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NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 27.07.2009

Tras varios intentos de negociación, finalmente el Plan de Óscar Arias, presidente de Costa Rica y mediador del conflicto, se está estudiando entre los golpistas. A su vez responsables militares hondureños han acordado en Washington, con la intermediación estadounidense, no obstaculizar el regreso a Tegucigalpa del depuesto presidente Manuel Zelaya.

Un comunicado colgado en la página web de las Fuerzas Armadas de Honduras, el Ejército, "respetuoso de la Constitución y de las Leyes", reafirma su "subordinación a la autoridad civil, con los principios de la legalidad y la obediencia debida". Asimismo, respalda "una solución a la problemática que atraviesa nuestro país, mediante un proceso de negociación en el marco del Acuerdo de San José", la propuesta negociada por el presidente costarricense Oscar Arias, y reitera su "apoyo irrestricto a los resultados de la misma".

EL PLAN DE ARIAS

El plan de Arias contempla la formación de un Gobierno de unidad y reconciliación encabezado por el depuesto mandatario, el adelantamiento de las elecciones y una amnistía general para los delitos políticos, la renuncia a reformar la Constitución y la creación de una comisión de la verdad, así como el envío de una misión verificadora de la OEA.

Con esta declaración formal, los militares hondureños dejan el tema en manos de los políticos y se sitúan voluntariamente al margen de las negociaciones con Roberto Micheletti , que asumió el poder tras el golpe, el 28 de junio.

Mientras, el presidente legítimo, Manuel Zelaya, solicitó a los mandos intermedios del Ejército que se amotinen contra su jefe, el general Romeo Vásquez. Mientras, el Gobierno "de facto" amplió en doce horas más el toque de queda decretado en la frontera con la vecina Nicaragua, desde donde Zelaya espera regresar a Honduras.

"Como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, pido a los soldados patriotas que piensen sus hijos, en sus familias y se rebelen contra Romeo Vásquez", dijo el mandatario depuesto en una entrevista a Radio Globo recogida por Reuters. Además, Zelaya acusó al general de haber traicionado al pueblo hondureño.

Simultáneamente, el jefe del Estado Mayor de Honduras, general Romeo Vásquez, declaró a una emisora de su país que las Fuerzas Armadas no dispararán contra los seguidores de Zelaya que se han trasladado hasta la frontera. Vásquez dijo que se está actuando "con profesionalismo" y anunció que estudia demandar por calumnias a Zelaya, que le acusa de querer asesinarlo.

El hombre encargado de expulsar al presidente del país el pasado 28 de junio insistió en que no ha habido un golpe de Estado , que la destitución se realizó de acuerdo con la Constitución y que el Ejército se limitó a "cumplir órdenes".

Los golpistas estudian el ‘Plan Arias’