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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 6.4.2009

El último balance que cifra en más del centenar las víctimas mortales del seísmo ha sido ofrecido en la tarde del lunes por el director de la Protección Civil, Guido Bertolaso. Los heridos rondan los 1.500 y se calcula que más de 50.000 personas podrían haberse quedado sin hogar.

Las víctimas mortales se contabilizaban principalmente en L"Aquila, capital de la montañosa región del Abruzzo y fundada en el siglo XIII a unos 100 kilómetros al este de Roma. A primera hora de la mañana, el primer ministro, Silvio Berlusconi, ha declarado el estado de emergencia nacional, con el fin de liberar fondos para la asistencia y la reconstrucción, y ha cancelado un viaje que tenía previsto realizar este lunes a Moscú.

Montañas de escombros pueden verse por las calles de L"Aquila -que tiene una población de 68.000 habitantes- y en los pueblos cercanos, bloqueando caminos y dificultando la tarea de los equipos de rescate y de los lugareños, que buscan supervivientes retirando piedras con sus propias manos. Los testimonios de los vecinos dan una idea de la dimensión de la tragedia. "Me desperté escuchando lo que sonó como una bomba", ha dicho Angela Palumbo, de 87 años, y ha explicado: "Pudimos escapar mientras caían cosas alrededor nuestro. Todo se movía, los muebles se caían. No recuerdo haber visto algo semejante en toda mi vida".

Agostino Miozzo, un responsable del Ministerio de Protección Civil, ha hecho un primer balance: "miles de personas (podrían haber quedado) sin hogar y miles de edificios se derrumbaron o sufrieron daños". Algunos informaciones cifran ya en 10.000 los edificios que se han venido abajo.

CUATRO NIÑOS MUEREN EN UN EDIFICIO

De las víctimas que ya están identificadas, se sabe que cuatro niños murieron en un edificio en L"Aquila, dos adultos en un pueblo cercano y cinco en otra localidad. Parte de una residencia universitaria y un hotel se han derrumbado en L"Aquila, un popular destino turístico, pero no ha quedado claro si había alguien en su interior. El campanario de una iglesia en el centro de la ciudad también cayó y una iglesia se desplomó en otra localidad. El área cuenta con muchas iglesias románicas y renacentistas.

Los habitantes de varias zonas del centro de Italia sintieron el seísmo cuando se produjo, a las tres y media de la madrugada, y algunos salieron a las calles. Los periodistas contactados por la Rai están relatando escenas de "pánico". Vecinos de Roma, que raramente registra actividad sísmica, se despertaron con el temblor, que provocó la caída de muebles, el bamboleo del alumbrado público, y el encendido de las alarmas de automóviles.

El Servicio Geológico de Estados Unidos ha establecido el epicentro a 95 kilómetros de Roma y a 10 kilómetros de profundidad. En un principio la agencia estimó la magnitud del sismo en 6,7 pero posteriormente la ha rebajado a 6,3. Responsables italianos indican que la magnitud ha sido de 5,8.

Este terremoto ha sido el último y el más fuerte de una serie de movimientos que habían sacudido la zona de L"Aquila durante todo el domingo. Los terremotos pueden ser particularmente peligrosos en algunas partes de Italia, donde algunos edificios centenarios se conservan en mal estado.

NO HAY ESPAÑOLES AFECTADOS

Según informa el Ministerio Asuntos Exteriores español, en la zona viven 20 españoles y ninguno de ello se ha visto afectado por el seísmo, según ha podido comprobar el Consulado General en Nápoles, que se ha puesto en contacto telefónico con todos ellos.

Este es el peor terremoto en términos de muertes de todos los que han sacudido a Italia desde 2002, cuando 30 niños murieron al derrumbarse una escuela en el sur del país. El seísmo se ha sentido también al norte, en los Apeninos Umbros, donde en septiembre de 1997 dos seísmos seguidos de 5,6 provocaron 11 muertos. El terremoto se recuerda porque además se desplomó el techo de la Basílica de Asís, de gran valor artístico por sus frescos de Giotto. En esta ocasión también se han registrado daños en los monumentos de L"Aquila, una ciudad rodeada de murallas romanas.

Italia registra habitualmente actividad sísmica muy peligrosa en las zonas con edificios antiguos. El último terremoto devastador tuvo lugar en el año 1915 y causó unos 36.000 muertos en Avezzano.

Más de 100 muertos por un fuerte terremoto en el Abruzzo italiano