocer su muerte, pero indicó que probablemente se debió a la confusión que reinaba en el hospital donde eran atendidos los heridos en el incidente.

Según algunos medios locales que citaron fuentes militares, dos soldados de la base fueron puestos en libertad tras confirmarse que no habían tenido participación en la carnicería. Esto explicaría por qué en las primeras versiones se hablaba de tres atacantes.

DISGUSTADO CON EL NUEVO DESTINO

Las autoridades estadounidenses han comenzado a investigar las causas que habrían llevado a Hasan a cometer la masacre. Por el momento, la senadora Kay Bailey Hutchinson ha manifestado que el Ejército le había informado al médico psiquiatra de su envío al exterior y que aparentemente estaba "muy disgustado" con el traslado.

Fuentes militares también han indicado que se investiga el hecho de que el médico nacido en EEUU pero de origen jordano estuviera en posesión de armas de fuego cuando no las necesitaba para sus actividades profesionales.

"Es una terrible tragedia. Es impresionante. De momento no hay nada claro sobre las motivaciones del sangriento hecho. Está todo bajo investigación", agregó. Cone señaló que la mayoría de las víctimas son militares.

SE DESCARTA EL ACTO TERRORISTA

"No sabemos cuál fue el motivo del ataque pero está bajo investigación. De momento estamos terminando de interrogar a los testigos porque queremos evacuar la base y mandar a la gente a sus casas", manifestó el teniente general en una conferencia de prensa.

El tiroteo comenzó a las 13.30, hora local de Texas (19.30 GMT), y se produjo en la zona de entrenamiento de la base, momentos antes del inicio de una ceremonia de graduación.

Otras fuentes apuntan que además hubo un segundo tiroteo en la zona residencial Comanche 4. En la base trabajan como fijos 55.000 personas, aunque en el momento de los hechos había unos 100.000 soldados.

Por el momento, la Oficina de Investigación Federal, FBI, ha descartado que se trate de un acto terrorista y agentes de este cuerpo se han trasladado a la base para investigar lo sucedido. Según los medios locales, las fuerzas de seguridad han cerrado por precaución las escuelas próximas.

El presidente Barack Obama, mencionó el tiroteo en un discurso pronunciado en el Departamento del Interior, en Washington. "Ya es duro cuando nuestros soldados pierden la vida en misiones en el exterior, pero es mucho peor cuando lo hacen en incidentes como este en sus propias bases", declaró.

Fort Hood es la base norteamericana más grande del mundo. Acoge a unos 65.000 soldados, muchos de ellos sufren de estrés y síndrome postraumático tras haber estado destinado en Afganistán e Irak. De hecho, según la CNN, dos soldados de esta base se han quitado la vida en lo que va de año.

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