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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 27.09.2009

Los portugueses van a las urnas para elegir a su próximo primer ministro, que deberá afrontar la delicada situación económica por la que atraviesa el país. Los sondeos dan la victoria al Partido Socialista, que aunque no lograría una mayoría absoluta, tiene una ventaja de ocho puntos sobre el principal partido de la oposición, el Partido Socialdemócrata (PSD), de centro derecha. Sin embargo, algunos analistas consideran que el elevado número de indecisos, entre el 20 y el 38 por ciento, dependiendo de las encuestas, podría cambiar las cosas.

Lo que parece claro es que los 9,4 millones de portugueses con derecho a voto no darán la mayoría absoluta a ningún partido. Esto podría complicar las cosas, ya que en tiempos de crisis económica, la incertidumbre política no parece la mejor opción. En opinión del analista político Antonio José Teixeira, sin mayorías absolutas "Portugal es un país prácticamente ingobernable, porque en democracia no ve con normalidad los entendimientos y pactos puntuales" entre varios partidos.

De hecho, en algunos círculos lusos ya se habla de que el gobierno que salga de estas elecciones no durará más de dos años porque gobernar sin mayoría será imposible.

Pero independientemente de las previsiones de algunos analistas, los portugueses decidirán y gane el socialista José Sócrates o la líder de la oposición, Manuela Ferreira Leite, si no logran la mayoría absoluta, afrontarán el mismo problema: poder gobernar y sacar adelante sus propuestas en el Parlamento.

Para ello tendrán que alcanzar un pacto con otro partido, pero el problema está en que Portugal no tiene tradición en grandes coaliciones. Los dos grandes partidos sólo han gobernado una vez juntos, entre 1983 y 1985, de ahí que la opción más viable sean los acuerdos puntuales para los diversos asuntos, como los presupuestos para 2010, que probablemente incluyan una subida de impuestos para controlar el déficit del 5,9% del PIB.

PACTOS Y COALICIONES

Los tres partidos con los que se podrá pactar son el conservador Centro Democrático Social-Partido Popular (CDS-PP), los comunistas de la Coalición Democrática Unitaria (CDU) y el Bloco de Esquerda. Aunque sólo el CDS-PP se ha mostrado disponible para alcanzar un acuerdo con el PSD. Los partidos de izquierda se lo pondrán más difícil a Sócrates.

Por ello, si los sondeos se cumplen y ganan los socialistas con una mayoría simple, el gobierno de Sócrates tendrá difícil mantener su actual política de grandes inversiones y aprobar sus leyes en el Parlamento. Ya que los acuerdos que podría alcanzar con el Bloco de Esquerda estarían más centrados en temas sociales que en económicos, ya que ambos partidos tienen posiciones opuestas en este asunto, y el tercer partido del arco parlamentario luso no estaría dispuesto a aceptar las políticas de mercado y de finanzas del ejecutivo socialista.

Sócrates ha prometido continuar con su política económica, con un fuerte protagonismo del Estado y realizando grandes proyectos de infraestructuras, como el AVE que unirá Lisboa con Madrid y Vigo y que tan criticado fue por la líder de la oposición durante la campaña.

Si los sondeos fallan y la ganadora es Manuela Ferreira Leite, apodada como la Dama de Hierro portuguesa, los acuerdos con el conservador CDS-PP podrían ser más fáciles, ya que ambos coinciden en que hay que reducir de forma tajante el gasto público e impulsar la inversión privada.

Sin embargo, hay quien defienda una gran coalición entre socialistas y socialdemócratas, ya que "las diferencias entre ambos no son tantas, especialmente en política económica", argumenta Antonio José Teixeira. Pero antes de que todos estos posibles pactos se produzcan, los portugueses tendrán que decidir quién los encabezará. Sócrates parece el vencedor, pero los indecisos tienen algo que decir.

Los socialistas, favoritos en Portugal