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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 22.09.2009

La policía ha dispersado con gases lacrimógenos a centenares de seguidores del depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, que estaban apostados cerca de la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde se han producido algunos disturbios.

Mientras, desde Nueva York, el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, ha ha pedido hoy al Gobierno de facto de Honduras que "no toque" a su embajada en Tegucigalpa y ha solicitado que acepten una solución "negociada y democrática" que permita el retorno de Zelaya. "He hablado esta mañana con el presidente Zelaya, simplemente para pedirle que tenga cuidado, que no dé excusa a los golpistas para recurrir a la violencia".

Lula ha dicho que su gobierno garantizará el derecho de Zelaya a refugiarse en la embajada, ignorando las demandas del presidente de facto, Roberto Micheletti, que había pedido a Brasil que otorgase asilo a Zelaya o lo entregase a la justicia.

Decenas de policías y militares custodian la legación diplomática tras desalojar esta mañana a los partidarios de Zelaya, momento en el que se desató una batalla campal. El portavoz de la policía, Orlin Cerrato, informó de que se habían tenido que ejercer "los niveles de fuerza adecuados" para dispersar a los manifestantes en las inmediaciones de la mencionada embajada.

El principal hospital de Tegucigalpa ha atendido a una veintena de personas heridas durante la refriega, algunas con fracturas en piernas y brazos o lesiones en la cabeza, aunque ninguna con lesiones graves.

“ESTÁN ATACANDO LA EMBAJADA”

Nada más regresar a su país este lunes, el presidente depuesto llamó a los hondureños a acudir a protegerlo y dijo que había regresado para buscar una salida dialogada a la crisis política que se abrió el pasado 28 de junio, cuando una asonada militar le apartó del poder y le expulsó del país.

"Están atacando la embajada con sonidos estridentes para enloquecer a la gente que está aquí, están atacando con bombas la embajada de Brasil", aseguró Zelaya en declaraciones a Telesur. "Vine pacíficamente y desarmado y hemos sido recibidos prácticamente a balazos. Les he invitado al diálogo y nos han contestado con metralletas, tirando gas contra la Embajada para dispersar al pueblo", agregó.

En cualquier caso, el Gobierno de facto ha descartado que sus fuerzas de seguridad vayan a entrar en la embajada de Brasil para detener al depuesto presidente. "No se puede (irrumpir), hay convenios y nosotros respetaríamos la sede diplomática", declaró a medios locales la vicecanciller hondureña, Martha Alvarado. "Esto nos traería aún mayores problemas", agregó.

Cerca de la embajada de Estados Unidos, que se encuentra en el mismo sector de la legación brasileña, una patrulla de la policía fue quemada, mientras que al menos otros cinco vehículos particulares sufrieron daños en sus cristales y neumáticos.

TOQUE DE QUEDA

El Ejecutivo de Micheletti ha decretado el toque de queda en todo el territorio nacional para "conservar la calma" desde las 16 hora local (medianoche en la península española). Además, ha anunciado el cierre de los cuatro aeropuertos internacionales que tiene el país a partir de este martes, que quedarán bajo control del Ejército.

Zelaya, derrocado por un golpe de Estado el pasado 28 de junio, asegura que ha vuelto para encontrar una salida pacífica a la crisis política desencadenada tras su derrocamiento. "Estoy aquí en Tegucigalpa. Estoy aquí para la restauración de la democracia, para llamar al diálogo”.

Lula pide que "no toquen" su Embajada