miércoles. 08.05.2024

Rebeldes etíopes compraron armas con los millones para la lucha contra el hambre

Sucedió en 1985 durante la Guerra Fria. La URSS apoyaba al Gobierno etíope y los rebeldes querían derrocarlo. Se disfrazaron de comerciantes para engañar a las ONG, quienes les dieron millones de dólares para adquirir cereales. El dinero lo emplearon en armas. La BBC señala que la CIA lo sabía.
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS

Un nuevo escándalo descubre las debilidades de la cooperación internacional. La BBC ha dado a conocer que varios ex rebeldes etíopes se disfrazaron de comerciantes para engañar a los trabajadores de ONG y recibir los 95 millones de dólares que iban a financiar la brutal hambruna de 1985. El dinero finalmente fuese destinado para comprar armas y derrocar al Gobierno de entonces.

En un documento de 1985 titulado 'Etiopía: Impacto de la Sequía en la Política y la Seguridad', la CIA estadounidense también aseguraba que el dinero se empleó mal. "Algunos fondos que las organizaciones insurgentes están recaudando para operaciones de ayuda (...) se están desviando casi con toda seguridad a fines militares", señaló.

En aquel momento, el Gobierno etíope combatía las rebeliones de las provincias septentrionales de Eritrea y Tigray, y no tenía control sobre la mayor parte de las zonas rurales del país, así que las organizaciones humanitarias llevaban la ayuda desde el vecino Sudán.

Max Peberdy, un cooperante de Christian Aid, llevó a Etiopía casi 500.000 dólares en moneda etíope a través de la frontera en 1984. Compraba cereales a comerciantes y cree que la ayuda no se desvió. "En estos 25 años es la primera vez que alguien afirma algo así", dijo Peberdy, que insistió en que, hasta donde él sabe, la comida llegó a quienes estaban pasando hambre.

Pero el comerciante con el que trató el cooperante asegura que era un alto mando del Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (TPLF, por sus siglas en inglés). "Me dieron una ropa para que pareciese un comerciante musulmán. Esto era para engañar a las ONG", explicó Gebremedhin Araya.

ARENA POR CEREALES

Bajo los sacos de cereales que vendía, dijo, había sacos llenos de arena. Gebremedhin indicó que el dinero que recibía se lo entregaba a los líderes del TPLF, entre ellos Meles Zenawi, que se convirtió en primer ministro de Etiopía en 1991. Meles, que sigue en el cargo, no ha querido hacer declaraciones sobre estas acusaciones.

Pero la versión de los hechos de Gebremedhin ha sido corroborada por el ex comandante del TPLF Aregawi Berhe, que ahora vive exiliado en Países Bajos. Según Aregawi, los insurgentes presentaban un "drama" para conseguir el dinero. "Se engañó a los trabajadores humanitarios", añadió.

El ex líder rebelde precisó que el TPLF y otros grupos rebeldes afiliados recibieron unos 100 millones de dólares. El 95 por ciento de esta suma se utilizó para comprar armas y para crear un partido político marxista dentro del movimiento rebelde. Gran parte del dinero que llegó a manos del TPLF se canalizó a través de grupos afiliados como la Sociedad de Ayuda de Tigray.

Tanto Aregawi como Gebremedhin se enemistaron con los altos mandos del TPLF y huyeron de Etiopía.

Todo esto ocurrió en el marco de la Guerra Fría. La Unión Soviética estaba ayudando al Gobierno de Etiopía (país incluido en su círculo de influencia) a luchar contra los rebeldes, y la política de Estados Unidos en aquella época sugiere que posiblemente la CIA no sólo estaba al tanto de la desviación de la ayuda al TPLF, sino que la apoyaba.

Rebeldes etíopes compraron armas con los millones para la lucha contra el hambre