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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 16.2.2009

Las autoridades estadounidenses están investigando el que podría ser el mayor fraude de toda su historia, incluso por encima del llevado a cabo recientemente por Bernard Madoff, en el marco de 125.000 millones de dólares destinados a la reconstrucción de Irak, de los que cerca de la mitad podrían haber sido desviados por altos oficiales militares.

Según informa hoy el diario británico 'The Independent', que recoge el testigo del escándalo dado a conocer este fin de semana por el 'New York Times', aunque el montante exacto a que ascendería el fraude podría no conocerse nunca, el Inspector General Especial para la Reconstrucción de Irak (SIGIR, por sus siglas en inglés) estadounidense sugiere que podría exceder los 50.000 millones.

Los auditores que trabajan para el SIGIR han descubierto un caso en el que 57,8 millones fueron enviados en paquetes de cien dólares al controlador estadounidense para el centro-sur de Irak, Robert J. Stein Jr, quien se fotografió junto con los montones de dinero y que figura entre los pocos altos cargos estadounidenses en el país asiático que ha sido condenado por fraude y blanqueo de dinero.

El diario británico subraya que pese a las grandes sumas destinadas por Washington para la reconstrucción de Irak desde 2003, en la capital, por ejemplo, las únicas grúas que se han visto han sido las empleadas para construir la nueva embajada estadounidense y apunta a que quizá ahora, con el cambio en la Casa Blanca, se preste más atención a investigar los fraudes cometidos en todo este tiempo.

El 'Independent' resalta que al inicio de la ocupación de Irak, "republicanos con contactos recibieron puestos" en el país, sin tener en cuenta su experiencia y cita el caso concreto de un joven de 24 años de una familia republicana al que se encargó el mercado bursátil de Bagdad, que tuvo que cerrar porque éste olvidó presuntamente pagar el alquiler del edificio.

En su investigación, señala el rotativo, las autoridades se toparán con toda probabilidad con el problema de que muchas de las sumas de dinero en efectivo que se desviaron nunca estuvieron registradas. Así, informa de un caso en el que un soldado estadounidense encargado de revitalizar el boxeo iraquí se apostó todo el dinero pero no pudo ser juzgado, pese a que se sabía que se había gastado el dinero, porque nadie había registrado si la cifra eran 20.000 ó 60.000 dólares.

Un fraude peor que el de Madoff