Esa es la información que parece desprenderse del temor del régimen por el hecho de que las tormentas solares severas constatadas pudiesen causar un mal funcionamiento imorevisto de la electrónica de los misiles que pudiese causar el fallo del test o peor aún un mal funcionamiento que causase su pérdida de control, y la causa de bajas civiles de otras nacionalidades.
En un momento de tan alta tensión bélica el enésimo test, no digamos un nuevo test fallido y una pérdida involuntaria de control que causase bajas civiles, podría tener muy negativas consecuencias.
Por otro lado, el hecho de no realizar ese nuevo test por temor al efecto impredecible de la tormenta solar podría contribuir a enfriar la situación - cuando menos a no seguir caldeándola mañana - al salvarse la fecha señalada y consiguiendo una llamarada solar l que la comunidad internacional no ha ppodido hasta ahora: disuadir a Pyongyang.
¿Podría ser, de la forma más imprevisible, esta gran llamarada solar X9.3 que se acaba de verificar la que ayudase a dar una insospechada oportunidad a salvar la fecha de hoy, y un enfriamiento, que acaso abriese una ventana al dialogo?
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