nuevatribuna.es
23 de agosto de 2010, 12:22
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 22.08.2010
El padre Arthur Hervet, de una de las parroquias de la ciudad de Lille (norte de Francia), reconoció públicamente que reza para que el presidente del país, Nicolas Sarkozy, tenga una crisis cardiaca que le impida seguir adelante con su "guerra" contra los gitanos.
"Rezo, os pido perdón, para que el señor Sarkozy tenga una crisis cardiaca", declaró hoy a la prensa el sacerdote, de 71 años, tras oficiar la habitual misa dominical.
"No sé qué más hacer" para frenar esta "guerra", agregó el padre Arthur, muy conocido en la zona por su apoyo a la comunidad gitana, para la que ha recaudado fondos con los que adquirir tiendas de campaña, alimentos o ropa.
Desde que comenzó la ofensiva de Sarkozy contra este colectivo, con la desmantelación de campamentos ilegales por todo el país y la deportación de los evacuados, "no sé qué hacer", añadió.
Por ello, el sacerdote ha decidido también devolver al Gobierno una medalla al mérito con la que había sido condecorado y se ha dirigido al ministro del Interior, Brice Hortefeux, para reprocharle el hecho de que no conozca la "deplorable" situación en la que viven los gitanos que se instalan en Francia.
El padre Arthur Hervet, de una de las parroquias de la ciudad de Lille (norte de Francia), reconoció públicamente que reza para que el presidente del país, Nicolas Sarkozy, tenga una crisis cardiaca que le impida seguir adelante con su "guerra" contra los gitanos.
"Rezo, os pido perdón, para que el señor Sarkozy tenga una crisis cardiaca", declaró hoy a la prensa el sacerdote, de 71 años, tras oficiar la habitual misa dominical.
"No sé qué más hacer" para frenar esta "guerra", agregó el padre Arthur, muy conocido en la zona por su apoyo a la comunidad gitana, para la que ha recaudado fondos con los que adquirir tiendas de campaña, alimentos o ropa.
Desde que comenzó la ofensiva de Sarkozy contra este colectivo, con la desmantelación de campamentos ilegales por todo el país y la deportación de los evacuados, "no sé qué hacer", añadió.
Por ello, el sacerdote ha decidido también devolver al Gobierno una medalla al mérito con la que había sido condecorado y se ha dirigido al ministro del Interior, Brice Hortefeux, para reprocharle el hecho de que no conozca la "deplorable" situación en la que viven los gitanos que se instalan en Francia.
