jueves. 18.04.2024

nuevatribuna.es | agencias | 08.12.2010

La fiscalía sueca, cuya orden de arresto llevó a un tribunal británico a mantener el martes a Assange en prisión preventiva, dijo que había denunciado el ataque a la policía.

"Por supuesto, es fácil pensar que tiene relación con WikiLeaks, pero no podemos confirmarlo", dijo el responsable de la web de la fiscalía, Fredrik Berg, a Reuters Televisión.

La web del ministerio fiscal www.aklgare.se estuvo inaccesible durante gran parte del martes por la noche y parte de miércoles, y dijo en un comunicado que había presentado una denuncia ante la policía.

La autoridad fiscal no dijo de dónde procedió el ataque, pero el hilo de Twitter de Operation:Payback señaló en un mensaje enviado hace 16 horas que tenía como objetivo esa web.

La web de Operation:Payback es http://anonops.net/anonops/Main_Page y dice luchar por la libertad en Internet. También dijo que su actual objetivo era www.mastercard.com, una web que también estaba caída.

La BBC y otros medios dijeron el miércoles que unos piratas informáticos habían inhabilitado la web de MasterCard en una aparente venganza porque la empresa había bloqueado las donaciones a la web de WikiLeaks.

MasterCard dijo que estaba experimentando mucho tráfico en su página web corporativa externa y que estaba trabajando para suspender la aceptación de tarjetas MasterCard a WikiLeaks como consecuencia de ello.

"MasterCard está actualmente en el proceso de suspender la aceptación de tarjetas MasterCard para WikiLeaks hasta que la situación se resuelva", dijo una portavoz de la compañía en Bélgica, en un correo electrónico enviado el miércoles a Reuters.

Los activistas autodenominados Anonymous amenazaron esta semana con lanzar ataques de denegación de servicio contra negocios como la compañía de pagos online PayPal que han bloqueado WikiLeaks. Los activistas describieron los intentos por censurar WikiLeaks como parte de la primera guerra mundial de la información.

El fundador de WikiLeaks, de origen australiano, está detenido en Reino Unido, y sobre él pesa una orden de extradición a Suecia para ser interrogado por unas acusaciones sexuales que él niega. Algunos de sus partidarios dicen que los cargos tienen una motivación política.

MasterCard y la fiscalía sueca, víctimas de hackers