sábado. 20.04.2024

Marisol Valles García, "la mujer más valiente de todo México"

A menos de 100 kilómetros de Ciudad Juárez, con 20 años, un bebé de dos meses y 13 elementos a su cargo (10 de ellos mujeres recientemente integradas al cuerpo y sólo un puñado con armas que portar), ha tomado posesión de la dirección de la Policía en el municipio fronterizo de Praxedis G. Guerrero la joven Marisol Valles García...
NUEVATRIBUNA.ES / CÉSAR MORALES OYARVIDE - 22.10.2010

...Estudiante de criminología en Ciudad Juárez (en periodo de elaboración de tesis de licenciatura), casada, esta mexicana que ya en algunos medios es llamada “la mujer más valiente del país” toma las riendas de la seguridad pública de este municipio a petición del alcalde José Luis Guerrero, quien la considera con los “valores y principios necesarios para ocupar el cargo”, además del expertise que brinda estar a punto de acabar la carrera de criminología (en un país donde el Gobierno federal lanzó una campaña en 2009 para integrar en la Policía Federal a licenciados -de cualquier disciplina- esto es algo excepcional).

Praxedis G. Guerrero es un pequeño municipio (3500 habitantes en 2005) en cuya comandancia de Policía, según el diario El Universal, se dispone exclusivamente de una patrulla, tres rifles automáticos y una pistola. Fundado en el siglo XIX como San Ignacio por mexicanos procedentes de Texas y Nuevo México que no quisieron perder su nacionalidad tras la anexión de esos territorios a los Estados Unidos, toma su nombre actual del Jefe Revolucionario cercano al anarquismo Praxedis G. Guerrero, escritor y combatiente muerto en diciembre de 1910 ante las tropas de Porfirio Díaz, de quien se conoce la frase: “la justicia no se compra ni se pide de limosna; si no existe, se hace".

Localizado en el Valle de Juárez, en una zona de alto índice de violencia por su cercanía del río Bravo, utilizado para cruzar drogas e indocumentados hacia Estados Unidos, el municipio es conocido por ser escenario de éxodos provocados por amenazas del narco documentados por la prensa nacional: en abril de este año los grupos criminales dieron un ultimátum a los habitantes para que abandonaran el lugar: muchos han sido asesinado y decenas de viviendas han sido quemadas. Volvió a los titulares cuando en julio fue escenario del asesinato de un hombre de 50 años, Gabriel Rodríguez, y de su hija, de siete, acribillados en su domicilio, para finalmente volver a la primera plana hace menos de una semana cuando el comisario seccional (funcionario que sirve de enlace entre la cabecera municipal y las demás comunidades que conforman el municipio), de El Porvenir, Rito Grado, fue asesinado a tiros junto con su hijo en Ciudad Juárez, ciudad en la que se habrían refugiado huyendo de las amenazas de muerte que conlleva en muchas ocasiones el estar al frente de las agencias de seguridad estas pequeñas comunidades.

En este lugar de la frontera, “donde va y viene la muerte sin que nadie le pida visa o pasaporte” como escribe el escritor tamaulipeco afincado en Monterrey Xavier Araiza, y en donde nadie -o más bien, casi nadie- tendría redaños suficientes para ser jefe de policía, es donde tomó protesta este miércoles Marisol Valles.

¿Temeraria o valiente? En las declaraciones que ha hecho a la prensa reconoce tener miedo. Y no es para menos: de acuerdo con información del periódico La Jornada, todos los que ocuparon su actual cargo en la pasada administración fueron ejecutados, y al menos cinco, decapitados. De hecho, en las fotografías de su despacho que circulan por la red se distingue, al igual que una virgen de Guadalupe que vigila su escritorio, un letrero que recuerda a Jesús Manuel Holguín, antiguo comandante de la Secretaría de Seguridad Pública, muerto en mayo del año pasado.

Sin embargo, la joven jefa de policía se muestra convencida de lograr transformar ese miedo en seguridad. Y hacer lo mismo con toda la comunidad, según afirma en entrevista para la cadena Televisa. “En México, todos tenemos miedo ahorita, lo que necesitamos es que el miedo no nos venza”, sentencia.

Para ello, y pese a sus limitados recursos, Valles se muestra más audaz, más creativa y más innovadora en sus métodos para lidiar con los problemas de la delincuencia y la inseguridad que las propias autoridades federales, estancadas en una estrategia punitiva abocada al fracaso. Y es que, como opina el secretario de la alcaldía PGG, Andrés Morales, a Marisol Valles “le duele el tema social” pero no se queda ahí sino que “propone soluciones”.

De esta forma y a sabiendas de que no es su atribución legal ir “por los malos” (combatir a los cárteles de narcotraficantes, para lo que existen otras instancias), Marisol Valles piensa centrarse en ir “por los buenos como son niños, padres de familia, hombres y mujeres a los que debemos organizar para que no caigan en la tentación de los delitos, las drogas y el dinero fácil”.

En otras palabras, que se dedicará centralmente a la prevención y al “rescate social”, a la impartición de valores y al contacto directo con los ciudadanos. En este sentido, manifestó a los medios que su pretensión es establecer programas preventivos en las colonias y las escuelas, rescatar la seguridad en los espacios públicos y buscar el acercamiento entre los vecinos para formar redes de vigilancia preventiva. La estudiante de criminología, incluso, baraja la posibilidad de crear una policía ciclista y que los adultos mayores se sumen a los programas preventivos de vigilancia en los exteriores de las escuelas. Es decir, tratar a los problemas de la inseguridad y la delincuencia con miras más amplias, desde una perspectiva integral. Una muestra más de las innovaciones que pueden darse en este particular desde los gobiernos locales, por muy modestos que sean sus recursos. Y eso, además de su juventud y valentía, inspira respeto.

El centro de su proyecto, del cual se han hecho eco diversos medios, es “evitar los delitos con la atención humana, conviviendo con la familia, (atendiendo) las necesidades (y) viendo por un mañana para los niños”. Esto último determina su arrojo poco común: el de una joven madre preocupada por el futuro del país en el que vivirán sus hijos. “Me arriesgué porque quiero que mi hijo viva en una comunidad diferente a la que hoy tenemos, quiero que la gente ya no viva con miedo que pueda salir, como era antes”, declara.

El cuartel desde donde ya despacha, como han hecho notar las agencias internacionales que se acercaron durante su presentación este miércoles (fue nombrada el lunes, única candidata), ha sido “rafagueado”: las paredes tienen agujeros de bala recubiertos por pintura. Mientras tanto, en el centro de la política está la discusión de una reforma constitucional para establecer un mando único en la policía de los diferentes estados que conforman la República, con el objetivo de tener una mayor coordinación en las tareas de seguridad e inteligencia pero también buscando contrarrestar un hecho preocupante: el que los policías municipales (más de 200 mil), mal armados y con salarios que no perdonan ni la burla, se ven enfrentados a menudo con el dilema “plata o plomo”, y no pocas veces acaban al servicio del narco.

El escritor Xavier Araiza resume: “heroica o suicida, un hecho consumado es que esta joven idealista, insólita, es la nueva jefa de policía del municipio Praxedis G. Guerrero, muy cerca de Ciudad Juárez donde la vida no vale nada”. Deseo, junto con él, que en el mar se hundan los malos presagios. Marisol parece segura del reto que aceptó. Y eso me da la certeza de que será difícil olvidar su nombre.



Marisol Valles García, "la mujer más valiente de todo México"