martes. 23.04.2024

Mueren dos guardias civiles en el transcurso de un tiroteo en Afganistán

Dos guardias civiles destinados en Afganistán, el capitán José María Galera Córdoba y el alférez Leoncio Bravo Picayo, han fallecido este miércoles en un tiroteo en la provincia de Badghis, al noroeste de ese país, según han informado fuentes del instituto armado. El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha dicho que se trata de un "atentado premeditado".
NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 25.8.2010

Los guardias civiles, destacados en la base de la OTAN situada en la capital de Bagdhis, Qala e Naw, estaban realizando tareas de formación de la Policía afgana cuando una persona disparó contra los dos agentes y contra su intérprete afgano, que también murió en el tiroteo. Los demás agentes presentes en el lugar pudieron repeler el ataque matando al agresor.

Los fallecidos son el capitán José María Galera Córdoba, de 33 años de edad, nacido en Albacete y su compañero, el alferez Leoncio Bravo Picayo, de 34 años y natural de A Coruña. Ambos formaban parte del Grupo de Acción Rural de la Guardia Civil, con base en Logroño, desplazado a Afganistán para tareas de formación de la Policía.

El agresor era el chófer habitual del capitán jefe de la Policía Nacional afgana en el distrito y con él entraba asiduamente en el acuartelamiento militar en el que trabajan los 37 instructores del Instituto Armado. Esta es una de las principales novedades extraídas de la reunión sobre el ataque mantenida este miércoles entre las cúpulas de los Ministerios de Defensa e Interior en la sede del Departamento que dirige Carme Chacón, un encuentro que se ha prolongado por espacio de una hora.

Entre las conclusiones a las que se ha llegado, figura la de que el asesino de los dos guardias civiles y del intérprete español era un policía que trabaja desde hace meses como conductor del capitán jefe de la Policía Nacional afgana y que accedió a primera hora de la mañana a la Base. Tras dejar al oficial de la Policía afgana, el chófer estacionó su vehículo y fue entonces cuando abrió fuego contra el intérprete y los guardias civiles.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, había asegurado por la mañana en rueda de prensa que el asesinato de dos guardias civiles y el intérprete había sido un "atentado premeditado" ya que, "quien disparó sabía lo que estaba haciendo". Antes, en declaraciones a la Cadena SER, el ministro había hablado de la situación de las tropas españolas en el país: "La Guardia Civil está formando a la policía afgana. Todos los países estamos tratando de dotar a Afganistán de fuerzas propias para mantener el control". "Como ha explicado la ministra de Defensa hemos decidido acelerar el regreso de los efectivos y estamos trabajando en todos los procesos que garanticen la libertad a los ciudadanos afganos". Alfredo Pérez Rubalcaba aclaró que "hay policías por una misión europea y guardias civiles por otra española".

Fuentes del gobierno provincial de Bagdhis afirmaron nada más conocerse la noticia que el tiroteo había provocado que varios centenares de afganos se manifiestaran contra las tropas españolas en la provincia de Badghis (noroeste de Afganistán). El portavoz, Abdullah Durani, confirmó que al menos un soldado afgano y dos guardias civiles habían muerto durante la disputa.

Como reacción por lo sucedido, una multitud se echó a las calles de la ciudad, donde los manifestantes incendiaron viviendas, rompieron las ventanas de la oficina del gobernador y lanzaron proclamas contra las tropas. Las tiendas y oficinas de Qala-i-Naw cerraron sus puertas, según Durani, quien aseguró que los manifestantes, -unos 2.000, según testigos-, tenían el propósito de atacar el PRT.

Un portavoz de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) también informó en Kabul de que la organización tenía noticias sobre un "suceso" y una "manifestación" en Badghis.

Mueren dos guardias civiles en el transcurso de un tiroteo en Afganistán